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Sánchez hará mítines sólo donde bailen escaños y deja desasistida Andalucía

Mínimo esfuerzo, máximo beneficio. Sobre este precepto han planificado los socialistas su campaña electoral. Sin tiempo, tras el inesperado adelanto del 23J, y en pleno verano, el PSOE pretende que sus mensajes lleguen a una audiencia potencial de 20 millones de personas. Por eso ha apostado todo a que el presidente conceda entrevistas y acuda a nuevos formatos (podcast) con un público enorme. Además, se está gastando el grueso de la financiación en las redes sociales. Todo a costa de no celebrar apenas mítines.

Pedro Sánchez sólo irá a las provincias imprescindibles, aquellas donde haya escaños bailando y puedan asegurarse con su presencia. Este ha sido siempre el abecé de las campañas pero ahora con mucho más sentido porque hay muy pocos actos previstos. Fuentes de Ferraz confirman que no trabajan con una agenda cerrada y que «en 48 horas» podrían organizar un mitin, si la estrategia lo aconseja. En este diseño, a pesar de su importancia política y territorial, por ahora, no hay nada fijado en Andalucía. Justo lo contrario que está haciendo Alberto Núñez Feijóo, Yolanda Díaz y Santiago Abascal, con varias visitas a la espalda.

Andalucía: 4 Sánchez-16 Feijóo

En Andalucía, la diferencia con el PP es clamorosa. La comunidad que más escaños aporta al Congreso de los Diputados (61) es un escenario clave en cualquier batalla electoral pero los números hablan por si solos. Feijóo acumula en su agenda, desde la precampaña de las municipales hasta la fecha, un total de once visitas que suman 16 actos públicos en diversos formatos y en todas las provincias andaluzas salvo Jaén y Almería. En campaña ha venido dos veces y en la última semana está previsto que vuelva «una o dos veces». Cerrará la campaña en Málaga, lo que revela que la comunidad es su principal granero. Aquí el PP aspira a duplicar escaños y acortar la distancia que gana el PSOE en Cataluña o el País Vasco. Cuadruplica la agenda de su rival socialista.

Pedro Sánchez en ese mismo intervalo de tiempo ha celebrado cuatro actos, tres en las municipales (Sevilla, Jaén y Jerez) y uno en la precampaña de las generales, que arrancó en Dos Hermanas, su ciudad talismán. Desde el comité de campaña del PSOE-A aseguran que no hay prevista más visitas en campaña. En Ferraz explican que se decidirá en el último minuto, en una campaña improvisada según los sondeos y la aritmética del baile de escaños. «No vamos a revelar la estrategia», zanjan. Los cabezas de lista en las provincias andaluzas, María Jesús Montero (Sevilla), Fernando Grande-Marlaska (Cádiz), Carmen Calvo (Granada) o Antonio Hernando (Almería), están participando en desayunos informativos en sus provincias, en contactos con los medios y en actos con foros reducidos, nada de grandes mítines. En provincias como Jaén, donde la maquinaria socialista está más engrasada, sí que se están celebrando asambleas y reuniones en los pueblos y ciudades medias. Es una excepción en Andalucía.

En el caso andaluz, la candidata de Sumar, Yolanda Díaz ha visitado en campaña Sevilla y Cádiz. En municipales acudió a Sevilla, Málaga y a Huelva, en una visita a Doñana. Su agenda no prevé más actos. El líder de Vox Santiago Abascal dedició abrir en El Ejido (Almería) y ha celebrado mítines también en Málaga y Jaén. Es cierto que el calor, con dos olas encadenadas que han dejado temperaturas imposibles, está marcando todos los formatos pero las agendas dejan pocas dudas sobre las apuestas electorales de cada partido. Desde Ferraz advierten de que Andalucía no es una excepción, la agenda de Sánchez es también exigua o nula en Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Buscar la rentabilidad

Los socialistas sostienen que «no es necesario hacer mítines» porque lo que les interesa es que llegue su discurso, centrado en estos momentos en la «polarización», en que los españoles asuman que la alternativa a Sánchez es un Gobierno de PP y Vox. Y para lograrlo, estiman que la gira mediática del presidente es más rentable. Esta tesis no la comparten todos en el partido. Dirigentes territoriales defienden que «sí sirven para algo, crean opinión, exhiben fortaleza, ponen a la infantería como aviones«.

Pero la decisión está tomada y pese al tropiezo del cara a cara con Feijóo no ha cambiado nada. Sánchez seguirá por este mismo carril. Este jueves viaja a Santander, el viernes es posible que haya un acto en Lugo (Ferraz aún no lo ha confirmado) y el fin de semana estará primero en Valencia y después en Barcelona.

Su presencia en todas estas circunscripciones tiene una razón netamente electoral. En la capital cántabra se ha concretado porque como el PRC, el partido de Miguel Ángel Revilla, no se presenta a las generales, creen que pueden conseguir el segundo escaño.

En Lugo, donde se juegan cuatro diputados, tradicionalmente han sido dos para el PP y dos para el PSOE. Pero, fuentes del PSdG explican, que «las primeras encuestas daban tres al PP y uno a nosotros». «Ahora parece que estamos dos a dos», apuntan. Por eso la posibilidad de que Sánchez viaje allí está abierta, para consolidar este reparto. Feijóo está también volcado en Galicia, consolidando el eje gallego-andaluz que le llevó a la presidencia del PP.

Agitar al electorado

Los socialistas, además, aunque han abandonado la llamada al voto útil en torno a sus siglas que lanzaron en los días previos al 28M, consideran que en las provincias pequeñas, de menos de siete parlamentarios, el voto se concentrará de manera natural en el PSOE porque Sumar no tiene opciones de obtener escaño.

En Valencia, en cambio, el empuje del PP y su llegada a la Generalitat, tras el pacto con Vox, podría ayudar para conseguir el quinto diputado (en 2019 tuvieron cuatro) porque en esta circunscripción se deciden ahora 16 escaños en lugar de 15.

El acceso de la ultraderecha a las instituciones está teniendo mucho impacto. La vicepresidencia del Consell para el extorero Vicente Barreda, la retirada de las banderas LGTBI y la prohibición de manifestaciones sobre la violencia de género en el Ayuntamiento de Náquera o la negativa de la nueva presidenta de las Cortes Valencianas, de Vox, a participar en la concentración institucional después del último asesinato machista escuecen al votante progresista. En la Comunidad Valenciana y en toda España. Ferraz ha preparado este sábado un acto con mujeres para «denunciar lo que están representando los pactos entre PP y Vox».

Cataluña por Andalucía

El siguiente destino será Barcelona. A falta de lo que suceda en Andalucía, el PSOE tiene muchas esperanzas en un buen resultado en Cataluña. Allí, según la última encuesta del CIS catalán, podrían lograr entre 16 y 18 parlamentarios. Ahora tienen 12. En Lleida retendrían el diputado; en Girona la previsión es que puedan escalar a dos, aunque en el PSC reconocen que es «díficil»; en Tarragona pasar de dos a tres y en Barcelona, de ocho a 12 o 13. La capital catalana, convertida casi en la reserva espiritual del socialismo, su mayor joya, desde que Jaime Collboni logró la Alcaldía, es, por tanto, un objetivo prioritario.

Sin embargo, ya en enero, hace meses, desde Ferraz admitieron que las alarmas estaban encendidas en Andalucía y que el diagnóstico era claro. Sánchez asumía que si no frenaba la debacle andaluza sería desalojado de la Moncloa. El crecimiento previsto en Cataluña, la otra comunidad que más escaños aporta al Congreso (48), es difícil que sostenga al PSOE frente a una debacle andaluza. Lo llamativo es que el diagnóstico estaba claro y la estrategia para frenar el desgaste, con mayor presencia de ministros y una agenda más intensa de Sánchez planificada, no ha llegado a ejecutarse. Desde septiembre hasta febrero sí que se sumaron cinco visitas del líder socialista pero el ritmo se interumpió. Mientras, el PP ha continuado afianzado y regando el principal granero de votos, que antes fue fortín socialista y ahora parece que va a ser clave para el PP.

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