“¡Hola! ¿te molesto un segundo? estamos promocionando una billetera virtual de criptomoneda que se llama Worldcoin. Lo que tenés que hacer es descargarte la app y verificarte en esta máquina. La aplicación es totalmente anónima y gratuita. No te pedimos datos personales, ni el nombre. La verificación es para chequear que lo hagas solo una vez y que seas una persona real. Cada dos semanas va a haber más bonos, que son créditos nuestros que podés canjear”, dice una de las promotoras del stand ubicado en Av. Shaw y Av. Bunge, en Pinamar.
El speech se repite cada vez que alguna persona que circula por ese cruce observa el orbe metálico que escanea el iris del ojo como parte del proyecto de criptomonedas llamado Worldcoin, creado por Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la misma empresa que desarrolló ChatGPT.
En Pinamar, todos estos puestos con orbes se colocan sobre la Avenida Bunge, en pleno centro. Clarín contabilizó, al menos, cuatro puntos con una diferencia de dos cuadras entre uno y otro: hay uno en Bunge y Libertador, uno en la galería de Paseo Pinamar Plaza, uno en Bunge y Simbad El Marino, uno más en Bunge y Shaw.
Desde sus bases, los promotores arrancan a las 6 de la tarde aquella tarea de captar a todo el que camina, sobre todo a jóvenes. Los puestos permanecen hasta alrededor de las 12 o 1 de la mañana, momento en el que la juventud está más en la calle y se mueve en grupos para salir a bailar o para compartir tragos.
A estas orbes metálicas no hace falta llegar con turnos, se recurre a lo espontáneo. Algunos pasan de largo, otros eligen quedarse. Marina, por ejemplo, es una de las que se detiene con su carrito de bebé para preguntar de qué se trata.
Así es la máquina que extrae los datos biométricos del iris. Foto Federico López Claro / Enviado especial Le explican que debe bajarse una aplicación que se llama World App, y que no tiene que poner datos personales. La única restricción es que hay que ser mayor de 18 años y eso debe confirmarse en la aplicación, lo que se indica en los términos y condiciones antes de hacer el registro.
“Ahora damos un bono de bienvenida de 30 dólares. O sea, por verificarte ahí te da 10 de nuestras criptomonedas, que son 30 dólares aproximadamente”, le comunica una de las promotoras a Marina. “Tengo que escanearme el ojo?”, es la pregunta de ella. “Hace un reconocimiento facial. Genera un código y lo une con la aplicación. No queda nada guardado. Es para ver que lo hayas hecho solo una vez”, responde la promotora. Finalmente, la mujer lo hace.
Con la aplicación ya descargada en su celular, se acerca y le muestra a su interlocutora que le dice que le van a ir apareciendo más bonos cada dos semanas: “Ahora podés entrar a la billetera. Y ahí ya tenés los movimientos y el valor en dólares. En 24 horas podés retirar la plata ya. Si querés podés pasarlo a tu banco y si no te puedo mandar un contacto que compra las criptos y te transfiere la plata con un CVU o alias de Mercado Pago”.
Por 30 dólares, la gente deja leerse sus datos biométricos en las calles de Pinamar. Foto Federico Lopez Claro / Enviado especialLuego de esto, Marina se aleja y Clarín le consulta sobre lo que acaba de hacer: “Básicamente, me descargué la aplicación y me dieron 35 dólares que se descargan automáticamente una vez que escaneás el ojo en la máquina”.
“Esperás 24 horas y podés canjear. Después te dan la opción de darte un QR o de pasarte un contacto para que una persona te compre las criptomonedas y a cambio te de la plata por Mercado Pago. Nunca lo había visto por ningún lado, no tenía idea de esto. Bastante confianzuda yo, pero me dijeron 30 dólares y me mandé de una. La gente para, son 30 dólares”, confiesa.
Lo de Marina fue espontáneo, pero otra pareja que se acerca al puesto de Simbad El Marino explica a Clarín que lo hizo con turno previo y que una conocida de ellos llegó a ganar 120.000 pesos por hacerlo.
“Vos vas recaudando bonos, pero para poder canjearlos necesitás confirmar tu identidad, y lo hacen a través de esa máquina. Vos ponés que no aceptás que se queden con tus datos y, en teoría, eso lo borran. Solamente es para verificar que sos humano. Como el creador es el de ChatGPT, utiliza esto del iris como novedad”, aseguran.
Desde la empresa Worldcoin explican «la privacidad del orbe» en su sitio: “Dado que no hay dos personas con el mismo patrón de iris y estos patrones son muy difíciles de falsificar, el Orbe puede distinguirse con precisión de los demás sin tener que recopilar ninguna otra información sobre ti, ni siquiera tu nombre. El único dato que queda es un mensaje que contiene su código de iris, que es un conjunto de números generados por el orbe y no está vinculado a su billetera ni a su cuenta de World App”.
Expresan que el usuario no está obligado a proporcionar información personal como su nombre, dirección de correo electrónico, pasaporte, dirección física o número de teléfono.
En Pinamar hay cuatro puntos de lectura del iris. Foto Federico Lopez Claro Es decir, la empresa realiza un escaneo facial y del iris de las personas para generar una Identidad Digital única a nivel mundial (World ID), la cual les permitiría acceder a una moneda digital (World Coin) a través de una aplicación (World App).
Detallan que «los datos de las imágenes nunca salen del orbe» y que, una vez que la persona se haya verificado, estas imágenes «se eliminan permanentemente».
Además, insisten en que los datos biométricos de las personas «no están vinculados a la información personal» y que si la persona elige «hacer una copia de seguridad de sus datos biométricos, puede revocar su consentimiento en cualquier momento y los datos se eliminarán».
La empresa, que no cuenta con sucursales o personería jurídica en Argentina, asegura que ya posee casi 3 millones de usuarios únicos de más de 120 países, entre ellos, nuestro país.
El riesgo de compartir los datos biométricos
Uno de los cuestionamientos de los especialistas en ciberseguridad es que los datos obtenidos a partir de la lectura del iris podrían venderse y ser utilizados, por ejemplo, para rastrear y perfilar con precisión a personas en cualquier plataforma virtual. También advierten que el uso de esta información puede alimentar bases de datos de IA que luego se comercializan. En agosto de 2023, el abogado Daniel Monastersky, socio de Data Governance Latam, presentó una denuncia ante la Agencia de Acceso a la Información Pública de Argentina (AAIP).
Apuntó directamente contra la Fundación Worldcoin y la presentación se fundamentó en la posible violación de la Ley Nacional de Protección de Datos Personales (25.326) y la falta de cumplimiento de estándares de privacidad y seguridad en el relevamiento de datos biométricos.
En un comunicado lanzado el 11 de enero, la AAIP explicó la situación. Lo primero que hizo en su momento tras recibir la denuncia fue solicitar por escrito explicaciones sobre el funcionamiento de la empresa: qué categorías de datos se procesan y con qué fines, cómo se garantiza el cumplimiento de los principios relativos al correcto tratamiento de datos personales y cuáles son los plazos de conservación de los mismos.
Lectura del iris para generar una identidad digital mundial. Foto Federico López Claro / Enviado especialSe le pidió que especifique las medidas técnicas y organizativas que aplica para garantizar la confidencialidad y seguridad de esos datos. También se le consultó sobre los dispositivos que utilizan para realizar el escaneo facial y de iris y si había realizado la evaluación de impacto correspondiente.
La empresa dijo que iba a cooperar con el Gobierno nacional y que, desde ese momento, la gente debería reservar un turno antes de presentarse a los puntos donde se realizan escaneos del iris. Luego de esa primera respuesta, la AAIP mantuvo un encuentro con sus representantes. Allí se establecieron nuevas consultas que también fueron remitidas formalmente por escrito.
Los funcionarios de la agencia solicitaron la incorporación de una Política de Privacidad para la Argentina, la cual se encuentra actualmente disponible en el sitio web de Tools for Humanity, entidad que ayudó a lanzar a Worldcoin. Se les sugirió que se inscribieran en el nuevo registro de bases de datos personales para responsables que no se encuentren establecidos en el territorio argentino, lo cual todavía no había sucedido hasta el momento en que se lanzó el comunicado.
En diciembre, la fundación volvió a realizar acciones de captación de información biométrica en distintos puntos del país. Desde la recepción de un segundo grupo de respuestas, los especialistas de la AAIP se encuentran trabajando en determinar si la empresa cumple con todos los requisitos establecidos en la normativa vigente.
Pero, como se ve en Pinamar, la captación de personas es espontánea y se puede acceder tanto con o sin reserva. Los stands están habilitados para uso del espacio público.
Pinamar. Enviada especial
MG