“No es fácil salir de tu país sin tu mamá ni tu papá…”, la orgullosa Selección española formada por historias difíciles
“La vida en mi país no la tenía fácil. Mi familia es muy grande -yo soy el más pequeño de 18 hermanos- y mi padre no podía con todo. No había más dinero para comprarme libros y que yo pudiera estudiar, como otros hermanos mayores. A veces ayudaba a mi padre en su tienda de ropa, pero casi siempre debía quedarme en casa. Un día, unos amigos de uno de mis hermanos me encontraron llorando porque mis padres no me dejaban ir a jugar al fútbol -allí hay veces que desaparecen niños si van solos- y me dijeron que si iba con ellos para intentar venir a Europa”. Mamadou Traore (Abiyán, Costa de Marfil, 2004) era un adolescente cuando en 2018 se embarcó en un arriesgado viaje. Su frustración del momento por no poder dar patadas a un balón le llevó a tomar una decisión que cambiaría el rumbo de su vida hasta el punto de que hoy, con todos los papeles en regla, es el portero de la Selección española de refugiados y en riesgo de exclusión que acaba de terminar sexta en la Unity Euro Cup. Él y sus compañeros tienen más de un motivo para querer dejarse “todo” por la camiseta de España.