Las elecciones generales del 23-J aún no han terminado. Aún hay varios millares de votos por contar que podrían ser decisivos en la ajustada artimética parlametaria que arrojaron las urnas el pasado domingo. Hasta este viernes a las 8:00 de la mañana no empezará el recuerdo del voto Cera, el que corresponde a los españoles residentes en el extranjero, que podría provocar un baile de escaños en casi una decena de provincias y complicar aún más la conformación de una mayoría parlamentaria que permita investir presidente a un candidato.
Desde el 15 de julio y durante cinco días estuvieron instaladas las urnas en las embajadas y consulados españoles repartidos por todo el mundo para que votaran los más de 2.330.000 ciudadanos españoles que están registrados en las oficinas consulares. La cifra de cuántos han ejercido su derecho al voto aún se desconoce y no será hasta el viernes que se contabilice, pero se espera que doble los datos de 2019 -votaron más de 145.00 personas, un 6,85% del censo- a la vista de lo que ya ocurrió en los comicios autonómicos del pasado 28-M. El aumento se debe a la eliminación del voto rogado.
Los dos diputados más reñidos
A la espera del recuento de este voto están expectantes en nueve provincias, donde el último escaño se ganó por menos de 2.000 votos y que ahora podría cambiar de dueño. El PP es quien llega a esta batalla con mayores posibilidades de rascar algún diputado más. En Cantabria se quedó a 428 votos de arrebatar un escaño a Vox y aún más ajustada es la disputa en Girona, donde los populares están a 363 papeletas de quitar un asiento a Junts.
Si el PP logra ganar ambas lizas, el bloque de la derecha (PP, Vox, Coalición Canaria y UPN) alcanzarían 172 diputados, empatando con el bloque progresista (PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y BNG). Con esta nueva aritmética parlamentaria, Alberto Núñez Feijóo seguiría sin posibilidades de ser investido después de que el PNV haya rechazado iniciar conversaciones para facilitar su investidura como jefe del Ejecutivo central. Sin embargo, sí supondría un cambio para Pedro Sánchez, dado que no le serviría con la abstención de Junts para mantenerse en la Moncloa, sino su voto favorable.
Además, el PP podría lograr un tercer escaño en Madrid, donde le faltaron 1.749 votos para arrebatárselo al PSOE, aunque esta victoria es más complicada. Los socialistas, por su parte, podrían hacerse en Tarragona con un diputado de Junts, donde se quedaron a 1.298 papeletas; en Salamanca con uno del PP, están a 1.896 votos; y en Ceuta con otro escaño conservador, están a 1.587 votos. Por contra, Sumar esta a 1.517 votos de lograr un asiento del PSOE por Santa Cruz de Tenerife y Vox a 1.287 de hacerlo en Albacete. El último con un margen tan justo es en Teruel, donde Teruel Existe está a 1.956 votos del PP.
En el muy improbable caso de que PP y Vox saliesen victorioso de todos estos combates y el PSOE no ganara ninguna de las listas, el bloque de la derecha se situaría con 175 escaños, aún uno por debajo de la mayoría absoluta. En el escenario contrario, con el bloque progresista haciéndose con todos los escaños a los que opta, también alcanzarían los 175.
Principalmente progresista
Un dato a tener en cuenta es que el voto de los ciudadanos que residen en el extranjero suele ser eminentemente progresista. En las dos elecciones generales que se celebraron en 2019 fue el PSOE quien ganó en el voto CERA con cerca del 27% de los votos, mientras que en la de 2016 fue Podemos y sus confluencias quienes lograron la victoria con más del 30% de las papeletas.