La empleabilidad para un joven que busca trabajo tiene que ver con las características que acompañan a este individuo y que aumentan su probabilidad de conseguir un trabajo adecuado. Son varios los factores que intervienen, sin embargo, es importante destacar que entre los estudiantes que no han terminado la educación secundaria, la tasa de paro juvenil se dispara al 61,31% y que, en 2020, la tasa de paro juvenil en España era la más alta de la Unión Europea, con un 40,1%.
Por otra parte, según el INE, a finales del 2019, los graduados universitarios mostraron una tasa de actividad del 93,6%. Cuatro años después de su graduación, la tasa de desempleo se situó en el 8,0%. La pregunta ya no es si tener estudios, esto es, un buen equipaje para la vida, provoca mejor empleabilidad, sino en qué sector se han formado, en qué campo concreto de conocimiento y en qué área geográfica. Son precisamente estos, los elementos determinantes para encontrar un empleo.
Los datos y las conclusiones sobre cualificación, profesiones en auge y transición laboral se pueden encontrar en el informe que sobre “Jóvenes universitarios y empleabilidad” ha publicado Randstad Research y la Universidad San Pablo CEU, y cuya Rectora, Rosa Visiedo, complementa con el convencimiento de que para que una sociedad sea grande, es imprescindible construir un sistema que potencie la empleabilidad. Y para ello, hay que trasladar conocimientos técnicos especializados, pero también es necesario enseñar a los alumnos valores, actitud y competencias personales que contribuyan a mejorar su perfil tanto profesional como personal. Esto es, pensamiento crítico, trabajo en equipo, creatividad, habilidades de comunicación, liderazgo, compromiso ético, solidaridad … que hoy son muy valorados por las empresas. No solo se trata de adquirir conocimientos sino movilizarlos y sumarles valores éticos, actitud y competencias personales.
Colaboración Universidad-Empresa
Precisamente para potenciar la empleabilidad, la La Fundación Universitaria San Pablo CEU ha creado el Consejo Asesor de Empleabilidad, del que forman parte directores de recursos humanos de empresas referentes de España, y cuyo objetivo es construir puentes entre empresa y universidad, escuchar a las empresas para atender a sus necesidades con la finalidad de mejorar la empleabilidad de los estudiantes, además de ayudar a la sociedad, a los estudiantes, a sus familias y en definitiva a entender el mercado laboral presente y futuro en términos de empleabilidad. Para Rosa Visiedo, esta colaboración tiene varias vertientes. La primera es institucional, ya que la buena relación entre universidad y empresa es fundamental. Y de ahí se derivan las demás. Otra de ellas es la investigadora aplicada, que insta a una colaboración estrecha y genera conocimientos y trata de afrontar retos presentes y futuros. Y luego está la vertiente empleabilidad. Esto lo ilustra muy bien el Programa Aulas CEU-Empresa. Un programa que ha contado con numerosas empresas y con el que se pretende generar un ecosistema de colaboración a través de la presencia de las empresas en la universidad. CEU cede a estas empresas un espacio en la universidad, un aula física, donde se hace evidente la presencia de la empresa y junto a los alumnos, se desarrollan ciertos proyectos conjuntos. Por ejemplo, en el programa IBM, los estudiantes han participado en unos retos planteados que consisten en construir un cuadro de mando para los servicios del Ayuntamiento de Madrid. Lo novedoso de este programa es que pone en relación muy directa a los universitarios con la empresa. Es una manera en el que las compañías descubren talentos mientras que los alumnos aportan soluciones creativas e innovadoras. Esto ha tenido muy buena acogida, con más de 20 aulas en en el presente curso académico.
Las vocaciones comienzan en la infancia
Una de las conclusiones más potentes de estudio Ranstand Research y CEU tiene que ver con la elección de los estudios universitarios ya que estos marcan la vida de una persona. Y a veces la decisión se toma sin la suficiente información. Sabemos que hoy hay unos 300.000 jóvenes que están en esta tesitura.
También el tipo de institución universitaria elegida tiene que ver con la empleabilidad, superando las privadas en cuatro puntos a las públicas. El conocimiento de idiomas, la experiencia previa a nivel laboral, que viene de la mano de las prácticas curriculares o extracurriculares – más de 5.000 estudiantes han hecho prácticas en lo que va de curso- o la zona geográfica donde se estudie son determinantes en la empleabilidad futura. Pero hay un factor externo determinante a la hora de demandar una carrera y es la demanda del mercado. En este sentido, las titulaciones STEM están teniendo una demanda creciente porque las empresas necesitan titulados en estos perfiles técnicos. La diferencia se percibe cuando dicha demanda empresarial no está acompañada por la demanda de los alumnos.
Para Rosa Visiedo, la solución no puede residir en el momento de la toma de decisión, sino en crear vocaciones desde las etapas más tempranas de la educación: “Desde el CEU tratamos de completar la oferta de titulaciones STEM y hemos añadido a la oferta otras como Ingeniería de Tecnologías de Animación y Videojuegos, Arte Digital, Ingeniería Matemática, Ciencia e Ingeniería de datos y en breve tendremos grado en Física. Todo esto hace que la media de la inserción laboral para una Universidad como San Pablo CEU esté sobre un 95%. Y otro dato relevante es que un porcentaje alto consigue su primer empleo antes de cuatro meses. Visiedo sentencia que, en este mundo tecnificado, contar con disciplinas de humanidades que vertebren la educación superior, permite poner el foco en la persona. “Las humanidades nos permiten reflexionar sobre la tecnología desde el punto de vista ético. Tratamos de que los estudiantes lo aprendan en las propias asignaturas, pero en el CEU se puede cursar un título propio que llamamos Futuro, donde preparamos a los estudiantes a lanzar con éxito su futuro profesional y en el que participan muchas empresas”.