El planeta acaba de vivir el mes más cálido desde que existen registros. Nunca antes se habían registrado temperaturas tan altas en el conjunto del planeta. Según apunta un análisis elaborado por el climatólogo Karsten Haustein, de la Universidad de Leipzig (Alemania), este mes de julio podría haber sido el más caluroso de los últimos 120.000 años. «En situaciones normales se suele esperar a que el mes termine para analizar los datos en su conjunto pero, en este caso, los registros han sido tan excepcionales que no ha hecho falta ni esperar a que acabe el mes. Estamos ante un récord inédito», explica Haustein.
Todo apunta a que las cifras registradas durante este mes de julio están «muy por encima de todo lo observado hasta ahora». Por un lado, la temperatura media observada durante este último mes destaca como la más alta desde que existen registros climáticos (que, en algunos casos, se remontan más de un siglo atrás). Por otro lado, según explica Haunstein, los termómetros globales durante este julio también han estado muy por encima de los valores normales de los últimos miles de años. De hecho, según apuntan las reconstrucciones paleoclimáticas (en las que se reconstruye cómo era el clima en el pasado), este podría ser el mes más cálido en el conjunto del planeta desde el último periodo interglacial.
Hasta ahora, el récord absoluto de calor lo ostentaba julio del 2019. Ya entonces, el calor extremo rompió récords de temperatura en todo el globo y estableció una plusmarca inédita y que, al menos entonces, parecía casi imposible de volver a superar. Pero tan solo cuatro años más tarde, julio vuelve a batir récords. Según apuntan los análisis preliminares, las temperaturas registradas a lo largo de este mes estarían 0,2 grados por encima del anterior récord. También estarían 1,5 grados por encima de la temperatura media de la era preindustrial. Esto, para que nos hagamos una idea, significa que los termómetros de este último mes han estado 1,5 grados por encima de la temperatura habitual registrada entre 1850 y 1900 (es decir, antes de que la crisis climática alterara el clima global).
Fiebre planetaria
El calor inédito registrado durante este mes de julio es, según explica la investigadora Friederike Otto, un síntoma de la «fiebre que sufre el planeta». «Este récord ha provocado una oleada de altas temperaturas que ha afectado todo el hemisferio norte y que ha dejado máximas de hasta 50 grados en China. También ha provocado fuegos en el Mediterráneo y tormentas extremas en Italia, Corea y Brasil. Nada de esto ha ocurrido por pura casualidad. Está todo relacionado», comenta la científica del Imperial College de Londres. «Todo esto es culpa directa de la crisis climática provocada por nuestra especie», añade la especialista.
«Este récord ha provocado una oleada de altas temperaturas, fuegos en el Mediterráneo y tormentas extremas en Corea y Brasil»
Friederike Otto
Según apunta un reciente análisis de la plataforma ‘World Weather Attribution’, la oleada de calor extremo que este mes de julio ha invadido gran parte del hemisferio norte del planeta, desde Estados Unidos hasta Europa, habría sido «casi imposible» sin el cambio climático. «El calentamiento causado por la quema de combustibles fósiles y los gases de efecto invernadero está haciendo que las olas de calor extremo sean cada vez más frecuentes, intensas y duraderas en todo el mundo», recalca el estudio publicado esta misma semana. Si no fuera por la crisis climática, se estima que la temperatura media registrada durante este episodio de calor extremo habría sido 2,5ºC más baja en Europa, dos grados por debajo en América del Norte y 1 grado menos en China.
«Ya no podemos negar la relación entre estos extremos y el cambio climático»
Catherine Abreu
«Ya no podemos negar la relación entre estos extremos y el cambio climático. Ahora es más importante que nunca apuntar de forma directa a los responsables de esta crisis», añade Catherine Abreu, directora ejecutiva de Destination Zero. «El récord registrado este mes de julio es culpa directa de los productores de gas, carbón y petróleo del planeta. Necesitamos abandonar cuanto antes la explotación de combustibles fósiles y acelerar la transición energética hacia fuentes más sostenibles para evitar que los extremos climáticos como los de este mes de julio vayan a más«, añade Abreu.