Se trata de Patricio Valentín García (22), quien fue entrevistado por el canal de noticias A24 y expresó: “Me quisieron, como así se dice en el barrio, empapelar. Quisieron agarrar a la primera persona que se les cruzó por el camino y culparlo de algo que no es”.
El joven contó que el 21 de enero pasado, un día antes del crimen de la niña, salió de su casa “a las 7 de la tarde” y que fue a cortarse “el pelo a lo de un amigo”, tras lo cual se quedó a dormir y se despertó a las 13.30 del lunes 22, cuando Uma ya había sido asesinada.
Luego explicó que al volver a su casa se enteró de que su familia lo “estaba buscando” y que habían hecho una denuncia por su “desaparición”.
En ese marco, su madre estaba en la comisaría cuando se entera que su hijo había regresado a su casa, y que debían realizar pericias médicas para verificar su estado de salud.
“Yo voy, sin ningún miedo a nada, y ahí empieza todo”, relató el joven y añadió: “Me llevan a la comisaría, después me trasladan a (la comisaría de) Centenario, mintiéndome, diciendo que me llevaban a Cuerpo Médico”.
En ese sentido, agregó: “Ahí me interrogan entre unos policías…en realidad no me interrogan, es como que me apretaron en realidad”.
“Al principio no entendía nada de lo que estaba pasando, me decían que dé nombres, si conocía a los sospechosos, que era amigo, ya me estaban culpando directamente a mí”, sostuvo García.
Finalmente, el joven llegó a la conclusión de que su detención “fue algo armado por la comisaría de Parque Barón”.
“Yo estuve desaparecido y ellos dieron a la conclusión de que yo había estado en ese tramo delinquiendo, y que mi mamá había hecho esa denuncia para cubrirme a mí, armaron todo como una maraña de mentiras, y después vieron un peinado parecido al mío en las fotos, el mismo peinado, el mismo pelo, morochito, pibe flaquito, dijeron ‘es él, lo metemos a éste como que es él y listo’”, aseguró García.
El joven fue liberado el lunes, luego de que el fiscal de la causa, Pablo Rossi, consideró que surgió prueba que indicaría que no participó del crimen, por lo que solicitó a la Justicia de Garantías de Lomas de Zamora el cese de la detención.
Por el contrario, y respecto de los demás coimputados detenidos, la fiscalía entiende que, al menos por el momento, cuenta con evidencia para sostener su directa intervención en el hecho investigado.
Se trata de cuatro sospechosos, tres mayores y uno de 17 años, quienes se negaron a declarar ante la Justicia tras ser apresados.
El último en ser capturado fue el acusado Ariel Acuña Vega, a quien el fiscal Rossi le imputó los delitos de «robo agravado por el uso de arma de fuego (dos hechos) y homicidio criminis causa», al igual que a Nicolás Axel Emiliano Rojas (20), alias «Pelusa»; y M.P.R.M.
Mientras que el sospechoso menor de edad se encuentra a disposición del fiscal Juan Ignacio Colazo, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil lomense.
El asesinato de Uma
El crimen se registró el lunes pasado a las 8.48, cuando el oficial de la PFA Eduardo Aguilera (42), quien trabaja en el equipo de custodia de Bullrich, salía vestido de civil y con su hija Uma a bordo de su auto Ford Ka del garaje de su casa situada en la calle Pío Baroja, a pocos metros del cruce con la calle París, de la localidad de Villa Centenario, de Lomas de Zamora.
Cuando aún el policía no había llegado a tomar la calle, un Toyota Corolla negro robado minutos antes le interrumpió el paso, dos delincuentes bajaron armados y se aproximaron con intenciones de robo, de acuerdo a lo que quedó registrado por una cámara de seguridad.
Aguilera aceleró con intenciones de huir, momento en el que los asaltantes dispararon hacia la parte trasera del vehículo e hirieron de un tiro en la nuca a la niña, que murió luego en el Hospital Churruca.