El ministro del Interior habia solicitado el encuentro hace dos días. Fue junto a Julián Domínguez. Los industriales evitaron hablar de Jujuy pero inisitieron en el respeto a las instituciones. La brecha cambiaria y otras trabas en un encuentro amable.
Aunque Wado de Pedro repitió que aún no estaba oficializada su candidatura a Presidente, lo que negaba en palabras lo ratificaba en los hechos y asi se mostró esta tarde al menos ante varios directivos de la Unión Industrial Argentina.
Fue el ministro del interior quien solicitó una reunión pero hace dos días a la cúpula de la entidad y cuando llegó en medio de bromas, estrechón de manos y besos, los saludos giraban en torno a reconocerlo como candidato. “No está definido”, les decía.
Los industriales no le creían. Y tenían razón. Minutos más tarde De Pedro confirmó en un tweet: «Quiero ser tu presidente».
Por cierto De Pedro pidió reunirse con una entidad muy representativa y que al menos superó la interna y ratificará a la actual conducción bajo la batuta de Daniel Funes de Rioja el próximo 29.
El ministro del Interior ha cultivado una relación especial con varios empresarios ante los que se muestra como productor agropecuario por su establecimiento en Mercedes, provincia de Buenos Aires.
A encuentro llegó para sorpresa de muchos con Julián Domínguez. La UIA lo leyó como una señal de moderación, sobre todo después de las protestas en Jujuy que aún alarman a casi todos. Domínguez suele presentarse como un amigo del sindicalismo. De hecho, fue clave su gestión en Smata para el nuevo marco de la industria automotriz. Una pena, en la reunión no había representantes de ese sector.
Funes de Rioja, presidente de la entidad, ofició de anfitrión y en el salón Petiribí de la tradicional sede de avenida de Mayo, haciendo equilibrio evitó la palabra Jujuy pero insistió en la necesidad de la defensa de las instituciones. De Pedro recogió el guante y también sin mencionar los hechos de Jujuy, habló de no escalar, “ de bajar un cambio”.
Los industriales le agradecieron la gestión durante la pandemia ante varias localidades que se cerraban e impedían el paso a diferentes insumos. De Pedro retribuyó al decir que tomará varios puntos de las propuestas de la UIA reunidas en su Libro Blanco.
Eso sí, no evitó que le plantearan las dificultades que impactan en las cadenas de valor productivas: acceso a divisas para adquirir insumos importados, inflación y volatilidad, incremento de costos logísticos, crecimiento de la informalidad económica y superposición tributaria.
Hubo algunos puntos novedosos como el proyecto de amortización acelerada de la inversión productiva, la aprobación del uso interjurisdiccional de los bitrenes ahora que los camiones en el norte están ocupados con el litio. Y le pidieron dar respuesta a las asimetrías que impactan negativamente sobre la competitividad de la industria argentina.
Además de Funes de Rioja estuvieron Luis Tendlarz, Miguel Ángel Rodríguez (Sinteplast), Martín Rappallini (Cerámicas Alberdi), Silvio Zurzolo, Diego Coatz, Isaías Drajer (Cilfa), Martín Cabrales (Café Cabrales), José Luis Cintolo y Diego Leal.
En un comunicado posterior, la UIA señaló que trataron la actualidad de las economías regionales, las propuestas de la UIA para potenciar el entramado productivo federal y los desafíos para promover la inversión productiva fueron algunos de los ejes abordados en el encuentro.
“De Pedro aseguró a los integrantes del comité ejecutivo de la UIA que no hay una Argentina fuerte sin una industria fuerte y pidió por acuerdos productivos entre todos los sectores políticos. Funes de Rioja por su parte solicitó construir en futuro productivo para el país con todos los sectores respetando el orden institucional”, concluyó el comunicado oficial.
Al final Funes de Rioja le entregó al ministro del Interior una copia actualizada del Libro Blanco, que incluye la creación de un esquema federal para la promoción de inversiones, el fortalecimiento de las cadenas de valor y la dinamización de inversiones en sectores estratégicos (energía, minería, alimentos, metalmecánica, servicios basados en conocimiento).