El Barça enterró este viernes definitivamente su nefasta racha de finales de 2023 y firmó su quinta victoria consecutiva en el nuevo año, todas ellas en un Palau que ha vuelto a ser el mejor antídoto contra la crisis. El Zalgiris fue la última víctima del equipo de Roger Grimau, que culminó un repóker estelar (91-73).
Con cuatro triunfos en la Euroliga y uno más en la ACB, el cuadro azulgrana disfruta de un 2024 brillante. La victoria ante el cuadro lituano sirvió, además, para afianzar la segunda plaza, ocupada ya en solitario tras el tropiezo de la Virtus en Estambul. Solo el Madrid camina por delante de los azulgranas.
FINAAAAAL! 𝟓 𝐃𝐄 𝟓! 👊 pic.twitter.com/pt2K3ie8Ll
— Barça Basket (@FCBbasket) 12 de enero de 2024 Volvió a jugar el Barça sin su principal referente ofensivo (Laprovittola sigue con molestias) y de nuevo ofreció una notable imagen, incluyendo un inicio demoledor con un parcial de 9-0 que dio paso al tiempo muerto de Andrea Trincheri, un clásico de los banquillos que ha cogido las riendas del Zalgiris para enderezar su rumbo.
Un 13-0 para empezar
La sangría siguió hasta el 13-0. Casi cinco minutos tardó en anotar el cuadro lituano gracias a un triple de Summer. El Barça, con Parker nuevamente en estado de gracia, cerró el primer cuarto como un tiro (26-12), pero el atasco apareció en el segundo. Un parcial de 4-15 obligó a Grimau a detener el crono (30-27, m. 17). Los lituanos llegaron a ponerse por delante (30-32) hasta la aparición de Brizuela, que inició su festival antes del descanso (44-37).
No bajó ya la intensidad el cuadro catalán, que amplió distancias en el tercer cuarto (68-57, m. 30) con la mejor versión del escolta vasco, que concluyó el choque con 24 puntos y 23 de valoración cuando promediaba 3,9 y 2,5 hasta ayer. El Palau le despidió con una merecida ovación en el tramo final de un choque que solo tuvo color azulgrana.