Al menos 99 muertos causaron los incendios forestales sin precedentes que afectan a la región de Valparaíso, en el centro de Chile, informó este domingo el Servicio Médico Legal (SML), órgano estatal asignado para dar el balance de víctimas durante la crisis, que el presidente Gabriel Boric calificó como “la tragedia más grande desde el terremoto de 2010” que dejó más de 500 muertes.
“El SML ha ingresado un total de 99 personas; 32 de ellas identificadas. Además, se han realizado 25 autopsias”, informó la entidad en un comunicado.
Con varios focos extintos cerca de los cerros más poblados, donde el fuego causó estragos el viernes, empiezan a verse colinas residenciales reducidas a cenizas y largas hileras de autos en las calles, y se desconoce si son vehículos estacionados o de personas que intentaban evacuarse.
La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, y el gobernador de la región de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, dijeron que hay varios cientos de personas reportadas como desaparecidas ante la policía.
El anterior saldo dado por el presidente Boric era de 64 fallecidos, si bien advirtió que la cifra “crecerá significativamente”.
“Esa cifra va a crecer, sabemos que va a crecer significativamente”, dijo Boric, en Quilpué, zona de cerros poblados, unos 90 kilómetros al noroeste de Santiago.
Viña del Mar, 120 kilómetros al noroeste de Santiago, fue una de las zonas más castigadas por los peores incendios forestales que vivió Chile en su historia reciente.
“Es la tragedia más grande que hemos tenido desde el terremoto de 2010”, afirmó más temprano el presidente Gabriel Boric, en referencia al sismo de magnitud 8,8, que fue seguido de un tsunami, ocurrido el 27 de febrero de 2010.
En Quilpué, unos 90 kilómetros al noroeste de Santiago, el equipo de la agencia AFP registró sectores de casas y automóviles carbonizados, donde el viernes miles de vecinos quedaron horas atrapados en el tráfico, tratando de escapar bajo una lluvia de brasas forestales.
En la ciudad de Viña del Mar, también en la región central de Valparaíso, las víctimas se descubren sin techo y buscan a vecinos y mascotas entre calles repletas de escombros quemados.
Los incendios forestales consumieron hasta ahora 25.567 hectáreas en las regiones del centro del país Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, así como al sur, en el Maule, La Araucanía y Los Lagos, en plena ola de calor.
Para describir la agresividad y rapidez con que se propagaron los incendios el viernes en la tarde sobre zonas pobladas, Rojas contó que el fuego los sorprendió en cuestión de minutos.
Veían humo de un foco lejano, se fue “un rato” a su habitación a ver televisión y cuando salió “a mirar afuera la gente YA estaba corriendo”, recordó.
“Yo salí de mi casa, cerré la puerta y me fui. Ya no supe más porque me fui al centro de Viña del Mar”, describió Rojas, mostrando su vestido rosa para apuntar: “Esto es ahora lo único que tengo”.
“El tiempo se detuvo, no sé si fue a las 4 o las 5 de la tarde. Nosotros tenemos una brigada forestal al lado, tenemos un grifo de agua, nunca lo ocuparon. No llegó bomberos, hasta que se consumió todo. No quedó ni una sola casa”, resumió el horror la jubilada, que vive con una pensión de 206.000 pesos, unos 228 dólares mensuales.
Las condiciones del clima de las últimas horas parecen dar una tregua “con una vaguada costera que permite enfriar el incendio”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, al referirse a un fenómeno típico en la costa del Pacífico, que produce mucha nubosidad, alta humedad y por ende disminución de las temperaturas.
Al tercer día de la crisis de los incendios, el foco en Las Tablas, el más importante en los alrededores de Valparaíso sigue activo y “abarca un perímetro de 80 kilómetros”, dijo Tohá.
En toda la región, conocida por sus playas turísticas y producción vitivinícola, se encuentran desplegadas 17 brigadas de bomberos, 1.300 soldados y voluntarios civiles que ayudan a combatir las llamas, pero también a los damnificados que perdieron todo.
Los testimonios desgarradores de víctimas que perdieron casa y familia, así como las imágenes de llamaradas cubriendo colinas pobladas en Viña del Mar, región de Valparaíso, llevaron al papa Francisco a referirse a esta catástrofe chilena.
Asomado a la ventana del palacio apostólico, el pontífice pidió rezar “por los muertos y heridos en los devastadores incendios en Chile”, tras el ángelus dominical en la plaza de San Pedro.
El alto representante de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ofreció apoyo a Chile a raíz de este nuevo episodio de “devastadores incendios con numerosas víctimas mortales, recordándonos los estragos de la sequía y el clima”, indicó en un mensaje.
En la última década se multiplicaron los episodios de mega incendios forestales en Chile relacionados al clima extremo, a altas temperaturas, una sequía prolongada, construcción de viviendas en sitios no habilitados y un gran porcentaje por negligencia humana, reseñó AFP.
Una ola de calor con máximos de temperatura agobia estos días al Cono Sur americano, donde el fenómeno climático natural de El Niño se agudiza por el calentamiento global provocado por la actividad humana, según especialistas.