Este lunes se sigue sintiendo fuerte la falta de nafta y persisten las largas filas en las estaciones de servicio. El desabastecimiento golpea tanto a la Ciudad de Buenos Aires como a las provincias y aún no se sabe cuándo se normalizará el abastecimiento.
En la YPF de Avenida Córdoba y Dorrego, en la Ciudad, en la mañana del lunes había más de una cuadra de cola. «Ayer sólo tenía gasoil y ahora restablecieron el despacho de nafta», contó a Clarín una lectora.
Previamente pasó por otra YPF, ubicada en Dorrego y Muñecas. «No tenía combustible y mandaban a los clientes a la estación de Dorrego y Córdoba, que está a 12 cuadras de distancia», describió.
Otro usuario cargó en la Shell ubicada en avenida 9 de Julio e Independencia, donde la cola era más pequeña. Según contó a este medio, tenía adelante cuatro autos, aunque aclaró que todas las islas de surtidores contaban con una fila similar o más extensa.
En un paneo por la traza más céntrica de la Ciudad, las estaciones de servicio en general se muestran con filas de vehículos, aunque más cortas que las vistas durante el fin de semana.
En La Matanza, una recorrida por Camino de Cintura a la altura de San Justo reflejaba que el problema también se siente fuerte en el Conurbano. Una YPF sólo expendía GNC, a dos cuadras una Shell también registraba faltante de combustibles y unos 400 metros más adelante una Puma sólo vendía gasoil. El panorama se repetía en otras zonas del GBA, como Lomas de Zamora.
Tras cinco días de parate, en el interior el desabastecimiento se sigue sintiendo con fuerza: estaciones de servicios cerradas, escasez, cupos de carga, y largas filas en distintos puntos del país como Tucumán, Mendoza, Córdoba, Rosario.
En Bialet Massé, en la provincia de Córdoba, por donde pasan una gran cantidad de vehículos a diario -es una zona neurálgica porque de allí se accede a Cosquín, La Falda, Carlos Paz, Valle de Punilla, Valle Hermoso- más de seis estaciones de servicio de alrededor están sin combustible.
El problema entonces no es sólo para los habitantes del lugar, sino también para aquellos que fueron a hacer turismo y no están pudiendo regresar a sus casas.
En muchos casos, la falta de combustible demanda hacer un recorrido de corta distancia.
En Mendoza, por ejemplo, durante los últimos días se registraron largas colas de vehículos intentando llenar el tanque, es por ello que los mismos consumidores van informando a través de las redes sociales intentan acerca del desabastecimiento en la provincia.
En Tucumán, por su parte, el sistema es muy parecido. Donde llega un camión cisterna, el boca a boca se esparce, y al rato se puede ver una cola larguísima de vehículos de todo tipo. Según un relevamiento de TN en vivo, en una estación de servicio ubicada en el barrio Loma de Tafí, que es el límite entre Tafí Viejo y la Capital, hay hasta tres cuadras de cola. Allí buscan cargar desde camiones repartidoras hasta motos de delivery y autos particulares.
El domingo, desde esta última provincia, Sergio Massa intimó a las petroleras a que normalicen el servicio, si pasa del martes a la noche, no los van a dejar seguir importando petróleo.
«Respecto de la situación actual de abastecimiento del sistema de combustibles, la cual se irá normalizando en los próximos días, queremos señalar que el mismo ha experimentado una serie de eventos en los últimos días que lo ha exigido al límite de su capacidad», explicaron en un comunicado las distintas estaciones de servicios que hay en el país.
Entre estos eventos, mencionaron los niveles extraordinarios de demanda, especialmente en los últimos 15 días -fin de semana largo, elecciones donde se produce un pico de movilidad de personas, inicio de la siembra agrícola, entre otros-.
Además, se produjo una dependencia mayor a la habitual de importaciones de combustibles por paradas programadas en algunas refinerías; y, más recientemente, una sobredemanda generada por una expectativa de desabastecimiento.
Según las empresas, «la infraestructura de producción y suministro de combustibles de la Argentina es robusta».
Por su parte, la secretaria de Energía, Flavia Royón, dijo que en las últimas horas «ya bajaron dos barcos y se está bajando el tercero para atender el pico de demanda que hubo» en combustibles y que la normalización del servicio «puede demorar dos o tres días».
«No va a haber aumentos abruptos de precios ni va a haber una devaluación que aliente maniobras especulativas», señaló también.
La funcionaria indicó que el faltante más importante se dio en las provincias limítrofes y que las estaciones de YPF fueron las más afectadas «porque tomó la decisión de mantener más abajo los precios, y eso quebró su stock».
El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio, Carlos Acuña, afirmó que «las petroleras piden 20% de aumento porque les conviene exportar y se cagan en los argentinos que trabajan todos los días, y que ellos también tienen su clientela en este país y hacen plata también en este país».
«Pero ahora están especulando; así que los trabajadores de estaciones de servicio vamos a denunciar a los que guardan y no venden, presionando por un 20% de aumento en el precio», completó.
SN