El Directorio del Fondo aprobaría esta semana el tramo de US$ 7.500 millones. En Washington intentan desentrañar las ideas del candidato libertario.
El ministro de Economía Sergio Massa llega este martes a Washington para buscar US$7.500 millones del Fondo Monetario Internacional y reunirse con funcionarios del gobierno de Joe Biden. Pero será recibido en Estados Unidos con un clima de incertidumbre, cautela y pesimismo sobre la situación argentina.
Expertos que siguen de cerca la relación bilateral, advierten aquí sobre un “conjunto complejo de desequilibrios económicos severos y condiciones sociales frágiles” en nuestro país y que más allá de que el candidato oficialista se lleve un desembolso y una foto con Kristalina Georgieva, resaltan que lo que importa al electorado es estabilizar la inflación y mejorar el ingreso.
Massa comienza su actividad en esta capital el martes con una reunión con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, y luego con la directora de Operaciones del Banco Mundial, Anna Bjerde, con quienes buscará optimizar la cartera de créditos para Argentina ya que muchos de ellos computan para el conteo de reservas.
Más tarde se reunirá con funcionarios del Tesoro estadounidense, Michael Kaplan y Jay Shambaugh, secretario y vicesecretario de Asuntos Internacionales de la cartera, un encuentro clave por el apoyo que Estados Unidos debería dar a la Argentina en el directorio del FMI para los futuros desembolsos.
El plato fuerte de la gira será el miércoles, cuando se reúna con funcionarios del Fondo que siguen el programa argentino y con la jefa del organismo, Kristalina Georgieva. El Massa candidato buscará mostrarse como alguien conocido y previsible, ante la incertidumbre que genera la irrupción de Javier Milei, ganador de las PASO. Pero la búlgara y los técnicos querrán enfocarse en cuestiones más concretas como las medidas que tomará en los próximos días y semanas para cumplir con las metas del programa.
A Massa lo acompañan el jefe de asesores Leonardo Madcur, el secretario legal y administrativo Ricardo Casal y el secretario de asuntos económicos internacionales Marco Lavagna.
El mismo día se reunirá el directorio ejecutivo del Fondo para analizar el desembolso de US$7.500 millones de la quinta y sexta revisión del programa, que se estima que será aprobado, aunque habrá algunas observaciones. Massa espera con ansiedad ese dinero fresco que le permitirá pagar deudas con China, Qatar, la Corporación Andina de Fomento y con el propio FMI, aunque quedaría una pequeña parte para apuntalar reservas y contener al dólar.
El miércoles, antes de partir de regreso para Buenos Aires, Massa también se reunirá con el subsecretario de Estado para América Latina, Brian Nichols, con quien seguramente hablará del panorama político argentino.
El ministro llega a esta capital en un contexto complicado. Daniel Kerner, director ejecutivo para América Latina de Eurasia, dijo a Clarín que el clima con Argentina hoy en Washington y Wall Street es “de cautela”. “Las PASO otra vez fueron sorpresivas y Javier Milei es una incógnita. Las elecciones se ven muy inciertas y el ajuste que viene después va a ser políticamente muy difícil de hacer. Algunos tal vez estén más optimistas conque los favoritos son promercado, pero creo que domina la incertidumbre y hasta cierto pesimismo sobre las elecciones y lo que vendrá después”.
“Massa necesita sí o sí que el directorio del FMI le apruebe el próximo desembolso. Es claro que el Fondo se ha puesto más duro y saben que dado el contexto político actual cumplir las metas va a ser casi imposible”, agregó. “Al mismo tiempo, el ministro sabe que sin el acuerdo habrá mayor inestabilidad y eso lo afectará electoralmente”.
¿Le sirve a Massa la foto con Georgieva y el Fondo para la campaña? “No creo. Me parece que para el electorado es irrelevante. Lo que importa es que logre estabilizar la inflación y mejorar el ingreso, algo que se ve difícil que pueda hacer. Tal vez él crea que lo muestra como un estadista, pero el problema es económico, no de imagen”, señaló el experto.
Lisa Schineller, managing director de S&P Global Ratings, dijo en un reporte al que accedió Clarín que “todos los ojos están puestos en las elecciones presidenciales de este año”, y señaló que sucede particularmente por el triunfo del “outsider” Milei.
“Es probable que los mercados externos permanezcan cerrados para Argentina a la espera de la ejecución de las políticas bajo la próxima administración debido a la incertidumbre sobre su capacidad y voluntad de pago”, vaticinó Schineller.
La experta de Wall Street advierte sobre un futuro cercano muy complejo: “La angustia y los desequilibrios sociales y económicos a corto plazo contrastan con el inmenso potencial económico a largo plazo. Los mercados estarán atentos a cómo cualquier nueva administración gestionará un conjunto complejo de desequilibrios económicos severos y condiciones sociales frágiles”.
“Los riesgos de desvío de políticas y retroceso de la población en medio de un potencial proceso de ajuste probablemente generarán una contracción económica y un empeoramiento inicial de la inflación. Por otra parte, el aumento de la producción de petróleo y gas de la formación de Vaca Muerta este año subraya las ricas oportunidades agrícolas, energéticas convencionales y no convencionales y mineras de Argentina”, agregó.