La Cámara Federal porteña desarchivó una causa en que se investigaba a una supuesta red de trata de personas y tráfico de drogas que involucraría al empresario farmacéutico, escritor y filántropo Alejandro Roemmers y al directivo de River y dueño del sanatorio Colegiales Matías Barreiro, entre otros. Además, el tribunal de alzada rechazó apartar del caso al juez Ariel Lijo y al fiscal Ramiro Gonzalez y pidió medidas de prueba.
La Cámara compartió con el denunciate Roberto Mazzoni “el carácter prematuro” del archivo de la causa, informaron a Clarín fuentes judiciales.
Mientras Roemmers denunció que es víctima de una “falsa denuncia” de Mazzoni quien tendría antecedentes de intentos de extorsión contra el bailarín y productor artístico Hernán Piquín.
Sin embargo, el fallo firmado por los camaristas Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, sostiene que las acusaciones “no pueden ser desestimadas sin la realización de las correspondientes medidas probatorias que diluciden esos interrogantes” antes de decir si se archiva el caso,
En la causa se formaron “legajos de identidad reservada en donde se denunciaron maniobras similares a las investigadas en autos que tendrían como protagonistas a los sujetos sindicados por el acusador particular” y Mazzino prometió traer dos testigos que aún no se presentaron en sede judiciall.
Además debe investigarse “a presentación efectuada por la Asociación Civil Madres Víctimas de Trata en la cual también se hizo alusión a posibles conductas que guardarían conexión con los eventos estudiados”, agrega el fallo de la cámara del 26 de junio.
En ese sentido “dos jóvenes se presentaron ante la mencionada organización y expresaron a viva voz, que su vida corría peligro, atento a que las secuencias vividas involucraban a gente famosa y poderosa, y temían realizar una declaración en sede judicial», comentó la Cámara Federal.
La causa había sido archivada por el juez Lijo en mayo pasado, luego de dos años de investigación y de enviar agentes encubiertos a un gimnasio y boliche de la zona norte de la CABA que había denunciado Mazzoni.
En su resolución, Lijo sostuvo que unos chats aportados como pruebas eran “conversaciones con algunos de los denunciados en torno al desarrollo de eventos privados” que no probaban el delito de trata.
“Las personas investigadas residían o frecuentaban los lugares señalados, en ningún momento se pudo advertir que estén vinculadas con el tráfico de estupefacientes, y/o con conductas en infracción a la Ley de trata de personas”, agregó Lijo. Mazzoni fue amigo de Barreiro y Rommers afirma que lo vio “un par de veces con Piquín” hace varios años atrás.
De los chats que Mazzoni presentó en la causa “no surge que se obligara a las mujeres u hombres a ejercer trabajos sexuales sino que, por el contrario, se trataría de circunstancias en las que, personas mayores de edad, desarrollarían actividades en la órbita de su absoluto consentimiento”, escribió Lijo, candidato del Gobierno a juez de la Corte Suprema.
En su fallo, Lijo sostuvo que las pruebas acreditan “relaciones que consistirían en el intercambio de dinero por sexo o por acompañamiento, pero no se advertirían maniobras vinculadas a la trata de personas”.
Pero el 5 de agosto pasado, Roberto Mazzoni sorprendió a los participantes de la Jornada por el Día Mundial contra la Trata de Personas, denunciando que era “víctima de una red de trata, lo tengo denunciado en la causa 1052/2022 que está en el juzgado del Dr. Ariel Lijo y el fiscal es Ramiro González”. La denuncia de Mazzoni, visiblemente conmovido, se viralizó en las redes.
“Después del infierno que viví, he tomado la decisión de denunciar con lo que eso me costó emocionalmente, con lo que cuesta tomar esa decisión, a lo que para mí es la red de trata más grande de la República Argentina” sostuvo Mazzoni en esa jornada. La querella está representada por la ONG Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT) que preside Viviana Caminos.
En un comunicado enviado a Clarín, los abogados de Roemmers, Santiago Fernández Madero y Juan Novello afirmaron que Mazzoni es “un individuo con antecedentes de extorsión, hurto y violencia que han tomado estado público (difamación y extorsión a un reconocido artista e intento de atropello con una camioneta robada)”, en referencia a Piquín.
El texto asegura que “la justicia archivó la falsa denuncia de Roberto Mazzoni después de dos años en que no se presentara ninguna prueba y ningún damnificado en la causa, ni siquiera el propio Mazzoni”.
“Reiteramos: no existe ni una sola persona, ni mayor ni menor de edad, ni en nuestro país ni en el exterior, que haya jamás manifestado alguna queja”, resalta la nota.
El comunicado agrega que “hemos ofrecido testigos y pruebas que demuestran el accionar de Roberto Mazzoni, la incitación del falso testimonio y su voluntad de pedir dinero a cambio de no difamar falsamente”. La defensa pedirá que esos testigos declaren ahora ante el juez Lijo.
Los letrados aseguran que Mazzoni “decidió denunciar falsamente al mencionado Alejandro Roemmers -entre otros empresarios- por delitos aberrantes tales como la trata de blanca o el abuso sexual, pretendiendo con ello obtener un indebido beneficio económico”.
“Ante la negativa de nuestro representado a ceder ante su chantaje, interpuso una denuncia formal sin ninguna prueba más que su inverosímil relato, siendo que él no resulta ser víctima de trata, ni de abuso, ni de nada ya que no tiene trato alguno con el Sr. Roemmers” señalan.
Los letrados afirmaron que Mazzoni “intentó colgarse de la explosión mediática de la causa Natacha Jaitt, también de la causa de Jey Mammon y recientemente tomando la palabra desde el público en una conferencia celebrada en el Senado de la Nación con motivo de la trata de blanca y la desaparición de personas -en alusión al caso de “Loan”-.
Para los abogados Mazzoni ya realizó “este tipo de maniobras, siendo que resultó ser pareja y productor del bailarín Hernán Piquín, a quien luego de su ruptura amorosa, colmó de falsas denuncias por estafa y defraudación, las que luego de la investigación judicial concluyeron con el sobreseimiento del bailarín y con una contra-demanda por calumnias e injurias”.
¿Quién es Roemmers? Además de empresario farmacéutico, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo nombró Personalidad Destacada de la Cultura, declarando de interés cultural para la Ciudad de Buenos Aires a su obra “El Regreso del Joven Príncipe”. Recibió un reconocimiento a su trayectoria en la UNAM (Universidad Autónoma de México).
Es guionista y co-guionista de series y productor de contenidos audiovisuales para plataformas en España y Argentina.
El 3 de diciembre de 2018 el Senado de la Nación le hizo entrega de la mención “Domingo F. Sarmiento”, que constituye el reconocimiento a personas físicas o jurídicas del quehacer cultural, deportivo, profesional y académico, por su obra emprendedora destinada a mejorar la calidad de vida de sus semejantes, de las instituciones y de sus comunidades.
En mayo del mismo año, presentó en Madrid su último poemario, “Sonetos del amor entero”, que reúne sonetos inéditos. El evento fue celebrado en el Teatro Real y asistió un gran número de personas del mundo de la cultura.
En el 2018 Roemmers, festejó sus 60 años el pasado fin de semana con una lujosa fiesta en Marrakech (Marruecos), con un costo cercano a los seis millones de dólares.
Desde mediados de 2017, unos 600 afortunados recibieron por correo electrónico la tarjeta para ser parte de la celebración que incluyó aéreos, hospedaje en hoteles de lujo, un evento en pleno desierto y hasta la presentación en vivo del cantante Ricky Martin.