Probablemente porque les cuesta digerirla, la derrota ante Inglaterra en la primera fecha del Mundial todavía se repite en cada conferencia de prensa. Existe un acto reflejo de preguntar por ese traspié o incluirlo en respuestas, como mea culpas infinitos. Los Pumas quieren concentrarse en Samoa, pero no se pueden sacar de la cabeza la espina de La Rosa.
«Los Mundiales hay que disfrutarlos mucho, hay presiones, pero hay que sacárselas y hay que salir a jugarlos”. El que habla es Agustín Creevy, que afronta su cuarta Copa del Mundo y camina sobre una línea que lo lleva a hablar del primero y el próximo partido en las mismas formulaciones. Es uno de los mayores del plantel, el que más partidos tiene jugados y quien en esta misma competencia puede seguir rompiendo récords.
Sus palabras no pasan inadvertidas por una cuestión, ni más ni menos, que de historia. Cuenta que la preparación para este Mundial, a diferencia de los otros tres que jugó, contó con un aspecto inédito: la preparación mental a la par de la física.
“No lo he visto en otros Mundiales: trabajar tanto la parte mental y sobre todo la física. Estamos todos un poco desilusionados porque no pudimos mostrar todo eso que venimos entrenando. Hicimos un trabajo tanto en lo grupal como en lo individual, fue muy bueno, así que ahora hay que afrontar esto, ponerle el pecho y pensar en Samoa”, recapitula Creevy para lanzarse al presente.
Creevy consideró que el equipo tiene con qué recuperarse. Foto Emmanuel Fernández/ Enviado especial El hooker reconoció que en el último tiempo de este deporte, la preparación pasó a ser más integral y se corrió de la exclusividad del gimnasio. Aparece en escena la preparación mental y esa, dice, es la clave del momento.
“El rugby en general va evolucionando en todos los aspectos, pero sobre todo en Los Pumas. Ahora se está trabajando mucho más el aspecto mental. Se trabaja siempre muy duro en la parte física, las destrezas del juego del rugby también. Pero la comunicación con los entrenadores, los roles de los líderes, creo que están muy bien preparados”, remarcó.
Cheika, el motivador
Uno de los aspectos que tiene el entrenador principal de Los Pumas, Michael Cheika, es la utilización de herramientas de psicología deportiva para llevar diariamente al grupo a un nivel de concentración y compromiso que Creevy hace referencia.
“De eso se encarga Michael (Cheika) que sabe y tiene mucha experiencia. Es un trabajo más de charlas en equipo, de cada uno empezar a hablar lo que piensa, lo que siente. Eso ayuda mucho a la comunicación entre todos, para que los entrenadores sepan dónde están parados los jugadores y el equipo sepa también de la visión de los entrenadores”, explicó el experimentado jugador.
Creevy fue capitán de muchos de sus actuales compañeros y ahora es suplente de Julián Montoya, quien ahora lleva la cinta y antes esperaba su turno en el banco, hasta su salida. Pero las cosas cambiaron y de todas esas situaciones, no quedaron recelos ni contrapuntos.
«Exteriorizar es algo fundamental», dice Creevy la clave para el equilibrio de los grupos. Foto Emmanuel Fernández/ Enviado especial «Para mi exteriorizar esto es algo fundamental. Contar los problemas que uno tiene, charlar acerca de los miedos. Está bueno que los jugadores se empiecen a abrir. Es algo que me encanta, porque cada uno tiene una forma distinta de ver las cosas. Ayuda a la riqueza del equipo, lo nutre, lo hace más fuerte», analizó.
La derrota inicial, bajó la intensidad de la noción que tenía a Los Pumas como probables protagonistas de esta Copa. Demostrarán para que están en la siguiente oportunidad, cuando enfrentan a Samoa por la tercera fecha, ya que la que comienza tiene al equipo libre.
«Estoy convencido que los buenos grupos, sólidos y fuertes, son los que ganan torneos, aunque pasen por momentos malos. Este grupo está muy bien consolidado y todo ese trabajo de preparación mental ayuda mucho a definir donde estamos parados«, distinguió.
La agenda de Los Pumas
Después del entrenamiento abierto al público y de compartir un asado, la delegación argentina tendrá el jueves libre. Los jugadores con familia optan por dejar la concentración y pasear, otros los hacen en grupo y algunos prefieren la privacidad del hotel.
“A mí particularmente me gusta quedarme en la pileta del hotel, estar mi habitación”, admitió Lautaro Bazán Vélez, quien también participó de la conferencia de prensa junto a Creevy. El medio scrum es uno de los pocos que tampoco se cruza a la playa frente al lugar en que se hospedan.
El viernes volverán trabajar, pero el sábado tendrán otra pausa. Lo que sigue es plan de trabajo focalizado en el encuentro del viernes, en Saint Etienne, ante Samoa. Desde el domingo hasta el kick off, no habrá tregua ni descanso.