Las autoridades de Rusia han culpado a Kiev de la última oleada de ataques «sin precedentes» perpetrados este viernes por el Ejército ruso contra distintos puntos de Ucrania, que han dejado al menos 22 muertos y cerca de 130 heridos, según el último balance facilitado por las autoridades ucranianas.
El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzya, ha argumentado este mismo viernes en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la organización en Nueva York que el verdadero problema ha sido la instalación por parte de Ucrania de sistemas de defensa antiaérea en zonas residenciales. «Si los sistemas de defensa antiaérea ucranianos no hubieran funcionado, no habría habido víctimas entre la población civil», ha declarado Nebenzya.
Desde Kiev han descrito el ataque nocturno como el peor bombardeo aéreo desde el comienzo de la guerra. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhni, ha detallado que las fuerzas rusas han lanzado 158 proyectiles, entre misiles de distintos tipos y vehículos aéreos no tripulados. No obstante, ha destacado que han logrado neutralizar 87 misiles de crucero y 27 drones.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha calificado esta agresión de «acto de terror» durante su discurso vespertino del viernes. La cadena de ataques se ha saldado con muertos en Dnipró, Járkov, Zaporiyia, Odesa, Leópolis y Kiev. Sólo en la capital han fallecido al menos nueve personas.