La puesta en marcha de la nueva planta de vacunas del laboratorio Richmond en Pilar, ideada originalmente para fabricar la vacuna Sputnik V en el país, se prevé ahora para fines de marzo de 2024. Así lo indica la calificadora de riesgo Fix SCR, en un documento publicado el 31 de julio.
La inauguración vino teniendo sucesivas dilaciones, pero el nuevo motivo de estos contratiempos obedece, al parecer, a que el potencial de la planta se multiplicaría, debido a un cambio en los planes de producción a partir de la posibilidad de fabricar una mayor diversidad de vacunas que la prevista cuando comenzó el proyecto.
Como se recordará, la Comisión Nacional de Valores aprobó en julio de 2021 el fideicomiso financiero Proyecto VIDA por 85 millones de dólares, con el objetivo de construir esta planta, cuyo motor original había sido la producción local completa (principio activo y envasado) de la Sputnik V.
Pero luego ese plan quedó trunco. La vacuna rusa contra el Covid -pese a su probada eficacia- nunca recibió el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud y Richmond entonces decidió poner el foco en otros productos. Entre las novedades surgió un contrato con el laboratorio Cansino, para fabricar su vacuna Convidecia en el país.
El comunicado del Gobierno fechado el 12 de julio de 2021, que anunciaba aquel fideicomiso, daba cuenta de que la capacidad total de producción de la nueva planta sería “de unos 80 millones de viales/año y unas 28 millones de jeringas/año”. Y estimaba que la fecha de habilitación de la planta sería el 1° de octubre de 2022.
Como se dijo, uno de los productos que se espera se fabriquen en esta planta es la vacuna china de Cansino contra el Covid, que entre sus presentaciones tiene una hasta ahora inédita en Argentina: la versión nasal. Se trata de una vacuna que prescinde de la jeringa con aguja para su aplicación, ya que se aspira.
Una de las ventajas de esta vacuna nasal es su evidente contacto precoz con las mucosas y las vías aéreas superiores, que pasaron a ser las más afectadas desde el momento en que el Covid mutó hacia la variante Ómicron. Otra ventaja es que las personas fóbicas a los pinchazos podrán encontrar una alternativa de inmunización.
Fuentes de Cansino dijeron esta semana a Clarín que todavía falta el registro de esta vacuna en la ANMAT, al igual que sucede con el de la versión tradicional que se inyecta. Hasta ahora lo que hubo durante la pandemia fue una autorización de emergencia previa a una compra de 5 millones de dosis que había hecho el Gobierno.
Los planes de Richmond en Pilar también incluyen la elaboración de vacunas contra la gripe, hepatitis y HPV. Cuando esté en funcionamiento, será una de las plantas de producción de vacunas más grandes de Latinoamérica. «Fue un sacrificio enorme que va a comenzar a dar sus réditos a partir de los próximos años», dijeron a este medio fuentes del laboratorio.
“La fecha estimada de finalización del proyecto, incluyendo los procesos de calificación y validación, estarán completados para el 31 de marzo de 2024. Esto se debe a la reprogramación de las obras de construcción e instalación de servicios y maquinarias para que la planta pueda producir otros tipos de vacunas y medicamentos”, dice el informe de Fix SCR.
Fuentes de la calificadora de riesgo agregaron, ante la consulta de este medio, que para que se puedan realizar esos cambios en la producción “va a haber modificaciones en el layout”, es decir, la manera en que están distribuidas las máquinas en la planta.
Producción nacional
Las fuentes de Richmond dijeron que “más allá del atraso se hizo en un buen tiempo. En marzo se empezará a producir”. Y explicaron la causa de las dilaciones de último momento: “Es por las nuevas vacunas que estamos firmando, que son muchas. Todas hoy se producen afuera y la mayoría forma parte del calendario de vacunación. Van a terminar produciéndose por etapas en Argentina». ¿Cuáles son?, preguntó Clarín: «Cuando se cierren los contratos finales comunicaremos los detalles”, respondieron.
Si bien las fuentes de Fix SCR aseguraron que gran parte de las máquinas que se necesitan para que la planta comience a funcionar ya llegó a Pilar, dijeron que aún había algunos insumos que restaba liberar en la aduana. El ingreso del equipamiento al país fue un dolor de cabeza para Richmond y ésa fue una de las causas que demoró la obra.
La planta tiene 5.000 metros cuadrados, en los que habrá dos líneas de fermentación con biorreactores de 50, 200 y 1.000 litros de capacidad; una línea de purificación con sistemas cromatográficos y sistemas de filtración de flujo, áreas de producción de producto terminado inyectable, áreas de soporte, sistemas farmacéuticos, depósitos dedicados y sectores de servicios como los de almacenamiento, manipulación y control de los bancos celulares.
“Luego de concluidas las instalaciones, se estiman tres meses adicionales para obtener las habilitaciones pertinentes -municipal, provincial y nacional (esta última ante la ANMAT)- para poder iniciar el proceso productivo y comercialización de las vacunas”, explica Fix SCR.
Agrega que “el Proyecto tendrá un impacto directo social positivo en tanto se espera que mejore el acceso a servicios esenciales de la salud, en particular, el acceso a medicamentos. Una nueva planta nacional con el 100 por ciento de elaboración integrada permitiría una mayor disponibilidad del producto terminado para ser comercializado según las necesidades de los clientes al garantizar la disponibilidad de vacunas y contribuir a su vez al autoabastecimiento de la producción a nivel nacional”.
PS