Gregg Popovich es una leyenda viva de la NBA. El eterno entrenador de San Antonio Spurs pasó 27 años de su carrera al frente de la franquicia texana, con la que saboreó la gloria, festejó cinco campeonatos -incluidos los cuatro de Emanuel Ginóbili– y consiguió récords personales que lo convierten en uno de los más prestigiosos entrenadores de la historia. Pero también vivió rachas negativas. La temporada que acaba de terminar fue la peor del equipo desde la de 1996/97 (22 victorias y 60 derrotas) y la cuarta consecutiva en la que se quedó afuera de los playoffs. En esas casi tres décadas de alegrías y decepciones, pasaron muchos jugadores por las manos de Pop. Y con los Spurs a punto de comenzar una nueva «reconstrucción», es casi un hecho que firmará la renovación de su contrato. Y lo hará por un monto histórico.
Es que San Antonio, que tendrá la primera selección del draft que se celebrará este jueves, elegirá en el número 1 al francés Victor Wembanyama, un pivote multifacético de 19 años, que con 2,19 metros se mueve con la soltura de un escolta y está llamado a ser la gran estrella de su generación. Y desde la franquicia quieren que Popovich sea el encargado de guiar a su nueva figura mientras se abre camino en la NBA. Por eso le ofrecieron un acuerdo de tres temporadas por 42 millones de dólares, con la posibilidad de terminar el vínculo al final de cualquiera de los dos primeros años.
Si en su contrato previo cobraba 11,5 millones por campeonato, ahora Pop pasaría a embolsar 14 millones por año y volverá a ser el entrenador mejor pago de la NBA. Porque superará los 13 millones por año que recibirá Monty Williams, tras firmar por seis años con Detroit Pistons a fines de mayo.
Los medios de San Antonio aseguran que no habrá un anuncio especial sobre la renovación, pero afirman que en la franquicia ya trabajan bajo la premisa de que Popovich seguirá en su cargo al menos por una temporada más. Y según informó el periodista Jeff McDonald del San Antonio Express News, el martes pasado el entrenador estuvo presente en las instalaciones de práctica, lo que muchos vieron como un guiño que confirma su continuidad.
Popovich comenzó su carrera como entrenador principal de los Spurs en diciembre de 1996, tras el despido de Bob Hill. En ese momento era manager y vicepresidente de la franquicia. Los Spurs terminaron esa temporada con un desastroso récord de 20-62, que les permitió quedarse con la primera elección del draft para el siguiente campeonato. En 1997 seleccionaron a Tim Duncan y dieron el puntapié inicial a la era dorada del equipo.
Conquistaron en 1999 el primer anillo de su historia, con Duncan como líder. Y tras la llegada de Manu Ginóbili (57° en el draft de 1999) y Tony Parker (28° en el de 2001), se formó ese trío histórico que repitió la consagración en 2003, 2005, 2007 y 2014 y fue además finalista en 2013, cuando perdió 4-3 con Miami.
Desde el banco, Pop supo cómo conducir y sacar lo mejor de cada uno de esos tres fenómenos y de otros grandes jugadores que formaron parte de esas plantillas.
Con Popovich al mando, San Antonio pasó 22 temporadas consecutivas jugando los playoffs. La racha se cortó en 2020, poco después de los retiros de Duncan y de Ginóbili y de la salida de Parker, que jugó su último campeonato (2018/19) en Charlotte, y cuando en el equipo texano ya se hablaba de una reconstrucción que nunca ocurrió.
Pese a las decepciones y los malos resultados de los años siguientes, el eterno coach siguió firme en su puesto. Hace algunos meses, contó por qué nunca abandonó el barco: «Me divierte entrenar este equipo con jugadores jóvenes y talentosos. Hay noches que pienso ‘¿Qué estoy haciendo acá? ¿Necesito hacer esto?’. Pero luego voy a los entrenamientos, veo a los chicos entusiasmados y sé que no lo cambiaría».
El más ganador
Popovic es el tercer entrenador con más años de trayectoria en la liga (27), marca que comparte con George Karl y que superará cuando firme su renovación. Solo Wilkens y Nelson, ya retirados, tuvieron carreras más largas que él: el primero fue entrenador durante 32 temporadas y el segundo, durante 31.
Aunque hay un dato que le da un valor extra a la longevidad del entrenador de los Spurs: pasó toda su carrera en el mismo equipo, algo rarísimo en una liga extremadamente competitiva en la que los pobres rendimientos en las canchas tumban entrenadores con bastante frecuencia.
Wilkens, en cambio, estuvo entre 1969 y 2005 al frente de Seattle, Portland, Cleveland, Atlanta, Toronto y New York. Y Nelson pasó por Milwaukee, Golden State, New York y Dallas entre 1976 y 2005.
Tras varias temporadas difíciles, San Antonio prepara el terreno para comenzar una nueva etapa. La inminente llegada de Wembanyama, el jugador que más expectativas generó en el draft en los últimos años, promete ser el punto de partida para otra reconstrucción, como ocurrió con Duncan en 1997. Y Popovich, aunque aún no dio el sí oficial, estará en el banco, su lugar desde hace 27 años, para liderar una nueva versión de los Spurs que ya ilusiona a sus fanáticos. Y para escribir un capítulo más en su legendaria carrera.
HS