Frente a Tribunales, jueces, abogados, empleados de la Justicia y organizaciones civiles denunciaron un acoso a su trabajo.
Un millar de personas se agolparon este lunes al mediodía frente a las escalinatas del Palacio de Tribunales, para manifestarse en favor de la independencia judicial y contra los ataques del gobierno, los «factores de poder» y algunos medios.
En el acto hablaron los titulares de las entidades convocantes: Marcelo Gallo Tagle (Asociación de Magistrados), Alberto Garay (Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires), Ricardo Gil Lavedra (Colegio Público de Abogados) y Julio Piumato (secretario general de los empleados judiciales). También adhirieron Fores, Acción Conjunta Republicana, Será Justicia y Abogados de Pie, entre otras asociaciones.
Primero se leyó un breve documento en el que Magistrados Empleados de la Justicia advirtieron que «los tiempos que hoy vivimos nos imponen la necesidad de abogar por lo evidente. La forma Republicana adoptada por la Constitución Nacional se basa en la independencia y control recíproco de los tres Poderes, de modo tal que dispone que el Judicial debe controlar lo actuado por los otros dos y -para cumplir esa manda- la premisa básica es no tener compromiso con ningún partido o tendencia político-empresarial, ser libre de cualquier influjo externo.»
El juez y directivo sectorial proclamó «algo que todos nosotros sabemos, y todos deberían saber y acatar, sin distinción de ideologías: ¡sin un Poder Judicial Independiente no hay República, y sin división republicana de Poderes independientes no hay Democracia!»
Gallo Tagle explicó que «los jueces, al desempeñarnos como tales, no somos amigos de nadie sino súbditos de la Constitución Nacional. Siempre que resolvamos alguna cuestión nuestra decisión va a agradar a unos y a desagradar a otros. Esto no nos transforma en instrumentos partidistas de persona o interés alguno. Pretender descalificar esas decisiones por el desagrado que puedan generar en algunas personas o grupos de interés no es más que una muestra de la vocación de cambiar el sistema republicano y democrático por uno autoritario».
“Nosotros estamos permanentemente defendiéndonos de ataques de aquellos que tienen determinados tipo de poderes, económico, político, mediático que tratan de incidir en las decisiones cuando un fallo les resulta adverso” añadió el magistrado, quien observó además que “la embestida se incrementa cada día con una velocidad que es preocupante”.
Bajo el frío apenas atemperado por el sol de julio, lo escuchaban el camarista federal Mariano Llorens y la fiscal Fabiana León (vicepresidentes de Gallo Tagle en Magistrados), el fiscal Diego Luciani; los jueces Diego Barroetaveña, Alejandra Provítola y el retirado Ricardo Recondo; los consejeros de ma Magistratura Miguel Piedecasas, Jimena de la Torre y Álvaro González; el diputado y ex consejero Pablo Tonelli, el expresidente del colegio de Abogados, Máximo Fonrouge, el ex viceministro de Justicia de la Nación y referente de Fores, Martín Casares; Agustín Pesce de Abogados de Pie, y el ex titular del Banco Provincia, Juan Curuchet, entre otros.
Garay se refirió al trámite de Juicio Político a la Corte que el oficialismo conduce en Diputados: «es intolerable y debe ser repudiado, porque se hace por disconformidad con decisiones, que además son ajustados a derecho.»
El titular de los trabajadores judiciales, Julio Piumato, puso su mirada en los usuarios de los tribunales: «la independencia de la Justicia es la última salvaguarda de los argentinos para defender sus derechos.»
El último orador, Ricardo Gil Lavedra, retomó la frase que bordaba la convocatoria: «el lema ‘Sin independencia no hay justicia’ tiene un complemento ‘Sin justicia no hay democracia’.
«La independencia de la Justicia no es un problema del poder, es un problema de la ciudadanía. Y en momentos en los que Argentina tiene que fortalecer su funcionamiento institucional, hay que renovar los compromisos y las reglas básicas de toda democracia liberal: el respeto a la ley, la independencia de poderes, la independencia de la Justicia», razonó.
«Desde las instituciones de la abogacía vamos a defender a los jueces de todo atropello, de toda descalificación, de todo deterioro. Basta de hostigamiento, basta de acoso público, basta de deslegitimar su función. Deslegitimando a los jueces se está ocasionando un daño enorme a una Institución básica de la República», reclamó Gil Lavedra.