En 2013, en medio de la euforia tras colgarse el oro en el Eurobasket con la selección española femenina, Elisa Aguilar telefoneó a su agente y le dijo: «Se acabó. Hasta aquí he llegado. Cuelgo las botas». La decisión cobraba más importancia porque tenía contrato firmado con un club de Polonia, pero a sus 37 años, decidió que era el momento de dar el siguiente paso. «Durante los 20 años como jugadora sabía que una lesión o una decisión de un entrenador podía complicar mi carrera profesional. Por eso siempre tuve en la cabeza la idea de formarme. Siempre me gustó la gestión y decidí prepararme para ello».
Estudió Económicas en la Universidad de George Washington y tres másters en Gestión Deportiva, y el pasado 2 de octubre fue nombrada nueva presidenta de la Federación Española de Baloncesto. En el año del centenario de la FEB, Elisa se convertía en la primera mujer en presidir una Federación de las denominadas ‘grandes’.
La primera vez que Aguilar entró en la FEB o tuvo relación con ella fue hace 33 años, tenía entonces 14 y aquella chica que descubrió el baloncesto a los nueve años en el colegio Amorós, fue convocada en Pamplona por la selección cadete. Corría el 90 y desde aquel día el destino de Elsa ha corrido de forma paralela a la de la selección y la Federación. Esta economista madrileña es la sexta jugadora que más veces ha vestido la camiseta de España, con 222 internacionalidades. Además de ser una de las 14 españolas, concretamente la cuarta en orden tras Amaya Valdemoro, Betty Cebrián y Marina Ferragut, en jugar en la WNBA. Aguilar pasó una temporada en los Utah Starzz.
Presidenta por mayoría aplastante
Elisa fue proclamada presidente casi por unanimidad, ya que de los 79 asambleístas que acudieron a la Asamblea Extraordinaria que se celebró en el en el salón Madrid del hotel Eurobuilding de la capital, 77 votaron a favor y dos en blanco. En la sala estaban presentes el presidente del COE, Alejandro Blanco; la plana mayor de la FEB y Jorge Garbajosa, ya en calidad de presidente de FIBA Europa; Antonio Martin, presidente de la ACB; Alfonso Reyes, presidente de la ABP, y Juan Fernández, del Gabinete de Presidencia del CSD. Todas las fuerzas vivas del basket español… y sus alrededores. Señal inequívoca de la buena salud de la que disfruta el deporte de la canasta en España.
Aguilar presume de presentarse a la presidencia de la FEB, «no por ser mujer, sino porque considero que tengo un bagaje personal y profesional y puedo aportar mucho a la institución». Pero no esconde que la hace «mucha ilusión ser la primera en presidir una de las grandes federaciones del deporte español. Es es el primer paso de muchos que vendrán detrás».
Elisa nunca tuvo miedo a salir de su zona de confort. Solo así se explica que después de proclamarse campeona de la Copa de la Reina y subcampeona de Liga con el Canoe siendo una niña (debutó con 16 años), se marcharse a Estados Unidos a enrolarse en la Universidad de George Washington, donde estuvo jugando tres años y medio. La base española se convirtió en una imagen recurrente en las páginas del ‘The Washington Post’. Allí se erigió en estrella del equipo y referente para sus compañeras. Fue Rookie del año y All Star de la liga de la universidad, entrando en el Top-20 con más de 1000 puntos y 300 asistencias.
Acabada su formación, regresó a España, al Halcón Viajes de Salamanca, donde fue subcampeona de Copa, además de colgarse el bronce en el Europeo de Francia. Al año siguiente hizo la maleta y se marchó al Caja Rural Canarias, donde tuvo tiempo para pensar en su siguiente desafío. El verano de 2002 regresó a EEUU, para jugar en la mejor liga del mundo, la WNBA, como base de las Utah Starzz. Una temporada le bastó y fue reclutada por el campeón de la liga española, el Ros Casares Valencia, donde estuvo nueve años en los que ganó todos los títulos en España y disputó dos Final Four de Euroliga, pero no ganó el título.
En el verano de 2010 decidió acercarse más a casa, a Madrid, fichando por el Rivas Ecópolis, donde estuvo dos temporadas. Y de allí se fue a Moscú alistándose en el Spartak Región de Moscú, donde terminó su carrera. Se retiró tras ganar el Eurobasket 2013, el colofón a una carrera con cinco medallas continentales (oro, dos platas y dos bronces), y un bronce mundial.
Hoy Aguilar es la presidenta número 12 de la FEB en los 100 años de historia de la Federación. Afirma que en el despacho es como en la cancha: «Era base y me gustaba mirar el partido de frente, analizar y buscar la mejor opción. Como presidenta soy analítica, busco soluciones a todo. Tengo capacidad de sacrificio y esfuerzo, con generosidad. Nunca me ha obsesionado el mérito de meter puntos, siguiendo con el símil, pero no rehuyo si me dan el balón y me la tengo que jugar. Así soy yo. Me gusta conciliar, hablo poco y escucho más».