Caras largas en la sede del PSdeG. Los socialistas obtuvieron el peor resultado de su historia. Su representación en el Parlamento gallego baja a solo nueve escaños, cinco menos que en los comicios autonómicos de 2020. Solo lograron el 14 por ciento de los apoyos, 5,35 puntos menos que hace cuatro años. Perdieron más de 46.000 votos. “No obtuvimos los resultados que aguardábamos, sin paliativos”, confesó el candidato a la Presidencia de la Xunta de Galicia, José Ramón Gómez Besteiro.
“Ahora desde nuestro compromiso absolutamente inquebrantable con Galicia necesitamos consolidar un proyecto que sea reconocido entre la ciudadanía y que sea una alternativa real y segura”, defendió Besteiro que así mostró su intención en continuar defendiendo las siglas del PSdeG desde la oposición. No dio señales de querer tirar la toalla. De hecho, advirtió que ahora se abre “una nueva etapa”. E incluso dejó la puerta abierta a volver a intentarlo dentro de cuatro años.
«No lo conseguimos»
“Queríamos convencer a los gallegos de la importancia de estos comicios para el futuro de Galicia y sobre la necesidad de cambio y no lo conseguimos… por ahora”, señaló el cabeza de cartel socialista que confirmó que dejará su escaño en el Congreso y tomará posesión de su acta en el Parlamento de Galicia para trabajar desde la oposición.
No hubo una sola autocrítica tras los malos resultados obtenidos el 18-F. Besteiro aseguró que tocará hacerlo “a partir de ahora”. “Haremos un trabajo más profundo”, se limitó a decir al ser preguntado sobre las causas a las que atribuía el descalabro electoral de su partido.
Con nueve diputados el PSdeG toca fondo. Los socialistas gallegos obtuvieron su mejor resultado en 1989 con Fernando González Laxe como candidato: llegaron a 28 escaños. No sería hasta 2005 con Emilio Pérez Touriño cuando alcanzaron la Xunta obteniendo 25 diputados. Pero a partir de ese momento empezó el declive y ninguno de los candidatos que han probado suerte al frente del partido consiguieron detener la sangría de votos en las elecciones autonómicas. Con Xaquín Fernández Leiceaga bajaron a 14 y cuatro años después en 2020 lograron mantener ese resultado con Gonzalo Caballero como cabeza de cartel.
Pero en estas elecciones los socialistas gallegos han perdido cinco escaños de golpe. Sus votos se han fugado al BNG, pero también le ha robado papeletas Democracia Ourensana. Así, en Ourense el PSdeG ha perdido dos escaños y se queda con solo un acta. En Pontevedra pasa de cinco a tres diputados y en A Coruña obtiene 3, uno menos que en los comicios de 2020. El PSdeG solo ha resistido en Lugo, el feudo del candidato, donde logra mantener dos representantes.
Varapalo al PSdeG
Es un varapalo importante para el PSdeG que ya en las pasadas elecciones municipales sufrió el revés de perder la Diputación de Pontevedra y las Alcaldías de Santiago y Ferrol.
Los ánimos estaban por los suelos. Besteiro compareció, con semblante sonriente y tranquilo, arropado por numerosos cargos del partido, que con caras más serias irrumpieron varias veces en aplausos para arropar a Besteiro.
El candidato socialista explicó que ya había llamado al candidato del PP, Alfonso Rueda, para felicitarlo. Y reiteró su propósito de seguir trabajando desde la oposición para lograr ese cambio que ésta vez no fue posible.
“Ese es el trabajo que realizaré desde la oposición tratando de traer a Galicia las mejores oportunidades siendo fiel reflejo de las políticas útiles, sin trincheras, avanzando hacia una Galicia mejor”, subrayó.
También se dirigió a aquellos que ayer sintieron “desilusión” tras ver los resultados obtenidos por el PSdeG: “les pido que mantengan viva esa ilusión porque ningún cambio es fácil ni se consigue de la noche para la mañana”. Así prometió a todos aquellos gallegos que votaron al PSdeG que no les va a “defraudar”. “Hoy comenzamos una nueva etapa en la que reafirmamos nuestro compromiso con la mayoría social de Galicia”, aseguró para finalizar su intervención.