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Sin reservas ni dólares frescos, el Central apela cada vez más a los yuanes chinos


De los US$ 450 millones que vendió en la primera semana de julio para atender a la demanda de importadores, se estima que el 45% se haya debido a ventas nominadas en yuanes.

Para poder hacer frente al pago del cupón de los bonos que vencían este domingo, que se efectuará este lunes, el viernes salieron de las reservas del Banco Central US$822 millones. Las arcas del organismo están en «zona crítica»: las reservas brutas terminaron la semana en US$ 26.612 millones, lo que implica una caída de US$ 15.599 millones respecto de las tenencias del organismo exactamente un mes atrás.

El mercado sigue de cerca la evolución de las reservas netas, que según las principales consultoras de la City están en terreno negativo desde hace rato y que, semana a semana, solo consiguen profundizar su rojo. En el mercado estiman que ese número negativo llegaría a los US$ 6.000 millones y la demora en el acuerdo con el Fondo, que trae asociado nuevos giros de «dólares frescos» solo complica más la situación.

Mientras tanto, el Banco Central sigue perdiendo diariamente dólares por sus intervenciones en el mal llamado «Mercado Único y Libre» de cambios, pero con una particularidad: de los US$ 450 millones que vendió en la primera semana de julio para atender a la demanda de importadores, se estima que el 45% se haya debido a ventas nominadas en yuanes.

En las últimas semanas, el Banco Central comenzó a activar el pago de las SIRAS en moneda china aprobadas dos meses atrás. Según estimaciones de la consultora Anker, ya se habrían usado más de US$ 1.500 millones en yuanes para cancelar deuda comercial. La gran incógnita de la City es a qué tasa de interés se utiliza el swap chino.

«El gobierno sigue utilizando la asistencia financiera china para hacer frente a diversos pagos», afirmaron en Delphos y explicaron: «La utilización de yuanes se extiende no solo a la cancelación de deuda con el FMI sino también al pago de los cupones de los títulos “hard dollar” y a importaciones de combustibles por parte de ENARSA, YPF o CAMMESA, que fue facilitada por una nueva normativa del Banco Central».

«Cuando resulta necesario los yuanes son convertidos en otras divisas (dólares, euros, etc.) para luego realizar los pagos correspondientes», señalaron en la consultora. Los analistas de la City coinciden en que, a pesar de que el Gobierno logró «patear» los vencimientos con el Fondo para finales de mes, la situación con el organismo internacional se mantiene crítica y que la urgencia por los desembolsos solo se agudizó por estos días.

El Gobierno tiene por delante un pago de US$ 2.600 millones el último día de julio y otro de US$ 700 millones para el día siguiente. Y este último no podrá prorrogarse. «En el pago de junio el gobierno agotó su stock de DEGs por lo que los próximos pagos solo podrían ser cubiertos con yuanes o con los desembolsos del FMI si las negociaciones se aceleran», añadieron en Delphos.

Si no hay novedades del Fondo, la expectativa es que el Gobierno siga echando mano al Swap chino. Concretamente el Banco Central debería girarle al Tesoro adelantos transitorios para que sea éste quien compre los yuanes necesarios para hacer frente a este vencimiento. «Esto derivaría en una caída de US$ 2.600 MM en las reservas que dejaría a las reservas netas en una situación inquietante», sumaron en el Grupo IEB.

Sergio Massa y su equipo tienen los minutos contados para desactivar una de las bombas de este año. Luego de los vencimiento de julio/ agosto, la Argentina tendrá afrontar US$ 1.000 millones en septiembre.

«El tiempo es oro: de no cerrarse las negociaciones antes de mediados de la semana próxima, el acuerdo no alcanzaría para aliviar los pagos postergados al 31 de julio dados los tiempos de aprobación del directorio (entre 15 y 20 días), y los efectos electorales de esta salida de reservas que desde el gobierno buscan evitar se harían notar dada la cercanía a las PASO», advirtieron en IEB.

La semana pasada, ante una consulta de Clarín, fue el propio presidente del BCRA, Miguel Pesce, quien desestimó la gravedad de la situación de las reservas netas y aseguró que «no se trata de una situación preocupante».

En este punto, Pesce negó que la economía argentina camine hacia una «yuanización» a la luz de los últimos usos que se le ha dado al Swap de monedas con China. «En todo caso, lo que esto está reflejando es que tenemos en nuestro según el mes, según el semestre, es nuestro principal socio comercial», afirmó el banquero central.

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