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Sale por la política, y a pesar de Javier Milei

Nada indica que las leyes minibús y de reforma fiscal puedan fracasar en el debate que comienza esta semana. Pero los dictámenes de mayoría y los de minoría de los distintos bloques encienden señales amarillas.

Las propuestas diferentes de oficialismo y oposición prueban que la frase de Javier Milei en la cena de la Fundación Libertad fue otro alarde que debe leerse como lo contrario. Dijo que se podía caer la ley «Bases», porque él haría las reformas «a pesar de la política».

El gobierno ha hecho lo contrario. Negoció las diferencias con tal de que no se caiga nada de lo que cree importante. Diríase que esas leyes pueden salir a pesar de Milei. Pero igual el Congreso será el escenario de una guerra de guerrillas, por el voto en particular.

La artillería está escondida en los dictámenes de minoría y las firmas en disidencia, que darán un resultado no previsible. Las que aporta en su dictamen el bloque bisagra de Hacemos agregan aristas que buscan el apoyo una mayoría, que consolide la capacidad de gobernar de un Congreso que es más fuerte que un Ejecutivo invertebrado y débil, que lleva casi 4 meses de desaciertos.

Esa bancada, que preside Miguel Pichetto, es el eje del debate porque marca tendencias hacia un lado u otro. Allí gravitan, entre otros, Nicolás Massot, Emilio Monzó, Ricardo López Murphy, Florencio Randazzo y Oscar Agost Carreño, secretario de ese bloque y presidente del PRO de Córdoba.

Juegan en tándem con la Coalición Cívica – que en este caso presenta dictámenes propios – y el sector Innovación. También este bloque expresa el interés de gobernadores como Martín Llaryora y Maxi Pullaro – Córdoba y Santa Fe, segunda y tercera provincias en cantidad de votos -.

Lo que logren lo aprovecharán Axel Kicillof y Jorge Macri, que están a la cabeza de las demandas hacia el gobierno de Milei. Se entiende que el oficialismo haya bajado todas las banderas para que intervenga la mano oculta de la política.

Una oportunidad para resetear

Conviene atender lo que proponen en el dictamen de disidencia de Hacemos, porque es el llamador que marcará la segunda etapa de esta confrontación entre Olivos y un Congreso que es hoy más fuerte que en el primer round de la pelea por el control republicano sobre el pretoriano Milei.

Siendo más débiles que ahora, el Senado ya le volteó el DNU 70, y Diputados la ley ómnibus, pese a que había alcanzado 144 votos en la aprobación en general: una proeza para un gobierno de minorías.

Domesticado por el Congreso – «domado» diría algún troll del oficialismo – el gobierno bajó todos los artículos que no iban a tener votos, para evitar una segunda derrota, letal para su imagen ante los mercados, que se sorprendieron por la dimensión de la manifestación en favor de la educación.

Es un momento para resetear. No sólo por la protesta universitaria sino por la reacción en otros foros a los que dedica Milei su misión. En la cena de la Fundación Libertad, de gran concurrencia, no le fue lo bien que dicen sus prenseros. Hubo aplausos aislados, tibios, y bostezos al final.

Melconian no fue el único que se cansó y se fue antes del final. En un público muy para Milei, no hubo las efusiones que se vieron en cenas de este tipo con Alfonsín, Menem, De la Rúa o Macri, con gente parada sobre las mesas revoleando las servilletas.

Carlos Corach dijo alguna vez “La clase media cuando se mufa le puede hacer la vida imposible a un gobierno”. Era en el comienzo de la era Kirchner, que arrancó una declinación del peronismo en las clases medias que terminó con la derrota de 2023.

Le pedirán un plan de ahorro fiscal

El debate en particular, si pasa la votación en general de estos proyectos, se concentrará en cuatro artículos que van a debate con disidencia, que conviene repasar: 1) El más importante es el que le impone un plazo de 30 días al gobierno para que envíe «un proyecto de ley tendiente a incrementar los recursos corrientes de la Administración en un dos por ciento (2%) del Producto Bruto Interno (PBI), mediante la supresión o modificación de exenciones tributarias, beneficios impositivos o de cualquier otro gasto tributario».

El pliego de exenciones suma 4 puntos del PBI y el detalle figura en la separata que suele acompañar a los presupuestos de cada año, en donde se estima el costo fiscal de esas exenciones. Este artículo busca desmentir el axioma mileísta de «no hay plata». Según estos diputados, claro que la hay, pero se la llevan los “héroes” que hacen negocios en Tierra del Fuego y en otros regímenes especiales que el gobierno no ha tocado.

En el debate se hará el reproche de que el gobierno recorta a jubilados y universidades, pero a los prebendados ni los toca. Esta propuesta en disidencia tendrá el apoyo de otros bloques. La diputada peronista Victoria Tolosa Paz cerró su discurso en el plenario de comisiones que discutió la ley de reforma fiscal, al grito de «Traigan la separata». Es una señal de que el peronismo votará por este pedido.

¿Se animarán a gravar al tabaco y a las timbas?

2) Reclamarán que se vuelva a incluir el capítulo del tabaco que el propio gobierno sacó de la última versión. Es una cuestión que enfrenta a empresas del sector y también a gobernadores, que defienden el fondo del trabajo que sostiene a esa industria.

«Los cigarrillos – dice el dictamen de minoría – tanto de producción nacional como importados, tributarán sobre el precio de venta al consumidor, inclusive impuestos, excepto el impuesto al valor agregado, un gravamen del setenta y tres por ciento (73%)». Busca poner en igualdad tributaria a todas las empresas.

Será un debate jugoso porque se cruzarán acusaciones de favoritismo hacia uno u otro sector. El asunto del tabaco atraviesa a los bloques de forma transversal.

3) Otra cuestión que alimentará la construcción de una mayoría interbloques es la propuesta para aumentar los tributos sobre los juegos de azar. «Entendemos oportuno un incremento de los gravámenes de los Juegos de Azar, por ello proponemos la incorporación de un Capítulo denominado: “Adicional extraordinario al Impuesto a las Ganancias aplicable a los servicios de juegos de azar, apuestas, quiniela, lotería y similares”, dice la disidencia. Será otro foro de debate transversal. La Iglesia tiene una posición que suele pesar en este asunto. Busca desalentar la actividad que, entiende, castiga a los sectores más pobres de la sociedad.

La batalla previsional de los gobernadores

4) Este grupo de la oposición amigable propone, como disidencia también, un destino específico a los fondos que se liberen si se liquida el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSES. Es la cuestión que miran con más celo los gobernadores, pero que el gobierno no quiso incluir en su dictamen de mayoría.

Si se aprueba, esta disidencia impone que «si se procede a la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSES, previo a que los fondos pasen al Tesoro Nacional, se garantice el pago de sentencias judiciales de jubilados nacionales, se mejore la fórmula de pago de jubilaciones en, al menos, un 8%, y se asegure el envío de fondos correspondientes a las cajas provinciales armonizadas.»

Las cajas «armonizadas» son aquellas que, habiendo quedado en manos de las provincias, han ajustado sus normas al criterio del régimen nacional. Tienen nombre y apellido: Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y alguna más.

El gobierno busca en estas horas que esto no se vote, para quedarse con todo el FGS, pero los gobernadores reclaman algún compromiso fehaciente, que compense los fondos previsionales que se les deben.

Este punto es sobre el que más presionarán los gobernadores sobre sus legisladores. Padecen una seca que recuerda la célebre frase del exsenador Héctor Maya sobre la abstinencia presupuestaria: «Hay gente que ha comido croquetas de seso de canario flauta al champán y ahora tiene que comer chauchas de caldén».

Se rompió el blindex

Cuando en enero de 2016 Mauricio Macri lo llevó a Sergio Massa a Davos, podía uno preguntarse cuánto tardaría Sergio en volver a la matriz cristinista. Tardó un año.

En diciembre caminó hasta la banca de Máximo Kirchner y acordó un aumento del impuesto a las Ganancias que buscó perjudicar a Macri y los gobernadores. Tuvo que intervenir Juan Schiaretti para que el Senado voltease lo que Diputados había votado, para no desfinanciar a las provincias.

Este vez, la peregrinación del no peronismo hacia ese flanco ha ocurrido a los cuatro meses de haber asumido Javier Milei. La confluencia de dirigentes de todos los sectores en una manifestación de unidad en la diversidad, como la que convocó la defensa de la educación pública, rompió los diques.

La variedad inesperada de esa protesta en la Argentina de la intransigencia abrió puentes que las fuerzas van a cruzar desde ahora con prisa y sin vergüenza. Como que llegó la vacuna. Después de la plaza del martes, el blindex se ha convertido en un delgado cristal de bacará – diría el tango.

Se normaliza el Senado

La primera manifestación del cambio es la convocatoria de un puñado de dirigentes, con Lousteau a la cabeza, a una sesión especial del Senado para tratar proyectos que aseguren el financiamiento de la educación, particularmente la del nivel universitario.

La firma un arco amplio de bloques, lo que asegura que estén cerca del quórum. Ya ocurrió con el llamado a sesión contra el DNU 70 y Victoria Villarroel debió convocar a la sesión, so riesgo de que la Cámara le retirase las facultades que le cedió para armar las comisiones.

El episodio del aumento de los salarios abrió una crisis interna en el bloque de «Los 39» que construyó Juan Carlos Romero, que ha despertado algún sueño en el bloque de los 33 peronistas, que ahora pueden estirarse a más.

Se quejan de que los han marginado de las comisiones por no aplicar un reparto proporcional. Pensaban hasta ahora en llevar la cuestión a la justicia para presionar al oficialismo. Pero han visto luz al final del túnel y empiezan a integrarse a las comisiones más importantes.

Se normaliza la situación en la Cámara y habrá multipartidarias peligrosas para el gobierno. Una es la que puede poner en peligro el DNU 274/24 que impuso una fórmula de movilidad previsional a la baja, que se aplica a falta de otra norma.

La hora de los «emplazamientos»

En Diputados, las tribus de la UCR – alas De Loredo y ala Manes -, Hacemos y la Coalición de Elisa Carrió, pidieron que se convoque a la Comisión de Educación para tratar la misma materia. El miércoles pasado fracasó un llamado del peronismo a sesión especial. Sólo hubo 123 bancas ocupadas, sobre las 129 que necesitaban para arrancar una sesión.

Pero en la sesión de este lunes por las leyes-bala del gobierno, ese grupo pedirá que se apruebe un emplazamiento a la Comisión. Emplazar es ponerle fecha de tratamiento a un proyecto cuando la Cámara o una comisión miran para otro lado.

Pedirán este lunes otro emplazamiento más riesgoso para el gobierno: es para que el presidente de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert, ponga en el orden del día el dictamen que votó la Comisión de Previsión Social el miércoles 17 de abril.

El dictamen de mayoría tiene 13 votos y la propuesta la hizo el peronismo. Esto asegura que el emplazamiento tenga el voto de Unión por la Patria, que propone reflotar la fórmula de movilidad que impuso Alberto Fernández.

Quemá esas fotos

Otra señal de cambio es la pacificación con el planeta sindical. Quedó impresa en el dictamen de mayoría de la ley minibús – llamada Bases por el oficialismo, en una evocación alberdiana digna de mejor causa – y es el retiro del Banco Nación de la lista de empresas públicas privatizables. Figuró en todos los proyectos del gobierno desde la primera versión de la ley ómnibus.

Y hubo una señal más, discreta. Fue la reunión que mantuvieron los dirigentes del sindicato de los bancarios (Palazzo conducción) con el secretario de Trabajo Julio Cordero. Fue para cerrar el acuerdo entre la Bancaria y los dueños del banco Galicia, por el cual habrá fusión sin despidos con el HSBC.

El acuerdo lo cerró el diputado y jefe del gremio Sergio Palazzo con el principal accionista del Galicia, Eduardo Escasany. Cordero pidió que la firma del acuerdo se hiciese en el Ministerio de Trabajo, para mitigar la imagen antisindical del actual gobierno.

Hubo fotos, pero a los protagonistas les pareció mejor no revolearlas mucho para evitar que se enterase Olivos: la cartera de Trabajo es un cadalso donde suele rodar, cada semana, la cabeza un funcionario del sector.

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