Mientras en el Gobierno insisten en que la recuperación económica será impulsada por el crédito privado, en los bancos comienzan a verse los primeros «brotes verdes». En agosto, el stock de préstamos creció por tercer mes consecutivo, aunque su incremento todavía representa una caída con lo que se veía 12 meses atrás. Las tarjetas de crédito lograron recuperase un 28% desde su punto más bajo, en marzo, según datos de Atacyc.
Sin embargo, aunque las condiciones para endeudarse hayan mejorado relativamente con la abrupta caída de las tasas de interés, los argentinos todavía parecen mostrarte reticentes a pedir financiamiento para sus proyectos o negocios. Según un estudio elaborado por la consultora Trendsity, apenas el 20% cree que los préstamos en Argentina son accesibles. Y no solo se refieren al costo financiero.
La encuesta, realizada a 3.000 personas en Argentina, Colombia y México a pedido de Ualá, muestra que la historia reciente, la falta de educación financiera y, alejan a los argentinos del mundo crediticio.
Mientras que el 54% de los argentinos cree que sólo una persona bancarizada puede acceder al crédito, el 46% indica que, en caso de necesitar plata, el préstamo o crédito sería su última alternativa. De hecho, el 42% prefiere financiarse informalmente, es decir pedirle plata a un familiar o amigo antes que recurrir al banco.
Al mismo tiempo, el estudio revela que para el 60%, tomar deuda en Argentina es un problema. A los prejuicios y temores, se suma la incertidumbre en torno a la aprobación: sólo 5 de cada 10 argentinos cree que, en caso de solicitar un préstamo, podría obtenerlo (53%), y la otra mitad no cree (14%) o no sabe (33%) si les sería aprobado o no.
“La percepción de que el crédito es inaccesible o riesgoso, pone en evidencia la necesidad urgente de una mayor educación financiera y de políticas que fomenten un acceso más equitativo y transparente”, señaló Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity a partir de los hallazgos del estudio. “En un contexto donde la inestabilidad económica es la norma, romper con estos preconceptos no solo es crucial para los individuos, sino también para el crecimiento económico sostenido del país”, amplió.
La mayoría de los que sí tomaron créditos o tomarían respondieron que lo harían para financiar sus propios emprendimientos. Los siguen los que buscan comprar bienes durables; mientras que un 25% lo destinaría a mejoras y arreglos en el hogar y un 22% para cancelar otras deudas anteriores.
En la presentación del estudio, Ualá reveló que ya otorgó más de 6.6 millones de préstamos, desde cuotificaciones de consumos a créditos de mediano plazo, con montos de hasta $7,5 millones. Joaquín Dominguez, VP de Crédito de Ualá, explicó que la baja de tasas representó un repunte de la demanda y también un interés por tomar préstamos a mayor plazo. «Gracias a Ualá Score, un sistema de scoring propio basado en inteligencia artificial, se evalúa el perfil crediticio de los usuarios según su actividad en la app, permitiendo incrementar los montos disponibles y mejorar las tasas ofrecidas a medida que realizan más transacciones», dijo.
Si bien 3 de cada 10 argentinos no se sienten preparados para decidir si un préstamo les conviene o no, la edad y el historial crediticio condicionan la evaluación al momento de pedirlo: mientras que las personas mayores de 29 años y que ya han solicitado un préstamo en el pasado tienden a considerar las condiciones, montos y plazos de pago, las menores de esa edad y sin historial crediticio prestan mayor atención a los requisitos.
“Uno de los motivos por los cuales en Ualá hacemos hincapié en la educación financiera es porque la falta de conocimiento genera preconceptos en torno al crédito. El miedo sólo pone barreras al momento de acceder a este tipo de herramientas, que pueden resultar muy valiosas para la vida cotidiana, ya sea para concretar un proyecto personal, encarar estudios o bien comenzar un emprendimiento”, señaló Dominguez.