El ministro y candidato polemizó con el candidato libertario en el Consejo de las Américas y justificó el tope del 5% mensual en los precios.
“Sos un un quejoso, mañana te llamo”. Sin perder el humor, Sergio Massa le pasó factura a los empresarios por las críticas que vertieron en los últimos días contra el nuevo acuerdo de precios. “Alcanza que me llamen por teléfono”, insistió. El apuntado era Daniel Funes de Rioja, quien con una sonrisa se había acercado a saludar al ministro de Economía y candidato.
Ese fue el clima que reinó en la sede de la Cámara de Comercio (CAC), después de la charla que encabezó el presidenciable bombardeó con preguntas a los ejecutivos de las principales empresas del país. Y más temprano optó por polemizar con Javier Milei, quien había apuntado contra el kirchnerismo y ratificado su idea de avanzar en una dolarización, junto con la eliminación del Banco Central.
«¿Alguien les explicó como es el canje sobre el Banco Central? ¿Les dijeron que es un Bonex? Se llama plan Bonex», dijo el ministro. Y, en otro tramo, insistió: «En los próximos 60 días tómense el trabajo de imaginar como serían los bancos el 11 de diciembre con un plan Bonex, que supone sacarle pasivos al Banco Central para ir a un esquema de dolarización».
En primera fila, estaban sentados los miembros del Consejo de las Américas, como titulares de las cámaras bancarias Javier Bolzico (Adeba) y Claudio Cesario (ABA), el dueño de casa Mario Grinman (CAC) y la CEO del Consejo, Susan Segal, Funes de Rioja (UIA y Copal), Adelmo Gabi (Bolsa de Comercio), Alejandro Bulgheroni (PAE) y Eduardo Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000).
Massa apuntó así contra uno de los pilares de la plataforma de Milei, que es crear un fideicomiso en el exterior que emita títulos para conseguir los dólares, lo que implicaría un aumento de la deuda pública. Pero el candidato oficialista asegura que eso es similar al plan de Carlos Menem en 1989, que derivó en un canje compulsivo de plazos fijos por bonos para eliminar el austral.
El ministro regresó este jueves de Washington, tras acordar un desembolso con el FMI de US$ 7.500 millones y hacer una escala en Paraguay, y después de aterrizar en Ezeiza se dirigió a la CAC, en Bartolomé Mitre al 200, a 200 metros del Ministerio de Economía para participar del cierre de la jornada del Consejo de las Américas, en la que más temprano participó Patricia Bullrich y Milei.
Ante 150 empresarios, el tigrense intentó plantearse como un «administrador» ante los que «hablan desde afuera» y criticó al Fondo porque, según él, en los últimos dos meses «dejó de ser prestamista de última instancia». En ese marco, advirtió que «no hay dólares del Fondo, no hay dólares de exportaciones, ¿de dónde van a salir dólares para dolarizar?».
En su discurso de casi 1 hora, Massa volvió a blandir la posibilidad de abrir importaciones en donde vea una «actitud monopólica» y, por otro lado, justificó los acuerdos de precios al señalar que «son por un acuerdo con el Fondo que este ministro no tomó», a la vez que destacó el acuerdo con los laboratorios de CILFA después de 11 meses «sin una buena relación».
La charla siguió en los pasillos, donde los empresarios se acercaron a Massa después de aplaudirlo con entusiasmo. «Ahora se ordenaron, habían tenido un desvío en el programa de precios», le hizo notar al ejecutivo de una firma de EE.UU. Luego, se retiró en una Hiance Toyota, que llamó la atención. «Esa es la camioneta de Massa? Quiero una», dijo Carlos Restaino, de la CAC.