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Rodrigo Aliendro, el nuevo termómetro de River: de repartir pizzas y jugar en la ‘C’, a ser ovacionado en el Monumental

Rodrigo Aliendro es un ejemplo de movilidad social ascendente. En una década, pasó de jugar en la Primera C (cuarta división de AFA) a la cúspide del fútbol argentino. A sus 32 años, brilla en River. Ante Defensa y Justicia volvió a ser una de las figuras y recibió por primera vez la ovación de los hinchas en el Monumental.

El Peti (así le dicen por su altura) es un mediocampista todoterreno. Y aprendió a ser un jugador multifacético cuando bajó a la Primera C para jugar en Ituzaingó, luego de que no lo tuvieran en cuenta en Chacarita (y anteriormente había quedado libre de Argentinos Juniors, a los 17 años). Era 2013. Ya había soplado 22 velitas de cumpleaños. Pero lejos de caerse, el futbolista oriundo de Merlo lo tomó como un desafío para impulsar su carrera.

En Ituzaingó, al equipo no le fue bien, ya que descendió a la Primera D pero Aliendro igual se destacó. A veces parecía que jugaba él contra todos. Iba y venía de área a área. Y levantaba tierra en cada arranque o en cada disputa de la pelota con los rivales. Incluso, hasta hacía algunos chiches. Como un gol que hizo de rabona (a Dock Sud), el cual se puede ver en videos que circulan por las redes sociales.

En aquel tiempo, Aliendro no solo jugaba al fútbol. También tenía un trabajo extra. Repartía pizas y empanadas por el Oeste del Gran Buenos Aires. Entrenaba a la mañana y dese las siete de la tarde a las nueve de la noche se subía a una moto para hacer los delivery.

Luego de un año en Ituzaingó, Aliendro volvió a Chacarita para disputar la B Nacional. Ahí sí tuvo más participación y en 2016 pegó el salto a Primera para arribar a Atlético Tucumán, donde su carrera ya dio un vuelco definitivo. Se asentó como un jugador de la máxima categoría y tres temporadas más tarde desembarcó en Colón, donde su juego creció muchísimo y lo llevó a River, pedido por Marcelo Gallardo, hace casi un año.

En Núñez, luego de sufrir una lesión traumática en su cara (fractura de maxilar), por la cual tuvo que ser operado, en un Superclásico en la Bombonera, y que lo dejó cuatro meses fuera de las canchas, Aliendro se recuperó sin problemas y hoy demuestra, en el equipo de Demichelis, porqué Gallardo lo fue a buscar.

“Rodrigo (Aliendro) viene arrastrando un gran presente hace varias semanas. Y si bien tengo variantes como volante central, es difícil que no sea él el que arranque los partidos. Sé que a él le gusta soltarse un poco más, pero también puede hacerlo muy bien como cinco, da equilibrio”, afirmó ‘Micho’ luego del triunfo de River sobre Defensa y Justicia, en el que Aliendro fue uno de los mejores de la cancha.

El ex Colón es versátil y le da varias opciones a Demichelis. Puede jugar de volante central, de doble cinco, de volante interior o más suelto. Pero ahora está como único “5”. Y eso le da la chance al entrenador de jugar con un delantero más.

Es que Aliendro se está bancando la mitad de la cancha. De ser rueda de auxilio de Enzo Pérez, pasó a ocupar el lugar del mendocino ante su ausencia y si bien por momentos lo escolta Nicolás De La Cruz, en los últimos dos encuentros demostró que puede jugar como único volante central. Y desde ahí organizar el juego, ya que no solo quita y recupera, sino que también inicia jugadas de ataque y a veces hasta se desprende para comandarlas él.

“Jugar como único volante central es una circunstancia que me está tocando. No es mi puesto natural, me estoy adaptando. Me gusta jugar un poco más suelto, pero Martín me pide un poco más de equilibrio porque sabe que me gusta soltarme y desordenarme», comentó Aliendro, que tuvo una noche mágica ante Defensa y Justicia.

Las estadísticas del partido que River le ganó al equipo de Florencio Varela el sábado por la noche marcaron que Aliendro fue el primer jugador en intercepciones (con 4), el primero en recuperaciones (11), el primero en duelos ganados (10), el primero en entradas completadas (4 de 4). Por otro lado, con él en cancha en lo que va del año, el conjunto de Núñez jugó 23 partidos, de los que ganó 18, empató 2 y perdió 3. Y en varios de ellos se destacó. Lo que llevó a los hinchas a gritar “Alieeendrooo, Alieeendroooo” un par de veces.

Con algo de vergüenza, el mediocampista se refirió a la ovación que recibió en el Monumental y expresó: “Estoy agradecido, es algo inesperado. Me pone feliz el cariño de la gente. Esto es un sueño y trato de disfrutarlo dando el máximo”. Y agregó: «Cuando llegué no tuve la suerte esperada con esos golpes (las lesiones contra Vélez y Boca) que tuve, pero sabía que cuando llegó Martín (Demichelis) iba a empezar de cero. Siempre confié en mí. Soy agradecido a Marcelo (Gallardo) por aquel llamado y a Martín (Demichelis) por la confianza. Intento aprovechar todo al máximo”.

Y entre tanta emoción, también hubo tiempo en la conferencia de prensa para rememorar aquellos los momentos en el Oeste. «Tengo recuerdos hermosos de mi época en Ituzaingó. Aquel gol de rabona me trae cosas lindas a la cabeza y siempre estuve agradecido por aquella oportunidad», reveló el volante que usa los botines negros.

Y sobre la definición del campeonato, comentó: “Sacamos adelante dos partidos complicados, aunque todos los encuentros lo son. El torneo argentino es muy parejo, al igual que la Copa Libertadores, que es muy competitiva. Estamos para cumplir los objetivos que nos propusimos. Esperemos que al final de la temporada los logremos”.

Aliendro vive un momento de ensueño. En 10 años, pasó de repartir pizzas por las calles del Oeste del conurbano a distribuir pelotas por el campo de juego del Monumental. El esfuerzo y la cultura de trabajo dieron sus frutos. Acompaña con talento, claro. Desde muy abajo, llegó River. Lo ovacionaron los hinchas. Y ahora, quiere ser campeón.

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