Tras el gol de Barracas, se puso el equipo al hombro para la remontada. Metió un centro picante para el empate (con desvío involuntario) y marcó el segundo. Su ausencia en la Paternal, se había sentido.
27/08/2023 23:48
Clarín.com Deportes Actualizado al 27/08/2023 23:48
“U-ru-gua-yo, u-ru-gua-yo…”
Como en los tiempos en los que Enzo Francescoli desparramaba su talento por el campo de juego del Monumental, aquel característico grito volvió a sonar una vez más en Núñez pero esta vez para un compatriota suyo. Nicolás de La Cruz, la figura de la victoria de River sobre Barracas Central, se llevó la ovación de todos los riverplatenses. Y la mereció, claro. Fue clave para que el conjunto Millonario revirtiera el resultado.
El moreno mediocampista se hizo cargo del equipo luego de que River sufriera el tanto de Bruno Sepúlveda. Enseguida frotó su botín derecho para enviar un centro de un tiro libre que terminó en la red luego del desvío involuntario de Sepúlveda, delantero de Barracas Central.
De La Cruz tomó protagonismo en el partido. A tal punto que en el arranque del segundo tiempo le dio tranquilidad a su equipo cuando, de frente al arco, pisó el área rival y definió de sobrepique para clavar la pelota cerca del ángulo.
Así, el uruguayo volvió a demostrar lo decisivo que es para el conjunto que dirige Demichelis. La semana anterior, en la primera fecha de la Copa Liga, no pudo jugar por un cuadro febril. Y su ausencia en La Paternal, donde River cayó con Argentinos, se sintió. Como también se había padecido en las primeras jornadas de la Liga. Tras el regreso del uruguayo, el mediocampos se acomodó y el equipo empezó a funcionar.
Ante Barracas, ayer, se posicionó cerca de Enzo Pérez, como “doble cinco”, y desde ese lugar movió los hilos. Manejó la pelota con criterio, dio pases precisos, acompañó en el atque y también ayudó en la recuperación. Un combo completo.
River celebra que De La Cruz siga con la banda roja sobre el pecho cuando podría haberlo perdido en este mercado de pases de invierno. Pero el volante rechazó una oferta millonaria del Al Duhail de Qatar. El destino no lo convencía en lo deportivo y, además, lo alejaba de la Selección de Uruguay, con la que jugó el último Mundial.
Un par de meses atrás también se había caído la posibilidad de que se fuera a Flamengo. Es que River, que en ese momento todavía estaba en la Copa Libertadores, no quería reforzar a otro equipo que competía en el torneo continental más importante. Ahora, espera contar con el uruguayo, siempre determinante, un tiempo más.