«En Río de Janeiro vamos a ganar y la vuelta vamos a dar», cantaban los hinchas de Boca en la Bombonera en la previa al duelo ante Unión de Santa Fe por la fecha 9 de la Copa de la Liga. Está claro, la cabeza está puesta en la final de la Copa Libertadores del 4 de noviembre ante Fluminense, en el Estadio Maracaná.
Por eso, cuando Edinson Cavani dio cuatro vueltas sobre el césped de la Bombonera tomándose el tobillo derecho y con la boca abierta de dolor, se paralizaron los corazones de los hinchas en las tribunas del estadio.
Cavani cada vez juega mejor. Fue clave en la revancha ante Palmeiras, en San Pablo, con una actuación superlativa y un gol fundamental para ponerse arriba en la serie y que le permitiera al equipo de Jorge Almirón llegar a los penales.
Ante Unión, Cavani ya había metido dos cabezazos determinantes: en el primero, el arquero Moyano dio rebote y Marcos Rojo marcó el 1-0. En el segundo, la pelota dio en el palo. Cavani, otra vez estaba en modo crack.
Pero a los 27 minutos, recibió una pelota sobre la derecha y tras el control recibió un fuerte planchazo de Franco Calderón en el tobillo derecho. El árbitro Yael Falcón Pérez le mostró la roja directa al defensor del Tatengue y rápidamente los médicos del Xeneize ingresaron para asistir al uruguayo, que después de unos minutos logró levantarse y volver al juego.
Faltan 15 días -apenas- para la final de la Copa Libertadores. Boca ya sufrirá la baja de Marcos Rojo -expulsado ante Palmeiras- y no puede dar ventajas ante Fluminense. Cavani es una pieza clave y los hinchas le prenden velas para que el tobillo no presente dificultades después del planchazo de Calderón.