Matías Giménez, el delantero por el que apostó Carlos Tevez apenas llegó a Independiente, entró en la trampa. Le habló Mariano Andújar, le mojó la oreja. No se vistió de Dibu el veterano arquero de Estudiantes, pero pinchó al atacante del elendo de Avellaneda. Y el ex delantero de San Martín de San Juan la intentó picar y la dejó servida en la mano derecha de Andújar, que al atajar soltó una risa. Ahí se empezó a torcer la historia de Independiente en la definición por penales.
A Estudiantes tan solo le alcanzó con patear y meter 3 penales. José Sosa, Gastón Benedetti y Eros Mancuso batieron a Rodrigo Rey. Mancuello había arrancado bien para el elenco de Avellaneda. Pero falló Giménez y luego Joaquín Laso (palo) y Alexis Canelo (travesaño).
No encontraba consuelo en el final Giménez. Se tiró en el piso del Malvinas Argentinas de Mendoza y recibió los abrazos de sus compañeros. Rápido, el apellido del atacante fue tendencia en las redes. Tomó un riesgo el sanjuanino de 24 años y le tocó perder.
«Es difícil hacer un análisis después de una derrota así. Competimos bien a lo largo de los 90 minutos, tuvimos una clara sobre el final. Necesitábamos esta victoria para seguir en la levantada y afianzándonos en el proceso nuevo. Nos tenemos que quedar con lo que hicimos durante el juego. Lamentablemente en los penales hemos fallado. Ahora tenemos que levantar cabeza que el jueves tenemos una final», explicó el capitán Federico Mancuello.
Y cerró: «Las exigencias son cada vez más altas. Tenemos que seguir trabajando, limando detalles y creyendo en el proceso».