InicioPolíticaSigue la interna: chispazos y chicanas entre cristinistas y kicillofistas

Sigue la interna: chispazos y chicanas entre cristinistas y kicillofistas

Luego de que el gobernador Axel Kicillof determinara este lunes el desdoblamiento de la elección bonaerense, las cuales tendrán lugar el próximo 7 de septiembre, a contramano de las expectativas del kirchnerismo, que aspiraba a que las elecciones nacionales y provinciales fueran concurrentes, se consumó un agravamiento severo de la crisis que golpea al peronismo.

Pocas horas después se hicieron sentir las primeras declaraciones de referentes del espacio. Entre ellos la intendente de Quilmes, Mayra Mendoza, muy cercana a Cristina Kirchner, quién se quejó porque «siempre nos están señalando con el dedo» y manifestó que el gobernador «se cortó solo» porque «Cristina dijo algo pensando en el bien de todos y el termina haciendo otra cosa» y planteó estar «en algún punto dolida» por la decisión. En el medio de una disputa que resulta incomprensible en términos políticos para los millones de bonaerenses (desdoblar o no) Mendoza aseguró «nosotros estamos dando argumentos que tienen que ver con la vida de los bonaerenses, no con una cosa que nos queda más cómoda». Aunque la realidad es que los argumentos técnicos de uno y otro lado lejos están de explicar el nivel de disputa interna entre ambos sectores.

Por su parte, Carlos Bianco, jefe de gabinete de Axel Kicillof en la gobernación bonaerense, jugó la misma carta de la unidad que había utilizado el gobernador durante la tarde de ayer al negar que el desdoblamiento estuviera dirigido contra el cristinismo y asegurando que «sería un orgullo que (Cristina) fuera candidata». El kicillofismo juega así la prenda de la unidad para intentar cubrirse y buscando que el sector que responde a Cristina Kirchner de el próximo paso. Distintas versiones daban cuenta de que este jueves volverían a reunirse los dirigentes peronistas para continuar las negociaciones.

Aunque aún resta por verse cual será el alcance de la disputa abierta, lo cierto es que desde el sector de Cristina Kirchner habían amenazado que considerarían una ruptura cualquier intento por parte del gobernador bonaerense por separar ambas elecciones. En ese contexto es que se había especulado con fuerza con la posibilidad de una candidatura de Cristina para disputar directamente con Kicillof.

No queda claro si esta crisis (¿ruptura?) tendrá finalmente su expresión electoral o si ambas partes lograrán acercar posiciones. Lo que es categórico es que mientras ambos sectores se sacan chispas para ver quién logra dirigir y subordinar al conjunto del peronismo, esta disputa está a kilómetros de la voluntad de lucha que vienen demostrando miles frente al ajuste de Javier Milei y su motosierra. Más aún, en un momento dramático a nivel mundial, donde se baraja la posibilidad de que el mundo entero entre en recesión como consecuencia de las medidas arancelarias dispuestas por Donald Trump, el peronismo parece no darse por enterado.

Mientras tanto, miles de trabajadores se disponen a acompañar a los jubilados este miércoles en su ronda al Congreso y a la que esta vez se sumarán delegaciones de sindicatos. Al día siguiente un paro general recorrerá el país. Es allí, en las calles y en la lucha, donde se jugará parte del futuro no solo de los bonaerenses, sino del conjunto de los trabajadores y el pueblo pobre. Por eso, partiendo de estas medidas, será necesario avanzar hacia construir un verdadero plan de lucha que enfrente el conjunto del plan de ajuste. Muy lejos de lo que la agenda de comunicados y rosca eterna del peronismo tienen para ofrecer a las grandes mayorías.

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