El pasado 1 de enero, cuando el 2025 llevaba apenas algunas horas de existencia, una triste y dolorosa noticia dio vuelta al mundo: a la edad de 82 años, había muerto Leopoldo Dante Tévez, conocido artísticamente como Leo Dan. El exitoso cantante, compositor, actor y pastor cristiano, había nacido un 22 de marzo de 1942 en Estación Atamisqui, Santiago del Estero y cultivó una de las carreras musicales más importantes de la canción latinoamericana.
Dejó un impresionante legado de más de 1500 canciones escritas, 40 millones de copias vendidas y una influencia que trascendió fronteras. Sin embargo, muy pocos conocían la historia de su musa inspiradora, una joven carlospacense a quién le dedicó el primer tema que lo catapultó a la fama: «Celia».
Fue el amor imposible del artista santiagueño. La conoció en 1962 en las Termas de Río Hondo, cuando la joven viajó desde Villa Carlos Paz para acompañar a su padre (quien era dueño de una agencia y coordinaba un contingente turístico). A partir de aquel «flechazo», la correspondencia fue cada vez más frecuente hasta que en 1963, el artista que comenzaba a dar sus primeros pasos, la visitó en la villa serrana y fue rechazado por la joven.
Ese desengaño amoroso se transformó en el primer éxito del cantante.
Según indicó el propio Leo Dan, desde que conoció a «Celia», comenzó un intercambio de cartas de amor que volaban por los precarios caminos que por entonces unían esta ciudad turística con la santiagueña. Él creyó que sería el amor de su vida, pero la historia quedó inconclusa. «No entendía nada, todo parecía estar bien hasta que nos vimos después de un tiempo. Toda esa expectativa y todo ese amor platónico que vivíamos a través de las cartas, se transformó en mi primer éxito. «Celia» fue el tema principal de mi primer disco y cuando la persona para la cual estaba dedicada la escuchó, se contactó conmigo para retomar la relación pero mi vida ya había comenzado a transcurrir por otros carriles»; reconoció el artista.
¿Quién era Celia?
En la década de los ´50, ´60 y ´70, miles de cantautores del interior del país viajaban a Buenos Aires para cumplir sus sueños de triunfar en la gran metrópolis. Sobran los ejemplos en todos los géneros musicales, como fue el caso del tucumano Palito Ortega, Elio Roca, Luis Landriscina y decenas de grupos de folklore. Entre esos artistas, estuvo también Leo Dan.
Tras conquistar la gran ciudad con su creación, su voz y sus actuaciones en diversas películas, había decidido formalizar con quién fuera su esposa para toda la vida. Sin embargo, lo largo de los años, se le atribuyeron varias historias de amor. De Celia, se conoce poco y nada, nunca fue entrevistada, no se conoce su apellido ni si aún permanece viva.