El jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la entidad, Cristian Russo, resaltó en declaraciones a Télam que las lluvias esperadas para los próximos días serán «de menor intensidad», pero evaluó como aspecto positivo que serán «generalizadas».
«De vuelta llovió en la región núcleo», dijo, para precisar que «los mayores valores de acumulados (de agua) se dieron en el noroeste de Buenos Aires, también en el este cordobés y en Rosario hacia el norte».
Además marcó una información que aún resta verificar, que se señala que «pudo haber acumulados muy importantes en Entre Ríos, en la zona de La Paz, y también en el norte de Santa Fe».
Algunas de las cifras más importantes incluyen 30 milímetros en Carlos Pellegrini y en Baradero, así como 26,2 milímetros en Ramallo.
El listado con los mayores registros de precipitaciones en la zona núcleo se completó con Monte Buey, con 25 milímetros, Montes de Oca (24,6 mm), Junín y Noetinger (ambas localidades con 24 mm), Guatimozín y Rojas (las dos con 22,2 mm), Bell Ville, Yrigoyen y Bengolea (22 mm en los tres casos).
«Lo que estamos viendo con esta lluvia es que se está desplazando hacia el noroeste», destacó Russo, reseñando que en las zonas donde más llovió los registros se ubican entre 10 a 30 milímetros y donde hubo menos precipitaciones de 5 a 15 milímetros.
En el informe de la BCR se planteó que «las lluvias han sido esenciales para recargar los perfiles de suelo y proporcionar la humedad necesaria para el crecimiento de los cultivos».
En lo que presentó como «buenas noticias para la región núcleo», la BCR agregó que «se espera que las lluvias de los últimos días continúen hasta el miércoles o jueves, con la expectativa de una tormenta adicional, de menor intensidad».
«Esto sugiere que un área más amplia de la región núcleo podría recibir la tan necesaria precipitación».
Como dato negativo, el informe indicó que «las lluvias también trajeron consigo viento y granizo que afectaron el estado de los cultivos, especialmente en las zonas de El Trébol y María Susana«, donde los daños «han sido significativos, y se informa que los cultivos de trigo y maíz están seriamente afectados».
El panorama descripto por la Bolsa se inscribe en la misma línea de los de los últimos días, en los que las lluvias marcaron «un punto de inflexión en la situación, ofreciendo un rayo de esperanza para los productores de la región», luego de la sequía del último año.
De hecho, las precipitaciones de la semana pasada en la región central, con acumulados promedios de entre 30 y 40 milímetros, con picos que superaron los 100 mm, fueron claves no solo para detener el deterioro del trigo, sino también para impulsar la siembra de maíz y de soja, que comenzará la próxima semana en la zona núcleo.
Según la BCR, «con este aguacero, durante la semana comenzará el desfile de sembradoras de soja» en la región que comprende el norte bonaerense y el centro-sur de Santa Fe y Córdoba.
En este sentido, el 90% de la región núcleo acumuló más de 30 milímetros del 20 al 24 de octubre, lo cual permitió sumar «algunos puntos al rendimiento del trigo» y «resultan determinantes para frenar la caída de los rindes», destacó la BCR.