Eran las 20.38 de este miércoles y el periodista Martín González cubría la marcha en el Congreso cuando, desde atrás y con la mano abierta, un hombre lo golpeó. Las imágenes se vieron en la transmisión en vivo del canal TN, donde trabaja el cronista.
González no estaba al aire en el momento en que un manifestante vestido con remera negra, una bandera argentina y una mochila colgando en su espalda se acercó y lo golpeó arteramente, mientras que hablaba con otro presente, desde la espalda. González no tenía manera de defenderse. Luego de golpear al cronista, el agresor arengó desde unos metros de distancia, entre reproches de otras personas que reprobaban su actitud. Sin la venia de nadie, retrocedió y se perdió en sentido este por Rivadavia.
El agresor fue detenido poco más de media hora más adelante, sobre Avenida de Mayo intentando escapar, a varias cuadras de donde agredió a González. Se trata de Daniel Olivera, de 44 años y con domicilio en La Matanza, y la Policía de la Ciudad lo alcanzó gracias al peritaje de las cámaras de seguridad aledañas. El propio cronista debió reconocerlo luego.
«No tengo mucho que agregar porque no me quiero exponer, porque estoy caliente», narró el cronista minutos más tarde para sus compañeros que estaban en el estudio, acerca del desconcierto por la violenta reacción de Olivera, con el que no tuvo ninguna otra interacción más que haber sido agredido.
González intentó buscarle al menos un contexto al sinsentido. «Fue una situación que entre todo lo que pasó hoy, que trabajamos muy bien, y fue una protesta con fundamento por lo que estaban reclamando, y con sentido en la manera que estuvo hecha, de repente quedan… Se me viene la palabra idiota, pero me parece que es peor que eso: un estúpido que te pega«, esbozó el cronista al aire.
«Es un enojo en el que uno siente que toda esta gente que después se llena la boca diciendo que viene a defender no sé qué, trata a los que hacemos el trabajo de esta manera. Es todo ridículo«, se quejó.
Este evento de violencia ocurrió minutos después de que las fuerzas de seguridad lograran desconcentrar la esquina de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos, en donde miles de manifestantes asediaban las vallas de contención del Congreso. Fue mediante un operativo de pinzas para el cual agentes de las distintas fuerzas cercaron las calles aledañas a la Plaza de los Dos Congresos y disuadieron a los manifestantes de seguir asediando la valla.
En algunas de las esquinas, como en la de Rivadavia y Rodríguez Peña, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y agentes de la policía. A metros de distancia, en cambio, Olivera atacaba a un cronista.
DS