Lo saben todos los chicos que juegan al tenis y tienen chances de hacer una carrera internacional: no es fácil poder costearse pasajes, ropa, estadías y se recurre a todo, desde rifas hasta la ayuda de vecinos.
Mariano Zabaleta, extenista que llegó al 21 puesto del ranking ATP, lo vivió en carne propia y, buscando la forma de ayudar a que los deportistas puedan financiarse, se topó con Ángel Lombardi y junto a otros dos socios que venían del palo emprendedor, crearon una plataforma en la que la gente “invierte” en los jugadores a cambio de un porcentaje de los premios futuros (que en el tenis son públicos).
Lombardi cuenta que un chico de 14 años necesita entre US$ 30 y 40 mil por año por 4 o 5 años para hacer carrera en el exterior. Y Zabaleta agrega que hoy solo los primeros 100 del ranking acceden a sponsors privados.
“Cómo puede ser que con 1.000 millones de fanáticos que tiene el tenis, que es el cuarto deporte más popular del mundo, tan pocos jugadores puedan vivir del deporte o se queden en el camino”, dice Zabaleta.
La empresa, que funciona desde enero, se llama Slice Token y recibió aportes del fondo Newtopia e inversores ángeles entre los que se encuentra Pico Mónaco. Los otros socios fundadores del emprendimiento son Pablo Abadie (del negocio publicitario) y Juan Pablo Bruzzo (fundador de la fintech Moni).
Mariano Zabaleta y Angel Lombardi, fundadores de Slice Token, una plataforma para invertir en deportistas.Funciona de la siguiente manera: cada deportista puede “emitir” 20.000 tokens, que equivalen a 30% de sus premios futuros. Así, cada inversor recibe 0,0015% de los dólares que gane en su carrera. Esa moneda puede valer más o menos, según si el tenista ya forma parte del ranking ATP o si recién está empezando (entre US$ 20 y 350).
Se invierten pesos que se convierten en dólares (en realidad con la tarjeta de crédito se compran las stablecoins USDC, criptomoneda atada al dólar) y se cobra también en esa moneda que se puede pasar a dólares.
La plataforma ya tiene unos 40 jugadores de 13 países y buscan captar entre 5 a 6 más entre los mejores 100 o 200. Los más reconocidos (y con los token más caros) son los argentinos Tomás Etcheverry (31 del ranking ATP) y Diego “Peque” Schwartzman (130) y el peruano Juan Pablo Varillas (65). También apoyan a jugadores de golf, como el Tano Goya, en un deporte que como el tenis hace públicos los premios de sus torneos.
Cada jugador decide cuántos tokens va a vender, cuándo y a qué precio. Etcheverry, por ejemplo, lanzó una tanda a US$ 350 y se agotaron y en breve ofrecerá otra. Si su carrera crece, puede vender su “moneda” a un precio mayor. Los tokens, como las acciones, se pueden comprar y vender en un mercado secundario y el jugador recibe un porcentaje de esa operación. En tanto, la empresa se queda con 1 de cada 10 tokens que vende.
Diego Schwartzman Foto EFEFinanciar la carrera del deportista también da acceso a la comunidad de ese jugador, con sorteos especiales y material exclusivo. “Se pueden comprar tokens de un junior y apostar a que se revalorice o comprar el de un jugador consolidado y obtener una renta”, explica Lombardi. Ya tienen 10.000 usuarios registrados de 43 países.
“En los nueve meses que llevamos en funcionamiento, ya hay chicos viajando gracias a nosotros. También ya hubo gente que cobró dividendos. Tenemos jugadores de Bielorrusia o Italia, lo que habla de que el problema del financiamiento es mundial”, sostiene Lombardi.
Si el deportista llega al top 100, seguirá compartiendo el 30% de sus ganancias con los inversores por dos años. Luego, ese porcentaje irá bajando de a 5 puntos cada 3 años, hasta alcanzar un mínimo de 10% durante toda la carrera.
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