El fratricidio ocurrido el 4 de marzo de 2023 en Picassent, en Valencia, en el que un hermano acabó con la vida de otro clavándole tres cuchilladas -la primera de ellas por la espalda-, se ha saldado finalmente con una condena por conformidad de seis años de prisión y seis de internamiento en un centro adecuado para el tratamiento médico del acusado. A efectos prácticos Salvador R. A., de 44 años, solo cumplirá la medida de seguridad de internamiento siempre y cuando no reciba el alta médica, en ese caso debería terminar de cumplir su condena entre rejas.
La baja pena en la que ha terminado este asesinato, sin ni siquiera ser necesaria la formación del jurado popular, se debe a que se ha contemplado una eximente incompleta de alteración mental ya que cuando se produjo el crimen el acusado actuó tras un “cortocircuito, en donde lo impulsivo prevaleció sobre lo psicótico”. Según el informe forense, en este “contexto de ofuscamiento” sus capacidades volitivas debían de encontrarse muy disminuidas, “con afectación parcial o parcial-severa de las bases psicopatológicas de la imputabilidad”.
Ataque sorpresivo y sin motivo
El crimen se produjo a las 15.45 horas del 4 de marzo de 2023 en el domicilio familiar, en la calle Escultor Enrique Galarza de Picassent, donde convivían ambos hermanos, su madre, su tío y otros familiares. La víctima, José R. A., se encontraba hablando con su tío en un pequeño salón junto al cuarto en el que estaba el ahora condenado. Sin mediar palabra y por motivos que solo la mente del fratricida conoce, cogió un cuchillo de 39,6 centímetros de longitud y atacó a su hermano sin que este pudiera defenderse, de ahí que se contemple la circunstancia de alevosía y por lo tanto que se trate de un asesinato. De hecho, la primera cuchillada fue por la espalda sin que la víctima, de 37 años, pudiera ni tan siquiera percibir la llegada de su hermano y mucho menos defenderse ante “la rapidez y contundencia de su acción”, según ha quedado probado.
Tras esa primera cuchillada el agredido cayó al suelo y su hermano se colocó sobre él a horcajadas, clavándole el cuchillo en otras dos ocasiones – en el abdomen y en el muslo izquierdo -. La víctima falleció cuando estaba siendo atendido en la ambulancia, como informó en su día Levante-EMV.
Confundió a su hermano con un ‘Illuminati’
El condenado, en prisión provisional desde su detención, alegó ante el juez que había confundido a su hermano con un miembro de los ‘Illuminati’. Salvador R. presenta signos y pautas conductuales desadaptativas de comportamiento compatibles con un trastorno de la personalidad paranoide, agravado por el abuso significativo de sustancias como cannabis, alcohol y cocaína. Aunque había mantenido discusiones previas con su hermano, ese día se desconoce el desencadenante que provocó lo que los forenses han denominado un “cortocircuito” más impulsivo que psicótico, de ahí que no sea inimputable y se contemple una eximente incompleta por su estado mental.
Tras confesarse culpable, la Sala le condena a seis años de prisión y le impone una medida de seguridad de internamiento por el mismo periodo de tiempo, que deberá cumplir antes de la pena de cárcel para tratar su alteración psíquica. Además de diez años de libertad vigilada.
En concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar a su madre con 48.000 euros y con 39.600 euros a la pareja del fallecido por su muerte y por el trastorno de estrés postraumático que padece desde ese día.