La falta de dólares fue el denominador común que atravesó toda la gestión de Sergio Massa, que ya lleva 14 meses en el Palacio de Hacienda y suma tres como candidatos presidencial del oficialismo.
Para contrarrestar la falta de divisas, potenciada por la sequía que le restó este año a las exportaciones US$ 20.000 millones, Massa amplió el menú de tipos de cambio que domina a la economía Argentina.
La particularidad que trajo Massa es que mientras en la previa los múltiples tipos de cambio eran variaciones del cepo para frenar la salida de divisas, esta vez lo que se busca con los nuevos dólares era aumentar la llegada de dólares.
Cuando asumió como ministro en agosto del 2022 había 10 tipos de cambio que incluían: mayorista, minorista, ahorro, tarjeta, turista, dólar blue, contado con liqui, MEP, cripto y Netflix.
Nuevos tipos de cambio
Desde septiembre del año pasado el ministro agregó otros 10 tipos de cambio: dólar soja, tecno, MEP para extranjeros, agro, productos importados, servicios importados, pymes, economías regionales, Vaca Muerta y autos.
Ya en septiembre del año pasado Massa hizo entrar a la cancha a la primera versión del dólar soja, con un tipo de cambio más alto para las liquidaciones de la oleaginosa.
Aquel dólar soja llegó cuando la sequía empezaba a insinuarse pero aún no estaba claro la dimensión que tomaría. Desde allí se sucedieron otras tres versiones del dólar soja, incluyendo la cuarta que aún esta en vigencia y que fue extendida hasta el 25 de octubre.
En el medio Massa lanzó el dólar tecno, con un tipo de cambio diferencial para las empresas de tecnología que incrementaran sus exportaciones. Pocos días antes del Mundial hizo su debut el dólar Qatar que establecía un tipo de cambio más alto para las compras que se hicieran en el exterior por más de 300 dólares en el mes.
En diciembre del año pasado Massa lanzó el dólar MEP para turistas. Lo hizo porque los extranjeros que venían a la Argentina preferían pagar con dólares antes que usar la tarjeta de crédito o débito porque el tipo de cambio que conseguían en el blue era mucho más conveniente que el oficial.
Este año, al dólar soja, le agregó el dólar agro que arrancó con cultivos como el girasol y el sorgo y luego sumó al maíz.
También instauró dos dólares diferenciales para los importadores: en el caso de los que compran bienes se les aplicó un recargo del 7% del impuesto PAIS y del 25% en el caso de los servicios.
Pero el verdadero rally es el que está dando en estas semanas en las que sacó a la cancha el dólar economías regionales, el dólar pymes, el dólar Vaca Muerta y el dólar auto.
En el primer caso, se liberó a las economías regionales -arroz, vino, maní, tabaco, pesca, entre otros productos- del pago de retenciones a las exportaciones. En el caso del dólar Vaca Muerta se les otorgó a los exportadores el mismo beneficio del dólar soja 4: podrán liquidar el 25% de sus exportaciones al tipo de cambio contado con liquidación (CCL), sin perder el acceso al mercado oficial de cambios por el 75% restante.
El mismo esquema se extenderá desde el próximo lunes a las ventas al exterior de las pymes. Y, además, el Gobierno ya empezó a sondear a las terminales automotrices para lanzar un dólar auto, con un esquema similar a los anteriores.
El lanzamiento de estos nuevos tipos de cambio se aceleró a medida que suben los dólares alternativos, mientras el oficial permanece congelado. A dos semanas de las elecciones, el dólar blue trepó a $ 880 y el contado con liqui a $ 892 y amenazan con seguir escalando y llegar a $ 1.000 en las cercanías del 22 de octubre, lo que ensombrece las chances presidenciales de Sergio Massa.
Desde Eco Go marcan que frente al inicio de la dolarización, «Massa y el Banco Central empezaron a diagramar nuevas estrategias que los ayuden a contener la suba de los tipos de cambio financieros. Dólar Vaca muerta, salvedades para el ingreso por el CCL y acceso al Mercado Unico y libre de Cambios (MULC) y la renovación del dólar agro son algunas de ellas».
«Lo que queda claro para lo que resta del mes (teniendo en cuenta que el exceso de pesos se va a exacerbar) es que la brecha va a seguir tomando temperatura. Sobre todo si la expectativa de lo que viene recae sobre el ala libertaria donde algunos de sus referentes ya hablan abiertamente de desagio de tasas de interés de los depósitos y la libre competencia de las monedas», apuntan en obvia referencia a las propuestas de Javier Milei.
Para Ecolatina, el menú de dólares que amplió Massa muestra que «mantener contenida a la brecha cambiaria es parte esencial del ‘plan Massa’: actualmente, un salto en los dólares paralelos se filtra con mayor facilidad la inflación y aumenta las expectativas de devaluación, reduciendo aún más la oferta neta de divisas. En este sentido, el alza de los dólares alternativos presiona aún más la estrategia de congelar el tipo de cambio oficial que mantiene el Gobierno».