Una jugada muy difícil, pero que no es imposible. Dirigentes del PP coinciden en que la votación para constituir la Mesa del Congreso de los Diputados este jueves por la mañana “podría dar sorpresas”, y aseguran que a pesar de ser “un escenario complicado”, no se puede descartar la posibilidad de hacerse con la presidencia de la Cámara Baja. La apuesta de Alberto Núñez Feijóo es Cuca Gamarra, secretaria general y actual portavoz parlamentaria.
Se trata de una sola bala porque el líder conservador desveló también el resto de nombres para ocupar vicepresidencias y secretarías —perfiles técnicos, con conocimientos jurídicos, constitucionales y del funcionamiento de las Cortes: Marta González, José Antonio Bermúdez de Castro, Guillermo Mariscal y Carmen Navarro—. Es decir, Gamarra será presidenta del Congreso o no estará en la Mesa.
Aunque algunos cargos del PP consideran que la número dos del partido “queda muy expuesta”, otras voces recalcan que se trata del “perfil más alto por el que podía apostar” Feijóo, dando a entender que juega esta batalla “con esperanzas de poder ganarla”.
La realidad es que los números están muy ajustados. Y también es cierto, reconocen diputados y senadores, que el factor de la “imprevisibilidad” de lo que pueda decidir Junts hace que todo siga abierto. El partido de Carles Puigdemont reúne a su ejecutiva a las ocho de la mañana, dos horas antes de que comience la sesión, añadiendo más presión sobre el PSOE. En el PP dan por hecho que los socialistas “no lo tienen amarrado” e insisten en que por ese mismo motivo, “todo puede ocurrir”.
Asumen, en todo caso, que Junts tiene la sartén por el mango. Y que en caso de que Puigdemont decidiera no apoyar a Francina Armengol, la candidata de Pedro Sánchez, sería por sus intereses “que no tienen que ver tanto con la política nacional, sino con la catalana”.
La reflexión se repite en prácticamente todos los cargos populares, con la excepción de los más pesimistas, que se dicen “realistas”, y que creen muy complicado que Junts deje en manos del PP la Mesa, porque eso conduciría “automáticamente” a una repetición electoral.
Los apoyos que el PP da por hechos son los de Vox y UPN (los tiene asegurados públicamente) y el de Coalición Canaria (que, en realidad, no lo ha confirmado). Eso dejaría la candidatura de Gamarra en 172 apoyos. Sánchez necesitaría el respaldo de Junts. La vía del PNV es la más complicada a pesar de que sería la más garantista para los populares porque eliminaría el ‘factor sorpresa’ de Puigdemont.
En las últimas horas Coalición Canaria puso encima de la mesa la posibilidad de que el PNV presidiera el Congreso. Eso, reconocen en el PP, son palabras mayores. Pero el partido de Feijóo no descartó que los nacionalistas vascos pudieran tener un sitio en el órgano de gobierno de la Cámara. Tampoco Vox (que pelea por un puesto y necesita los votos del PP) se interpuso en esa opción siempre y cuando no implique su voto favorable para los de Andoni Ortuzar.
En la dirección nacional popular creen que el papel del PNV “no es fácil”, puesto que EH Bildu ya tiene un diputado más que su grupo en el Congreso (6 frente a 5) y se seguirán consolidando con un socio estable y prioritario para el PSOE. “Votar con el PP sería una manera de demostrar que tienen más influencia. Y eso no significa nada de cara a la investidura”, reflexionan. Pero no esconden que se trata de una vía muy complicada teniendo en cuenta la vehemencia con la que se ha pronunciado el líder jetzale para oponerse a que Feijóo llegue a la presidencia del Gobierno tras sus acuerdos con Vox en distintas autonomías.
Sobre la Mesa del Congreso el PNV no se ha pronunciado. Es otro elemento al que algunos dirigentes se agarran para insistir en que el escenario “sigue abierto”. Sin embargo, la mayoría de los cargos consultados reconoce que la última palabra, quien realmente lo decidirá, será Puigdemont.
Lo que también hizo Feijóo este miércoles, en presencia de los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado, fue reivindicar su victoria electoral después de que a su juicio se haya instalado “el relato” de que los que ganaron perdieron y al revés.
De hecho, incluso mencionó al Rey asegurando que da por hecho que, “llegado el momento”, el jefe del Estado “actuará como siempre ha hecho” pensando “en el interés de todos los españoles”. La frase dejaba claro que, por ahora, su intención sigue siendo la de concurrir a una investidura. Está convencido de que cuando se produzca la ronda de contactos con Felipe VI, él tendrá más apoyos asegurados de los que podrá confirmar Sánchez.
En todo caso, el pacto que arroje la constitución de la Mesa del Congreso implicará volver a repartir cartas. Habrá que ver, si Sánchez consigue hacerse con el control, en qué queda su acuerdo con los independentistas de Puigdemont, si hay opciones de tejer otro pacto para resultar investido o si, por el contrario, la Mesa va por un lado y la presidencia del Gobierno por el otro. “Hay que esperar a este jueves y después, valorar el nuevo escenario”, zanjan en Génova.
En el caso del Senado, no hay ninguna duda: la propuesta de Pedro Rollán es segura y el expresidente de la Comunidad de Madrid será presidente de la Cámara Alta gracias a la mayoría absoluta del PP.