Los bebés nacidos a partir del 1 de enero de 2025 forman parte de la Generación Beta, una etiqueta para los nacidos de 2025 a 2039 que marca el nacimiento de una nueva generación de seres humanos, que reemplaza a la Generación Alfa. Se espera que los representantes de esta nueva generación se encuentren aún más condicionados por la tecnología que sus antecesores y que lleguen a ver en la mayoría de los casos a la Tierra en el siglo XXII.
Todas las personas nacidas entre 2025 y 2039 conformarán una nueva “etiqueta” generacional, denominada Generación Beta. Se da inicio de esta manera a una nueva identidad para esta generación humana, según informa Business Insider. Su desarrollo estará marcado a fuego por grandes cuestiones a resolver en el planeta, algunas de las cuales incluso amenazan la propia supervivencia de la especie humana a mediano y largo plazo.
De acuerdo a una publicación de la firma de investigación McCrindle, la Generación Beta representará el 16% de la población mundial para 2035: muchos niños nacidos en estos años vivirán para ver el destino de la humanidad en el siglo XXII. En los últimos 100 años se han determinado 7 etiquetas generacionales: la Generación Silenciosa (1928-1945), la Generación “Baby boomers” (1946-1964), la Generación X (1965-1980), los “Millennials” (1981-1996), la Generación Z (1997-2009), la Generación Alfa (2010-2024) y la nueva Generación Beta (2025-2039).
Etiquetas más funcionales
Aunque desde distintos sectores se ha criticado el uso de estas etiquetas porque generan cierta estigmatización y conflictos entre las generaciones, pueden llegar a ser muy útiles si las categorías se ven como una lente para pensar en el cambio social, en lugar de una etiqueta fija con la cual se simplifican en exceso las diferencias entre los grupos o las franjas etarias.
Desde un enfoque sociológico para el análisis generacional, los especialistas en ciencias sociales han sugerido que las categorías cuenten con años de nacimiento establecidos y etiquetas no descriptivas, permitiendo un análisis más objetivo y la creación de identidades individuales, más allá de la pertenencia a un grupo etario.
La tendencia continuará con las próximas generaciones, como la Generación Gamma (2040-2054) y la Generación Delta (2055- 2069). Este lapso de tiempo estandarizado de 15 años permitirá a los futuros analistas realizar estudios más completos y comparaciones globales. Además, la categorización mediante etiquetas abstractas elimina el tono peyorativo con el cual en ocasiones se analizaba a algunas de las generaciones previas.
Las oportunidades y los desafíos de la Generación Beta
¿Qué mundo le espera a la nueva Generación Beta? Aunque la Generación Alfa ha experimentado el auge de la tecnología inteligente y la Inteligencia Artificial (IA), los niños nacidos a partir de 2025 vivirán en una era en la cual la IA y la automatización estarán completamente integradas en la vida cotidiana, desde la educación y los lugares de trabajo hasta la atención médica y el entretenimiento.
Los especialistas creen que es probable que sean la primera generación humana en experimentar el transporte autónomo, las tecnologías de salud portátiles y los entornos virtuales inmersivos como aspectos estándar de la vida diaria. Ademas, sus ciclos formativos estarán marcados por un mayor énfasis en la personalización: los algoritmos de IA enfocarán sus procesos de aprendizaje, experiencias de consumo e interacciones sociales hacia un nivel de segmentación y personalización que todavía ni siquiera podemos imaginar.
En otro orden, podrían ser la generación que lidere una nueva etapa de la humanidad como civilización interplanetaria. Los últimos avances en el conocimiento del cosmos y las misiones de exploración espacial planteadas para la próxima década muestran que sobre el final de los 15 años de vigencia de la Generación Beta el ser humano podría dar los primeros pasos para el establecimiento de colonias permanentes en la Luna y en Marte. En las décadas subsiguientes, el desarrollo y progreso de las mismas quedará a cargo en muchos casos de integrantes de esta generación.
A pesar de estos aspectos, que en general pueden considerarse positivos, también deberán sortear grandes escollos: una crisis climática que se intensifica, la imperiosa necesidad de un cambio de matriz energética, los peligros de una IA descontrolada y de redes sociales cada vez más tóxicas, el surgimiento de nuevas pandemias o el recrudecimiento de conflictos bélicos a escala internacional son solamente algunos de estos desafíos.
La historia dirá si esta nueva generación humana estará a la altura de los tiempos que le tocarán vivir.