El Tribunal Supremo ha deliberado ya sobre los recursos presentados contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Xustiza sobre el asesinato de Samuel Luiz, aunque, tal y como informaron ayer fuentes del alto tribunal, el fallo tardará en salir y, a diferencia de otros casos, como el del fiscal general del Estado, en este no habrá avance de su decisión.
Sobre la mesa, los magistrados tenían —el pasado miércoles— la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que absolvía a Alejandro Míguez, condenado en primera instancia a diez años de prisión como cómplice de asesinato del joven de Meicende, en consonancia con el veredicto del jurado popular. Y, contra esta decisión del Superior y a favor de que Míguez vuelva a ser condenado, tenía los escritos tanto de la Fiscalía General del Estado —siguiendo el criterio de su homóloga en Galicia— como de la acusación particular; los condenados presentaron también sus argumentos para tratar de reducir sus penas y la defensa de Míguez solicitó que se inadmitiesen los recursos que pedían volver a condenar a su cliente. Por su parte, la acusación popular, ejercida por ALAS no ha continuado en el proceso al aceptar la sentencia del Superior, emitida en mayo de 2025.
En la vista de apelación, en el Superior, el abogado Manuel Ferreiro, encargado de la defensa de Míguez, argumentó que a su cliente se le había condenado «por estar» y no «por hacer», ya que, tal y como expresa esta segunda sentencia, no existen pruebas —ni imágenes ni testimonios— que certifiquen que Míguez participó activamente en la agresión a Samuel. La Fiscalía y la familia de la víctima, sin embargo, consideran que el ataque a Luiz fue conjunto y que, por esa razón, los cuatro varones han de ser condenados, aunque no con la misma dureza.
Cabe recordar que, por estos hechos, fue absuelta en primera instancia la única mujer procesada en este crimen, pareja en aquel momento de uno de los condenados; y que dos jóvenes, que aquel 3 de julio de 2021 eran menores de edad, aceptaron una condena de tres años y medio de privación de libertad por asesinato. Los otros tres condenados están en prisión desde el 9 de julio de 2021, cuando fueron detenidos como sospechosos de haber participado en el crimen.
Sobre Diego Montaña, el joven que inició el enfrentamiento con Samuel pesa una pena de 24 años de prisión por asesinato con la agravante de discriminación por motivos de orientación sexual, al haber llamado «maricón» a la víctima en varias ocasiones. Su defensa, ejercida por Luis Manuel Salgado, tal y como ya hizo en la vista de apelación del Superior, presentó un recurso ante el Supremo para que rebaje esa condena y que quite de la ecuación las variables de la alevosía y la homofobia así como que le aplique a su cliente la atenuante de embriaguez.
Alejandro Freire —el primero que tiró a Samuel al suelo, agarrándolo desde atrás— se enfrenta a una pena de veinte años por asesinato. Su defensa, ejercida por el letrado David Freire, solicita también no solo que el delito pase a homicidio sino que se tengan en cuenta factores que reduzcan la condena de su cliente, como su consumo de alcohol y drogas y su alteración psíquica.
Los magistrados del Supremo tuvieron que estudiar también el recurso presentado por José Ramón Sierra en defensa de su cliente, Kaio Amaral, sobre el que pesa una condena de 17 años por asesinato y de tres y medio por robo con violencia al haberse llevado el móvil de la víctima del lugar de los hechos. En su caso, el joven ha defendido siempre que es inocente y que no pegó a Samuel. Su abogado ha incidido durante todo el proceso en su absolución porque no existen imágenes que acrediten que su cliente llegó a tocar al joven y critica que su condena por asesinato se base en que aparece en las imágenes de esa noche corriendo y haciendo un gesto con la pierna, que no se sabe dónde acaba porque una farola tapa la trayectoria. Sierra defiende que hay otras hipótesis posibles, más allá que la que tuvo en cuenta el jurado, de que fue directa a la víctima. Sobre el móvil considera que los hechos deben calificarse como apropiación indebida.
Será el Supremo el que, tras estudiar todas estas variables, dicte sentencia, la tercera sobre este crimen, tras haber sido juzgado en primera instancia en la Audiencia Provincial con jurado popular y, en segunda, por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Tanto Diego Montaña, como Alejandro Freire como Kaio Amaral se enfrentan a las mismas penas que les impuso la magistrada de la Audiencia Provincial en enero de este año, en cumplimiento del veredicto del jurado, emitido tras un mes de juicio, en noviembre de 2024.
Samuel Luiz tenía 24 años y había salido de fiesta con una amiga esa noche del 3 de julio de 2021. A la salida del pub El Andén, en Riazor, Montaña se encaró con él al entender que estaba grabándole con el móvil, cuando en realidad, estaba en una videollamada con una chica. A partir de ahí se inició una agresión durante seis minutos, en la que un grupo de personas persiguió a la víctima —dos de ellas, los senegaleses Ibrahima y Magatte intentaron contener el ataque aunque sin éxito— hasta que el joven cayó tendido al otro lado de la calle, en la avenida de Buenos Aires y falleció en el hospital tras haber recibido multitud de golpes en todo el cuerpo.
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