“Estamos felices porque celebramos un encuentro con tanta gente hermosa y maravillosa que nos hemos encontrado a lo largo de estos 27 años (que es cuando comenzó la Fundación, aunque los conciertos empezaron en 1999), con cantantes, directores, artistas plásticos, escenógrafos… Es una alegría enorme haber podido, con mucho esfuerzo y todas las vicisitudes lógicas, perdurar en el tiempo”, dice María Jaunarena, directora ejecutiva de Juventus Lyrica, después del ensayo para la Gala Lírica que se hará este viernes 11 de octubre y tendrá cuatro funciones para celebrar las Bodas de Plata de la institución, en el Teatro Avenida.
La organización sin fines de lucro de ópera independiente fue fundada por Ana D’Anna, madre de María y directora artística de Juventus Lyrica, con la idea de dar oportunidades de formación y desempeño profesional a los artistas jóvenes, crear nuevas audiencias y desarmar muchos de los prejuicios que rondan el género, en particular para los que no asistieron nunca a la ópera: si será posible comprenderla, su duración -tal vez el prejuicio más difícil de vencer-, si hay que ir vestido de gala y cómo entrar en la convención de decirlo todo cantando.
La próxima Gala Lírica puede funcionar como puerta de entrada para el género, porque es una especie de recorrido por las melodías más conocidas de la lírica.
Para Juventus la ópera es más que un entretenimiento, de ahí la importancia de ampliar la audiencia.
“La ópera es, además de un arte, una expresión del pensamiento”, reflexiona María. Y agrega: “Cada ópera expresa el pensamiento de un momento de la humanidad. Además de conectarnos con lo más alto del ser humano en términos de composición musical, la ópera es siempre un disparador de contenido, de debates relevantes que se dieron a lo largo de la historia de la humanidad, muchos de los cuáles no fueron resueltos y siguen teniendo vigencia”.
María Jaunarena, directora ejecutiva de Juventus Lyrica, y Ana D’Anna, su madre y directora artística, en el Teatro Avenida. Foto: Mariana Nedelcu
Madre e hija, juntas por un sueño
El intercambio entre madre e hija durante la charla que repasa la historia de estos 25 años es de lo más amoroso y de una admiración mutua. Además de una gran pasión por el género lírico, ambas comparten una sólida formación teatral.
“El teatro es muy importante en mi familia. Mi hermana fue una gran actriz. Y tuve grandes maestros”, dice Ana, que estudió y fue asistente muchos años de Hedy Crilla, maestra de actores que revolucionó la escena argentina.
Ana entró en una escuela de teatro en Pergamino, por donde pasaron Goly Bernal, Julio Castronuovo, Rubén Albarracín, Juan Carlos Gené, hizo mimo con Lerchundi- Escobar y estudió dirección escénica de ópera en el Teatro Colón, con amparo mediante porque no le permitían ingresar a la carrera con más de 40 años. Cuando su profesor de dirección le dejó la cátedra, ahí se empezó a armar Juventus, con la incorporación del director Antonio María Russo, y poco después de María.
Ana también fue alumna de Augusto Fernandes, maestro que compartió con su hija María. “Yo le pude haber pasado a María todo lo relacionado con la ópera, pero ella tiene un gran trabajo hecho con grandes artistas como Helena Tritek”, remarca la madre orgullosa de su hija, mejor promedio en la facultad y becada en Europa, donde combinó sus estudios de economía de la cultura con los cursos a cargo de Peter Brook.
A su regreso, María organizó institucionalmente Juventus y fue asistente de Ana. “María tenía tan buenas ideas que le dije que tenía que dirigir ella sola. La primera cosa que hizo terminó nominada para el Premio ACE”. Además de la dirección, María puso en práctica sus conocimientos de economía para tratar de hacer más eficiente “un arte conducido por la ineficiencia”, define Jaunarena.
“No hay forma de ahorrar por ningún lado para no traicionar al producto. Cuando volví, traté de darle forma a todo lo que había estudiado. Pero los latinos pertenecemos de alguna manera a un modo más francés o español en donde la intervención del Estado en la cultura es total. No existe la cultura de donar. La mayor fuente de financiamiento del MET, por ejemplo, son donantes individuales”.
Juventus Lyrica cumple 25 años y lo celebra con cuatro funciones en el Teatro Avenida. Foto: Mariana Nedelcu
Un clima excelente
En el ensayo de la Gala Lirica se respira un clima festivo, conviven las generaciones de cantantes más recientes y más antiguas que participaron en los proyectos de Juventus. Una vez terminado el ensayo, los músicos se dispersan por los pasillos del Teatro Avenida, con risas y canturreos.
“En la Gala lírica habrá como un salpicado de muchas generaciones que pasaron por Juventus a lo largo de estos 25 años -comenta María- y van a hacer mucho de lo que hicieron con nosotros. Es muy lindo todo este cruce”. Alejo Álvarez Castillo, que hizo el último Don Giovanni en 2023, con Sol Risé, Natacha Nocetti, son mencionados junto con Enrique Folger -fue el primer Don Ottavio en 1999-, Jaquelina Livierei, Ernesto Bauer y Laura Polverini, Monserrat Maldonado, Cintia Velázquez, Juan Salvador Trupia, y los nombres siguen.
La atmósfera está cargada de emociones, sobre todo cuando surge el recuerdo de Antonio María Russo. “Fue un gran hombre y nuestra columna musical importantísima hasta que falleció”, dice Ana D’Anna con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos.
Madre e hija se escuchan y conmueven mientras repasan la historia de un proyecto dedicado a la ópera con más de cien producciones en su haber y 600 mil espectadores a lo largo de 25 años.
En los ensayos de Juventus Lyrica por sus Bodas de plata se vive un clima festivo. Foto: Mariana Nedelcu -¿Cómo se sostiene un proyecto dedicado a la ópera durante 25 años?
Jaunarena: Creo que tiene que ver con la manera en que nosotros abordamos los espectáculos. En Juventus hay un clima especial. Jaquelina Livieri siempre dice que es un espacio muy cuidado, porque tiene que ver también con la formación.
Eso crea un clima de trabajo especial, la forma y el método que utilizamos para trabajar genera mucha comunión con los directores y con los cantantes, se arma realmente un grupo humano importante. Todo eso también hace que este clima festivo que hay en este momento tenga que ver con esta especie de gran familia que es Juventus, que tiene cantantes por todos lados del mundo.
Ana D’Anna directora artística y fundadora de Juventus Lyrica. Foto: Mariana Nedelcu -¿Por qué ir a la ópera?
Jaunarena: Ir a la ópera es una oportunidad para volver a pensar ciertos temas que tienen que con la violencia -sea religiosa, política o de género-, con ciertos temas históricos también, que nos tocan a todos, como el amor, el dolor, la enfermedad o la muerte.
Este género en particular tiene la gran ventaja del teatro, que es espejo de humanidad, sublimado con la música. La ópera enfrenta al espectador con un debate que siempre lo interpela. Además, como herramienta social, me parece super importante
Los cantantes de Juventus Lyrica, en el ensayo para la Gala Lyrica por los 25 años de la Fundación. Foto: Mariana Nedelcu -¿En qué sentido?
Jaunarena: De una educación casi colectiva, diría, que tiene que ver con la conciencia de que no somos individuos solamente. Estamos en un momento muy del “Yo”: subir a las redes sociales fotos de uno mismo todo el tiempo sobre todo lo que se hace. ¿Es tan interesante?. El cuerpo, el cuidado personal, el hedonismo, estamos como en una época muy Don Giovanni: lo que le pasa al otro importa poco.
Entonces me parece que hay algo de la comunión que tiene la ópera en muchos sentidos -comunión entre la música y el teatro, las voces del coro donde ninguna voz tiene que sobrepasar a la del otro para que realmente funcione-, que estimula el sentido de comunidad.
D’Anna: Y la entrega. La idea de que el teatro es algo que se entrega, no es un arte solamente de goce personal.
María Jaunarena, la directora ejecutiva de Juventus Lyrica. Foto: Mariana Nedelcu
Comienzos y desafíos
-Con respecto a los inicios de Juventus, ¿cambiaron los desafíos para hacer ópera? ¿Qué aspectos tienen continuidad y cuáles no?
D’Anna: Hacer ópera siempre es un riesgo tremendo (risas).
Jaunarena: En relación a los vaivenes de la producción, era más sencillo en los inicios, porque la relación peso dólar era muy distinta. Al principio, era más fácil producir toda la maquinaria de la ópera. Pero las cosas fueron cambiando, la participación empresarial se fue retrayendo bastante, y junto con esa retracción apareció la primera ley de mecenazgo, esos fueron años gloriosos porque había muchos fondos. Después también se fueron retrayendo (risas). Ahora reformaron de nuevo la ley, a lo mejor trae cambios. Los auspicios jamás volvieron a ser lo que eran. El problema de la ópera es que hay sólo siete títulos que venden mucho.
Ana D’Anna y María Jaunarena. Madre e hija comparten la pasión por el arte, en general, y por la ópera, en particular. Foto: Mariana Nedelcu -¿Esas retracciones impactaron en la cantidad de títulos que pueden hacer por temporada?
Jaunarena: Sí. Y la situación de crisis económica cada vez más latente impide de alguna manera poner las entradas a un precio muy alto, porque si no la gente no puede venir. Es un poco un cuello de botella. Hemos sido muy flexibles a la hora de encontrarle la vuelta, en un momento éramos cinco personas en Juventus, ahora somos dos. Fuimos una suerte de acordeón y hemos tratado de acomodarnos a las diferencias circunstancias para continuar con el proyecto.
-Hay una tarea educativa en Juventus, tan importante como producir un título de ópera. ¿Sigue adelante a pesar de los vaivenes económicos?
Jaunarena: Sí, se sostiene a rajatabla con Fundación Williams. Nunca dejamos la formación: becas para clases de técnica vocal para diferentes registros con un elenco de maestros de lujo. Hernán Sánchez Arteaga termina de dirigir y hace una clínica en repertorio y otra clínica para directores de coro de ópera y sinfónico coral
Una imagen de los festivos ensayos de Juventus Lyrica, fundación que cumple 25 años. Foto: Mariana Nedelcu D’Anna: Todos los lunes doy un curso de arte escénico y otro que se llama “Palabra en acción”, lo hacíamos con mi maestra Crilla y a mí me sirvió mucho para la ópera. Repito un poco todo lo que aprendí con ella, una manera de legar esa tradición.
-¿Cambio mucho el público en los últimos años?
Jaunarena: El público está más vago (risas). El público de ópera, el grueso, tiene más de 50 años. Tengo identificada una brecha generacional, la franja 30-40, que es como el gran desafío porque es la que cuesta hacerla venir.
D’Anna: La clase media fue siempre un público muy fiel de Juventus, ahora un poco golpeada, pero creo que vienen más jóvenes que antes.
Banderines y contrabajo. está todo dado para los festejos de los 25 años de Juventus Lyrica. Foto: Mariana Nedelcu-En 25 años de actividad debe haber existido tanto éxitos como fracasos. ¿Podrían contar algunos?
D’Anna: Un momento trágico fue cuando estaba la gripe porcina. Vino poca gente a dos óperas divinas de Gian Carlo Menotti, asistió un 25% menos, que para nosotros es trágico, pero los que vinieron estaban chochos. Y otro momento maravilloso fue cuando hicimos Cavalleria rusticana hace dos años. Vinieron chicos de condición vulnerable y vieron la obra muy compenetrados. Pero los colectivos escolares no pudieron esperar hasta el final de la obra y se llevaron a los chicos, que estaban desesperados por saber cómo terminaba la ópera. Al día siguiente nos llamaron del colegio para preguntarnos cómo era el final, los chicos se habían quedado angustiados, porque no sabían quién había ganado esa pelea.
Jaunarena: El otro día nos escribió un docente de una escuela secundaria que había venido con el colegio cuando era alumno a nuestros ensayos generales abiertos. Ahora, como docente, nos pedía traer a sus alumnos. Eso está empezando a suceder, tengo la sensación de que todo el trabajo que nosotros hicimos desde 2008, trayendo escuelas secundarias, aunque falta que de una vuelta más, está en movimiento.
El Teatro Avenida se viste de gala para la celebración de los 25 de Juventus Lyrica. Foto: Mariana Nedelcu
Ficha
La gran fiesta 25 años de ópera
Música: Mozart y Verdi, Puccini, Bizet, Bellini y Wagner Dirección escénica: Ana D’Anna y María Jaunarena Director musical: Hernán Sánchez Arteaga Elenco: Monstserrat Maldonado, Marcelo Gómez, Carolina Gómez, Jaquelina Livieri, Laura Penchi, Constanza Díaz Falú, Gabriel Carasso, Rocío Arbizu, Juan Salvador Trupia, entre muchos otros Funciones: viernes 11 y 18, y sábado 19 a las 20 ; domingo 13, a las 17:30. Teatro: Avenida (Avda. de Mayo 1222, CABA).