InicioSociedadLa alicantina Virtual Zone apunta a la Luna

La alicantina Virtual Zone apunta a la Luna

Todo empezó con la intención de que la promotora del grupo vendiera más casas. Eran operaciones sobre plano de inmuebles de cierto nivel y pensaron que un tour virtual, en el que los compradores pudieran recorrer su futura vivienda con el mayor realismo posible, sería un buen aliciente para darles el último empujón. Lo que no sabían es que aquella iniciativa acabaría dando lugar a toda una nueva línea de negocio que, a la larga, se convertiría en uno de los estudios con mayor proyección dentro del negocio del desarrollo de experiencias de realidad virtual de la actualidad.

Se trata de la compañía alicantina Virtual Zone que, además de gestionar sus propias salas dedicadas a este nuevo entretenimiento -una red que se encuentra en plena expansión internacional-, también desarrolla producciones de gran formato, como la dedicada al Titanic, que ha triunfado en ciudades como Madrid, Melbourne, Los Ángeles, Dubái, San Antonio (Texas) o Roma y que pronto podrá verse también en San Francisco o Seúl, entre otras grandes capitales.

Un título al que ahora suma Luna, su nueva producción que presentan en unos días en la capital española, con la que los visitantes podrán revivir la experiencia del primer viaje al satélite terrestre, desde los preparativos hasta el regreso a la Tierra, siguiendo los pasos de Neil Armstrong.

El fundador de Virtual Zone, Enric Costa, juega a una de las experiencias que ofrece la compañía. / PILAR CORTES

Con estos planes la firma confía en elevar los 3,5 millones de euros de facturación con los que prevé cerrar este ejercicio a más de 10 millones en solo dos años. Para ello está preparando también un vehículo de inversión, con el que espera captar alrededor de 2,5 millones de euros, según explican a ‘activos’ su CEO, Guillermo Sánchez, y su fundador, Enric Costa.

Zombis

Fue tras recorrer varios puntos de Europa para ver qué se estaba haciendo con la realidad virtual en otros países cuando vieron el éxito que empezaba a tener esta tecnología para los videojuegos. Así, decidieron abrir su primera sala de juego en Alicante, un espacio diáfano, en el que los jugadores se colocan las correspondientes gafas y pueden moverse libremente por ella para combatir al enemigo o realizar la misión que corresponda junto con sus amigos, con todo realismo.

Al principio, arrancaron con producciones ajenas, hasta que apostaron por desarrollar sus propias historias. «Aprovechamos la experiencia para suprimir cosas que no gustaban a los usuarios y potenciar lo que sí gustaba», recuerda Costa.

Así nació Invasión, en la que los jugadores debían combatir una plaga de alienígenas a través de los lugares más emblemáticos de Alicante, como la plaza de Luceros. Un juego que luego han adaptado a las distintas ciudades donde están presentes.

La zona de desarrollo de Virtual Zone. / PILAR CORTES

Tras Alicante, Virtual Zone decidió dar el paso a Madrid, donde transformaron el antiguo cine Jorge Juan en una de las mayores salas de realidad virtual de Europa.

Los ‘Oscar’ de la VR

A su primera producción siguieron otras como Dead Mansion o D-Day, sobre el desembarco de Normandía. Además del éxito que lograban en las salas, los títulos de la compañía tuvieron, uno tras otro, una gran acogida en los VR Awards, considerados como los Oscar del sector y donde quedaban siempre entre los finalistas.

Este éxito les dio proyección internacional e hizo que la multinacional FeverUp, una de las mayores plataformas de venta de entradas del mundo, se fijara en ellos. Fue el inicio de la rama de la compañía que se dedica a las grandes experiencias, como la del Titanic, que han llevado por medio mundo y que confían en seguir expandiendo por más ciudades. Con Luna esperan repetir éxito, aunque aseguran que todavía no tienen cerrado el acuerdo con la ticketera.

Junto con esta vía de negocio de las grandes exposiciones, Virtual Zone también quiere expandir sus salas de juego. En la actualidad, ya están presentes en Valencia, Murcia y Sevilla, además de Alicante y Madrid. Pronto lo estarán en Bilbao y Barcelona, y también preparan su desembarco en Stuttgart y varias capitales europeas, ya sea con establecimientos propios o con franquicias.

Guillermo Sánchez y Enric Costa, en la recepción de la sala de la compañía en Alicante. / PILAR CORTES

También han empezado su expansión por India, con un primer centro en Pune, en este caso de la mano de un empresario español con vínculos con el país asiático, que, tras vivir la experiencia en primera persona, ha apostado por llevársela allí. Igualmente, sus planes contemplan otras seis aperturas en breve en diferentes ubicaciones de Estados Unidos, también de la mano de un colaborador local.

«Es un negocio con muchas barreras de entrada y nosotros llevamos ya seis años con ello«, asegura Guillermo Sánchez, para dejar claro que no temen la competencia de otras firmas más grandes del sector del ocio, que decidieran apostar por la realidad virtual.

Suscríbete para seguir leyendo

Más noticias
Noticias Relacionadas