Según CAME, la participación del productor alcanzó el 35,7% en el precio final, la cifra más alta desde diciembre de 2022. Cómo impactaron la caída en la demanda y las heladas influyeron en este incremento.
13 de agosto 2024, 09:41hs
En el mes de julio, los precios de los agroalimentos experimentaron un fuerte incremento al multiplicarse por 3,1 veces desde el campo hasta las góndolas, según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Esto significa que por cada $1 recibido por el productor, el consumidor terminó pagando $3,1.
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Este incremento se produjo en un contexto de alta inflación y de una marcada disminución del poder adquisitivo, explicaron.
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Suscribite acáEl informe destaca que la participación del productor en el precio final alcanzó el 35,7%, el valor más alto desde diciembre de 2022, y un 14,8% superior al de junio.
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Sin embargo, la situación no fue homogénea para todos los cultivos: mientras que los productores de brócoli lograron una participación del 60,8%, los de limón quedaron en un rezagado 7,1%.
El impacto de la contracción económica
Esta disparidad se vio agravada por factores climáticos adversos, como heladas y frío extremo, que redujeron la oferta de productos agrícolas, presionando al alza los precios en los mercados.
La caída en la demanda, estimada entre un 30% y un 40% debido a la contracción económica, también forzó a los intermediarios de la cadena de valor a resignar parte de sus márgenes, destacó CAME.
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Sin embargo, el fuerte aumento de los costos en insumos dolarizados, transporte y salarios, sumado a las condiciones climáticas adversas, hicieron inevitable el aumento en los precios de los alimentos, dejando en evidencia la fragilidad del sector ante la combinación de factores económicos y ambientales.
Brecha en los precios de los agroalimentos
En julio, la brecha entre los precios de los productos frutihortícolas y los de origen animal evidenció diferencias notables.
Según el IPOD, los precios de las 19 frutas y hortalizas que componen la canasta IPOD se multiplicaron por 3,6 veces del campo a la góndola.
Esta cifra representa un descenso del 20% en comparación con el mes anterior.
En contraste, los precios de los cinco productos y subproductos de origen animal que integran la canasta IPOD mostraron una multiplicación de 2,9 veces, sin variaciones respecto al mes de junio.
Entre los productos con mayores diferencias en el IPOD de julio, el limón lidera con una brecha de 14,1 veces, seguido por la mandarina (9,8), la manzana roja (6,9), la pera (6,1) y el cerdo (5).
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El limón, que tuvo un aumento del 9,4% en origen, experimentó una caída del 2,4% en destino, reflejando una situación crítica que llevó a algunos productores a optar por no cosechar debido a que los precios industriales no cubren los costos de producción.
La mandarina presentó una brecha significativa debido a una alta oferta y una baja demanda, con precios que aumentaron un 37,4% en origen pero cayeron un 10,4% en góndola.
La buena campaña en términos de calidad y volumen resultó en un exceso de oferta, que las industrias no pudieron procesar completamente, provocando que parte de la fruta se desperdiciara, explicaron.
De manera similar, tanto la manzana como la pera experimentaron una disminución en los precios de origen (13,3% y 6,4%, respectivamente), mientras que en destino se observó un aumento leve (2% y 1,2%).
El precio de la carne de cerdo
En el sector de origen animal, la carne de cerdo mostró un comportamiento particular.
A pesar de que el precio al productor subió un 19,7%, el consumidor pagó un 0,6% menos en las góndolas.
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Estas variaciones en las brechas de precios entre el origen y el destino subrayan las tensiones presentes en la cadena de suministro de alimentos, señalaron desde CAME.
Menores brechas en productos agroalimentarios
En julio, se observaron notables diferencias en las brechas de precios entre el campo y la góndola para diversos productos.
Los cinco productos con menor diferencia en el IPOD del mes incluyen cuatro de la canasta frutihortícola y uno de origen animal.
Estos productos reflejan variaciones en sus precios que contrastan con las grandes brechas observadas en otros sectores.
El brócoli presentó la menor brecha del mes, con una multiplicación de 1,6 veces entre el precio que recibe el productor y el que paga el consumidor.
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Este incremento es resultado de la escasez en el mercado debido a las heladas y el frío extremo que afectaron la producción en provincias clave como Santa Fe.
Mientras que los precios en origen aumentaron un 88,9%, en destino el incremento fue más moderado, alcanzando un 21,8%.
El pimiento mostró una brecha de 1,9 veces, con un aumento del 1,4% en origen, pero una disminución del 14,6% en las góndolas, causado por la escasez debido a una recolección prematura y problemas prolongados en la planta.
Por su parte, la cebolla también tuvo una brecha de 1,9 veces, con un incremento del 22,6% en origen debido a bajos rendimientos y menor oferta, y un aumento aún mayor del 47,4% en destino.
Entre los productos de origen animal, el huevo registró una brecha de 1,9 veces.
Aunque los precios al productor aumentaron un 2% debido a una reciente actualización, en las góndolas se observó una disminución del 6,5%.
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Este fenómeno se debe al sistema de producción integrado, que incluye a todos los actores de la cadena de valor en el riesgo del negocio, destacaron.
El zapallito, uno de los productos más afectados por las heladas, mostró una brecha de 2 veces.
Los precios al productor aumentaron un 155,4%, mientras que en las góndolas el incremento fue del 61,3%.