InicioSociedadPor qué la ola de incendios se ceba con el oeste y...

Por qué la ola de incendios se ceba con el oeste y el interior peninsular?: «Es una anomalía»

La oleada de grandes incendios forestales que en estos momentos atraviesa España se está focalizando, sobre todo, en el oeste y el interior de la Península Ibérica. Según explican los expertos, se trata de una «anomalía», ya que, al menos sobre el papel, son zonas menos proclives a grandes fuegos a diferencia, por ejemplo, de regiones como el Mediterráneo, donde históricamente se ha concentrado el riesgo de incendios durante el verano. «Están ardiendo zonas del centro y noroeste peninsular teóricamente menos proclives a fuegos severos, en comparación con el litoral mediterráneo, por ejemplo. Se trata de algo llamativo», afirma Jesús Santiago Notario del Pino, profesor titular del Departamento de Geología de la Universidad de La Laguna, en un análisis remitido al Science Media Centre España (SMC) sobre la situación que ahora mismo se está dando en España. Las causas, explica, requerirán un análisis más profundo. Pero por ahora, todo apunta a que «las condiciones de calor extremo y prolongado son un elemento clave que favorece un escenario como el actual».

«Están ardiendo zonas del centro y noroeste peninsular en principio menos proclives a fuegos severos, en comparación con el litoral mediterráneo»

Jesús Santiago Notario del Pino

Los registros indican que las zonas más afectadas por incendios también son aquellas que más han sufrido los extremos de temperatura derivados de la ola de calor que desde inicios de mes atraviesa la Península Ibérica y que, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), han registrado de forma repetida, y en muchos casos constante, valores por encima de los 40ºC y, en ocasiones, máximas que han rozado los 46ºC. Esta situación, explican los expertos, podría haber contribuido de forma clave a aumentar el riesgo de incendios en la zona. Sobre todo porque, después de una primavera lluviosa que hizo brotar a la vegetación, la llegada del calor extremo secó el paisaje de forma repentina y aumentó de forma considerable la cantidad de combustible potencialmente inflamable.

Las zonas más afectadas por incendios llevan días registrando temperaturas por encima de los 40ºC y, en ocasiones, máximas que han rozado los 46ºC

En este contexto de calor extremo y vegetación abundante pero resecada, «solo necesita una chispa para provocar en un gran incendio», afirma Cristina Santín Nuño, científica titular del CSIC y jefa del Departamento de Biodiversidad y Cambio Global del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo-CSIC). Hasta ahora, en la mayoría de incendios en curso en España, todavía no se ha logrado identificar la causa exacta que inició el fuego. Y aunque en algunos casos se sospecha de la actuación de pirómanos, tampoco se descartan otras hipótesis como, por ejemplo, fuegos derivados de prácticas agrícolas no autorizadas, de errores humanos como colillas y fogatas mal apagadas (un tipo de actividades y prácticas que se dan con más frecuencia en periodos vacacionales donde la gente pasa más tiempo en espacios naturales) o hasta de fenómenos naturales como la caída de rayos. Sea como sea, más allá de las causas exactas de la ignición, los expertos piden focalizar la atención en los factores estructurales que están avivando las llamas. Como por ejemplo, el calor extremo.

El calor aumenta el riesgo de incendios

En España, uno de los principales factores que se tienen en cuenta para calcular el riesgo diario de incendios es justamente el calor. Según los análisis elaborados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las principales variables a tener en cuenta para saber si una zona tiene más o menos riesgo de incendio son la temperatura del aire seco, la humedad relativa, la velocidad del viento y la precipitación registrada en las últimas 24 horas en una región concreta. En estos días, en un momento en que la ola de calor acumula más de 10 días consecutivos y ante la previsión de que en las próximas horas volverán a repuntar aún más las temperaturas, la combinación de todos estos factores sitúa a prácticamente todo el territorio español en un umbral de riesgo «extremo» de incendio.

Este martes, sin ir más lejos, en una de las jornadas más marcadas por la expansión de los incendios en España, en las comunidades afectadas se registraron máximas de hasta 45ºC. En Andalucía, donde se declaró el incendio de Tarifa, se registraron máximas de entre 44 y 45ºC en decenas de localidades. En Galicia, donde se está combatiendo el incendio de Ourense, el más grande del año, los termómetros no bajaron de los 40ºC en ningún momento de la jornada. En Extremadura, donde también se está librando batalla contra las llamas, se llegó a los 45,5ºC. Y en Castilla y León, también una de las zonas más afectadas, los termómetros no bajaron de los 40ºc en decenas de municipios. Estas cifras de calor extremo, lejos de ser una anomalía, llevan días y hasta semanas repitiéndose, con más o menos intensidad, en las mismas zonas.

Son varios los estudios que señalan que el riesgo de incendios y la probabilidad de que broten episodios extremos están aumentando en todo el sur de Europa, especialmente en el arco Mediterráneo, y que también se está extendiendo a regiones hasta ahora menos propensas como es la zona atlántica. En gran parte, debido al incremento de las condiciones de calor extremo y prolongado que se están registrando en los últimos años. Pero más allá de esto, según apunta un estudio publicado en la revista ‘Nature Geoscience’, en zonas del interior y oeste peninsular también se está sufriendo «secado progresivo» del ambiente debido, entre otros, a fenómenos como el «fortalecimiento del anticiclón de las Azores«, algo que también podría estar contribuyendo a aumentar el peligro de incendios en la fachada atlántica.

Suscríbete para seguir leyendo

Más noticias
Noticias Relacionadas