El domingo por la noche, mientras miles de personas fijaban su mirada en el cielo en busca de algún destello de las Perseidas, una de las lluvias de estrellas más esperadas del año, un gigantesco haz de luz irrumpió por sorpresa en el firmamento. Según se observa en las imágenes capturadas desde varios puntos del litoral español, desde Cádiz y Málaga hasta Ibiza, alrededor de medianoche una bola de fuego incandescente atravesó el cielo español y, en cuestión de segundos, se acabó desintegrando. En un primer momento, muchos creyeron que se trataba de un meteorito, un cometa o una estrella fugaz de gran tamaño. Pero dadas las características del fulgor, esta teoría se acabó descartando rápidamente. Los expertos afirman que podría tratarse de un gigantesco trozo de basura espacial que se desintegró en su contacto con la atmósfera. Hay quien dice que pudo tratarse de un satélite y quien señala que se trata de un fragmento de un cohete chino.
El fenómeno ha sido capturado por las cámaras de varios usuarios pero, además, también ha sido registrado por la red de telescopios españoles como, por ejemplo, los del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Según explica el astrofísico Jose Maria Madiedo en un hilo de X (antes Twitter), los primeros análisis indican que este objeto entró a la atmósfera a una velocidad de casi 30.000 km/h, generó una bola de fuego a más 118 km de altitud y se desplazó desde el Océano Atlántico hacia el Mediterráneo, dejándose ver desde buena parte del litoral español. «No se trató de una caída de un meteorito», recalca el experto, quien señala que las características del evento demuestran que estamos ante un «objeto artificial que se volvió incandescente, se rompió en multitud de fragmentos y sobrevoló Andalucía, Murcia, el sur de Alicante y las Islas Baleares».
¿Qué era y dónde ha acabado?
El debate ahora está en entender qué era exactamente ese gigantesco trozo de basura espacial que anoche iluminó durante unos instantes el cielo español. Madieda afirma que podría tratarse de un satélite de la constelación Starlink de Elon Musk, unos aparatos del tamaño de una mesa y con un peso de más de 250 kg. Pero según afirma el astrónomo Jonathan McDowell, todo apunta a que podría tratarse de la cuarta etapa del cohete chino Jielong-3 (objeto 65131) lanzado el 8 de agosto a una órbita muy baja, y que reentró tras pocos días en el espacio. Esta hipótesis, recogida por el divulgador científico Josep Calatayud de la plataforma ‘Control de Misión’, explicaría la magnitud del destello captada por este fenómeno.
Todavía no se sabe si este objeto se ha destruido en su totalidad durante la reentrada o si, por el contrario, hay algún fragmento que haya podido sobrevivir. En ese caso, lo más probable es que haya caído en las aguas del Mediterráneo, como ocurre en la gran mayoría de casos que se registra la reentrada de fragmentos de basura espacial. En este caso, el fenómeno ha causado fulgor entre la ciudadanía porque ha tenido lugar en un momento en que muchos estaban observando el cielo. Pero en la mayoría de casos, este tipo de eventos tienen lugar de forma más sigilosa. Según calculan los expertos, de hecho, se estima que cada semana nos cae el equivalente a un coche desde el espacio y cada seis meses un fragmento del tamaño de un autobús.
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