Hace un mes que no llueve en gran parte del área agrícola argentina y la ola de calor ya está aquí prometiendo varios días de muy altas temperaturas, sin precipitaciones. La sequía en el campo se agrava y los cultivos sufren un marcado deterioro. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la zona núcleo, la más productiva del país, la mitad del maíz temprano presentaba un estado de regular a malo ya el pasado jueves 9 de enero. La situación hídrica es deficitaria y entre los productores reina la preocupación y la desazón porque ya vislumbran el recorte de los rindes. Desde distintos puntos del país, reportan maíces en pésimas condiciones, algunos ya totalmente secos, y sojas que luchan por sobrevivir. Vale recordar que estos dos cultivos, no solo constituyen la principal fuente de ingresos para los agricultores sino también de dólares para el país. En este crítico escenario, apenas se avizoran lluvias escasas y breves para el fin de semana próximo, y los pronósticos meteorológicos no son alentadores.
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Así estarán las temperaturas la semana del 13 al 19 de enero
Según el reciente informe del Centro de Predicción Climática (CPC), las condiciones de La Niña surgieron en diciembre al evidenciarse temperaturas superficiales del mar por debajo del promedio en la zona ecuatorial central del Pacífico, esperando que persistan hasta el otoño, con una posterior transición a la neutralidad. “Más allá de esta potencial amenaza de fondo, actualmente un anticiclón posicionado sobre el Atlántico Sur generaría una circulación aumentada del norte y noreste sobre la mayor parte de la zona de cultivos extensivos, con el consecuente aumento en la evapotranspiración”, explicó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Este martes 14 de enero, el SMN emitió alertas amarillas por altas temperaturas para 16 provincias argentinas (ver mapa).
Las marcas térmicas serán elevadas en los próximos días, especialmente en el NEA (noreste argentino) y en la región pampeana, donde la semana arrojaría un promedio varios grados superior al normal. “Se prevén lluvias de variada intensidad nuevamente en el NOA (noroeste argentino) y Cuyo, además de algunas localmente intensas en la provincia de Buenos Aires y la cordillera patagónica sur. Las precipitaciones de la semana resultarían inferiores a las normales en Santiago del Estero, Chaco y Litoral”, adelantó el SMN.
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El mapa de las lluvias para la semana del 13 al 19 de enero
Las áreas más afectadas por la ola de calor serán las que presentan actualmente niveles bajos de humedad en el suelo y atravesarían una semana con una temperatura media por encima de la normal. “En las provincias pampeanas predominarían los desecamientos, con mayor probabilidad de algunas recargas hídricas en determinadas zonas de la provincia de Buenos Aires”, indicó el organismo.
A partir del lunes 13, las temperaturas máximas se dispararon y llegarán a 36°C y 38°C en la región núcleo, la de mayor productividad agrícola, que abarca el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba. Estos registros podrían ser superiores en el sector sudoeste de esa zona. “Seguimos en un evento Niña. El enfriamiento actual es cercano a –1ºC lo que supera el rango de Niña débil (de –0,5 a –0,9), y, según los modelos confiables, será así por lo menos hasta finales de febrero”, dijo el consultor en clima de la BCR, Alfredo Elorriaga.
En la región pampeana y el NEA no llueve al menos desde que comenzó el 2025 y en gran parte de la zona núcleo, desde hace un mes. Las reservas de agua en el suelo han caído significativamente, sobre todo en el centro este de la región pampeana. «El norte de Buenos Aires requeriría lluvias de 100 a 120 milímetros para salir de la condición de sequía», precisó la BCR.
El mayor requerimiento atmosférico, el aumento de radiación solar propio de la época y el progresivo incremento de consumo de las siembras se impone día a día. De acuerdo a la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa rosarina, la semana pasada se estaban perdiendo unos 6 a 7 milímetros de reservas hídricas diarios pero esta, con la llegada de la ola de calor, la pérdida ascendería hasta 8 o 9 milímetros. Los técnicos de la GEA descartan la llegada de lluvias significativas hasta el 20 de enero, pronostican mínimas de 20 a 23°C o incluso más a partir del martes 14 de enero, y máximas, de 36°C, 38°C o superiores. «Es probable que la región deba afrontar el paso de una ola de calor, sin el auxilio de tormentas importantes«, lamentaron.
“Los pronósticos de corto y mediano plazo no son optimistas para la primera quincena de enero. No se esperan eventos pluviales significativos», advirtió Elorriaga. “Con condicionantes globales adversos, un nuevo alivio dependerá de que los eventos extra Pacífico y de escala regional puedan aportar a las reservas de agua en los sectores más comprometidos del centro este de la región pampeana”, dijo el especialista.
Las acotadas lluvias que podrían llegar entre el viernes 17 y el sábado 18 a la región central, no alcanzarían para recuperar los cultivos ni para recomponer las necesarias reservas de los suelos ya que las temperaturas continuarán elevadas hasta finales del mes de enero y no se esperan precipitaciones de importancia en ese lapso.
Reservas hídricas
En la semana del 6 al 12 de enero hubo reportes de lluvia acumulada de más de 50 milímetros solo en el NOA: Salta, 110 milímetros; Metán, 91; Termas de Río Hondo, 76. También se registraron valores destacados en Chepes, con 48 milímetros; en Malargüe 42 y en San Rafael 38. Sin embargo, en la mayor parte del NEA, el Litoral, la región pampeana y la Patagonia no llovió.
En cuanto a las temperaturas, en ese mismo período se superaron los 40°C en el norte de la Patagonia. Mientras que en el norte patagónico, en el sur de La Pampa y en el sudoeste de Buenos Aires la media de la semana fue significativamente superior a la normal.
Así las cosas, se llega a la semana de la ola de calor con muy escasas reservas hídricas en los suelos para el desarrollo de los cultivos de verano que, en el caso del maíz temprano atraviesan ya estados reproductivos y en la soja, vegetativos.
Los mapas de estimación de contenido de agua en el primer metro de suelo del SMN (considerando una cobertura de maíz de siembra temprana) muestran un nuevo retroceso generalizado en el contenido hídrico, como consecuencia de otra semana con predominio de áreas con lluvias escasas o directamente sin lluvia.
Las áreas con reservas en déficit hídrico abarcan prácticamente toda la provincia de Entre Ríos. En la zona núcleo pampeana (norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba) los suelos que presentaban reservas regulares una semana atrás, pasado a almacenaje deficitario. “El déficit hídrico es la situación más generalizada en lotes de maíz de la zona núcleo”, señaló el SMN. También se mantiene la situación deficitaria en La Pampa y el sudoeste de Buenos Aires. Solo mostraron excesos hídricos temporarios los pastizales en la franja agrícola de Salta y Jujuy al 12 de enero.
Las reservas de agua en el suelo acompañan con un pronunciado detrimento el comportamiento que han tenido las precipitaciones en las últimas semanas. Fundamentalmente la zona núcleo y el centro este de la región pampeana, donde el mayor requerimiento atmosférico, el aumento de radiación solar propio de la época y el progresivo incremento de consumo de las siembras no fueron acompañados con un adecuado aporte de agua.
Por el contrario, el centro oeste mediterráneo y el sudeste bonaerense presentan buenos niveles de humedad que le brindan a sus cultivos una ventaja comparativa respecto de los demás sectores productivos.
«Sin lluvias generalizadas previstas para la primera quincena de enero sobre la franja este del país va a ser muy difícil que los cultivos, cerca de su período crítico, no sufran deterioro. Con condicionantes globales adversos el que eso no suceda dependerá, en gran parte, de un nuevo alivio que los eventos extra Pacifico y de escala regional le puedan aportar a las reservas de agua en los sectores más comprometidos de la zona núcleo como lo hicieron durante la primavera», analizó Elorriaga.