Los dos finalistas del Mundial de Clubes, PSG y Chelsea, han sido protagonistas de una fiebre inversora que en el caso del club galo arrancó en 2011, cuando el fondo de inversión Qatar Sports Investments se hizo control del 70% de las acciones. Completaría la adquisición al año siguiente, con el 30% restante. El equipo inglés fue el primero en fijar una nueva etapa en el fútbol moderno, cuando en 2003, el magnate ruso Roman Abramovich cerró un acuerdo cifrado en 164 millones de euros. El modelo pervivió con la venta al norteamericano Todd Boehly en mayo de 2022.
Chelsea, el equipo más ganador desde 2011
Los dos finalistas provienen de una cultura inversionista similar, nacida de la entrada de fondos y estados en los equipos europeos. Desde 2011, fecha tomada como referencia por el cambio de propiedad del PSG, el Chelsea es el equipo que más dinero ha invertido en fichajes. Según Transfermarkt, el equipo inglés ha hecho 888 operaciones, entre altas, en las que ha gastado 3.200 millones de euros; y bajas, con las que ha obtenido 1.740 millones para un balance de -1.459 millones. Ningún otro equipo ha destinado más dinero a comprar jugadores en este periodo.
Joao Pedro y Enzo Fernández, celebran un gol del Chelsea. / Associated Press/LaPresse / LAP
El segundo en esta clasificación es el Chelsea, con un gasto de 2.460 millones y un balance negativo de 1.418 millones donde las ventas han sido de 1.060 millones. El tercer puesto lo ocupa en PSG, que ha pagado 2.280 millones por una cifra de jugadores (262) mucho más inferior. Los 222 millones que la entidad francesa pagó al Barça por Neymar siguen estando a la cabeza en el ranking de traspasos. A partir de ahí, en la lista de sociedades que más han gastado está el Manchester United (2.270), Juventus (2.110), Barcelona (1.810), Arsenal (1.690), Liverpool (1.670), Tottenham (1.666) y Real Madrid (1.510).
La táctica de acumulación de jugadores del Chelsea ha provocado que Enzo Maresca haya utilizado en la temporada 2024/2025 que ahora se cierra hasta 39 futbolistas. La cifra es todavía mayor si se tienen en cuenta los hombres que el club de Boehly ha tenido contratados a la vez: hasta 54, que protagonizaron una escena curiosa en la ciudad deportiva de Cobham. «Esto parece una cena de año nuevo», bromeaban incluso los propios aficionados del Chelsea en redes, quienes son incapaces de recitar la alineación de memoria de su club.
Menos estrellas, más jugadores de equipo
La media de tiempo que llevan los jugadores del Chelsea en el club es de 2,5 años. Solo Reece James, canterano del club, rompe la tendencia de temporalidad que ha producido situaciones curiosas como la de Joao Pedro. El jugador brasileño pasó en menos de una semana de estar de vacaciones en la playa a marcar un doblete decisivo en semifinales ante el Fluminense, el club donde se formó. A pesar del continuo trasvase de piezas, Enzo Maresca ha logrado componer un cuadro colectivo y competitivo, gracias a la reordenación de una estrategia de compra de jugadores parecida a la de las acciones bursátiles. Cuando empiezan a despuntar, se invierte, para así lograr una plusvalía futura.
Pep Guardiola, junto a Enzo Maresca, en el Manchester City. / EFE
Después de años invirtiendo en figuras como Mbappé, Neymar y Messi, el PSG dio un vuelco a su estrategia con la llegada de Luis Enrique se empezaron a fichar futbolistas con los que construir un proyecto, pero que no fuesen el centro. Ahí está el asturiano, que ha llevado al equipo propiedad de Qatar a lograr su primera Copa de Europa. «Ahora lo voy a controlar todo», aseguraba el asturiano nada más conocerse la salida de Mbappé al Real Madrid, donde se están reproduciendo las consecuencias de entregar el destino a una estrella tan talentosa como indomable. Al revés que un Dembélé, que ha pasado de la indisciplina al más firma compromiso bajo la batuta de ‘Lucho’.
El PSG ha abierto su campo de visión, fichando talento juvenil como el de Doué, pero también figuras consolidadas como Kvaratskhelia. Un equilibrio entre aspirantes y ganadores que Luis Enrique está aprovechando al máximo. En un camino similar trabaja Maresca. Ambos beben de escuelas similares. El italiano llegó al Chelsea en 2024, después de liderar el ascenso del Leicester a Premier. Después de una primera parte de la temporada de ajustes, el tramo final del club inglés ha sido excelente, ganando la Conference, clasificándose para Champions y siendo finalista del Mundial de Clubes.
El punto común de Guardiola para Maresca y ‘Lucho’
Maresca se pasó dos años en el cuerpo técnico del Manchester City en dos etapas que marcaron su carrera: primero como entrenador del juvenil, después como uno de los asistentes de Guardiola, quien ha determinado su forma de actuar y pensar. Aquel equipo técnico fue el aturo del histórico triplete de Premier, Champions y FA Cup de la temporada 2022/2023. «El tablero de ajedrez es como un campo de fútbol porque se puede dividir en tres canales: el central y los dos externos», reflexiona el amante de un deporte que le ha permitido salvar el jaque mate constante que a veces es dirigir el Chelsea. Lejos de ser una anécdota, la final del Mundial de Clubes, donde no es favorito, abre al Chelsea un reto nuevo.
A nadie le interesaba ser campeón del torneo cuando empezó, por el desgaste que ocasionaría, pero en cuanto fue avanzando la competición el prestigio de ser el rey del mundo durante cuatro años empezó a tener sentido. Más allá de la pizarra, Maresca, como Luis Enrique, ha tenido la capacidad para gestionar un vestuario fluctuante y ausente de líderes, como sucede en la mayoría de equipos. Su liderazgo fue un cambio de orden con respecto a los caudillos del pasado, como Mourinho, Conte y Tuchel. Este domingo, a las 21:00 horas, se enfrentarán dos modos de gastar, pero con un estilo único.