«Después de un análisis exhaustivo de la capacidad de producción, la viabilidad financiera y las diferentes alternativas ofrecidas por el segmento de la industria química y petroquímica en Argentina, Clariant ha decidido discontinuar su producción actual en Zárate (…)», señala un comunicado que la compañía envió a sus clientes y proveedores. “Argentina no es viable para producir”, contextualizó Ariel Maciel en la rueda informativa del programa «Desde el canil», por Bravo TV.
En su análisis, el periodista explicó que el efecto importador avanzó sobre el tejido industrial y dejó sus primeras huellas visibles: cierre de plantas, despidos y un mapa productivo en retroceso
Clariant, química de origen suizo, informó además que discontinuó sus «actividades de mezclas». La decisión implica el despido de alrededor de 50 trabajadores y la reconfiguración de su estrategia dado que lo que producía en Zárate ahora lo importará desde Brasil. Según explicó Maciel, en el crecimiento del consumo en el país, el 80% lo representan los productos fabricados en el exterior.
El fenómeno excede el caso de Clariant. Sectores como el de la ropa y el calzado, juguetes y el de la metalurgia enfrentan situaciones similares, con fábricas que operan al 50% de su capacidad instalada. “Muchas empresas prefieren importar su marca y dejar de producir a nivel local«, agregó Maciel.
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El mapa productivo comenzó a teñirse de vacío. La crisis industrial se profundiza con cierres, despidos, caída de consumo y suba de importaciones, configurando un nuevo patrón económico que relega la producción nacional y acelera el éxodo industrial.
LB / FPT