La polenta con tuco es un plato tradicional de la cocina italiana que se arraigó profundamente en muchas mesas argentinas y latinoamericanas. Económica, rendidora y muy sabrosa, esta receta es perfecta para los días fríos, aunque se disfruta en cualquier época del año. A continuación, te mostramos cómo prepararla paso a paso para que te quede bien cremosa y acompañada de un tuco casero lleno de sabor.
Ingredientes
Para la polenta:
1 taza de harina de maíz instantánea (polenta rápida)
4 tazas de agua o caldo
1 cucharadita de sal
1 cucharada de manteca o un chorrito de aceite de oliva
Queso rallado (opcional, para servir)
Para el tuco:
2 cucharadas de aceite
1 cebolla picada
1 morrón rojo picado
2 dientes de ajo picados
1 zanahoria rallada (opcional)
300 g de carne picada (opcional)
1 lata de tomates perita o 400 g de puré de tomate
1 cucharadita de azúcar
Sal, pimienta y orégano a gusto
1 hoja de laurel (opcional)
Paso a paso
1. Preparar el tuco casero
En una olla, calentá el aceite a fuego medio.
Agregá la cebolla, el morrón y el ajo. Sofreí hasta que estén transparentes.
Si vas a usar carne picada, incorporala ahora y cociná hasta que esté dorada.
Sumá la zanahoria rallada y cociná unos minutos más.
Agregá los tomates (picados o en puré), el azúcar, sal, pimienta, orégano y la hoja de laurel.
Cociná a fuego bajo durante 20-30 minutos, revolviendo de vez en cuando hasta que el tuco espese.
2. Cocinar la polenta
En otra olla, llevá el agua o caldo a ebullición con la sal.
Bajá el fuego y verté la harina de maíz en forma de lluvia, revolviendo constantemente con cuchara de madera para evitar grumos.
Cociná durante 1 a 3 minutos (según el tipo de polenta), hasta que espese.
Apagá el fuego y agregá la manteca. Si te gusta más sabrosa, podés incorporar también queso rallado.
3. Servir
Serví la polenta caliente en platos hondos o cazuelas. Cubrí con una generosa porción de tuco caliente y espolvoreá con queso rallado a gusto. ¡Ideal para acompañar con una copa de vino tinto!
Consejos extra
Podés reemplazar la carne picada por chorizo desmenuzado, pollo desmenuzado o incluso dejarla vegetariana.
Para una versión más cremosa, agregá un chorrito de leche a la polenta antes de servir.
Si sobra, la polenta se puede enfriar en una fuente, cortar en porciones y dorar en sartén al día siguiente.