Luego del funeral de Uma Aguilera Rodríguez, la niña de 9 años asesinada en un asalto al voleo a su papá, custodio de la ministra Patricia Bullrich, vecinos y familiares de la víctima marcharon frente a la comisaría de Villa Centenario, Lomas de Zamora, para pedir Justicia.
La marcha comenzó pasadas las 19.30 y la intención era llegar hasta la comisaría 7ma para pedir mas seguridad y presencia policial en la zona, pero no lo lograron. Es que dos cuadras antes estaba vallada la calle y no permitían a nadie acercarse hasta el edificio.
La situación se volvió tensa entre los manifestantes y los agentes con momentos de reclamos cara a cara por el bloqueo de las calles. Uno de los acuerdos era que pudieran pasar diez vecinos en representación de todos para hablar con el comisario.
«Justicia por mi amiga», se leía en uno de los carteles de una de las madres compañera de Uma en el colegio, que también participaban de la manifestación.
Una de las mujeres que logró ingresar a la comisaría contó, a modo de vocera, parte de lo que fue la conversación. Dijo, por ejemplo, que desde la policía le ofrecieron una reunión con los vecinos cada quince días para contar situaciones de inseguridad y zonas que no tienen presencia de patrulleros.
Otra de las novedades que acercó es que el comisario participará del grupo activo del WhatsApp de vecinos, como parte de una muestra de comprensión de lo que ocurre en el barrio.
Dolor en la marcha por Uma Aguilera. Foto Marcelo CarrollDe todas formas, la gran mayoría de los manifestantes se mostró disconforme con la reunión: «No da la cara, no trabaja nadie acá. Le tienen que tener miedo a los delincuentes, no a nosotros», decía una señora.
Mientras tanto, los aplausos y el grito de «seguridad, seguridad» aumentaban y la tensión con los policías que estaban frente a las vallas también.
Luego de las 20.30, una hora después de comenzada la manifestación, la situación en la zona volvió a calmarse. Sin embargo, los vecinos que se quedaron comentaban las distintas situaciones de inseguridad y la falta de control en la zona: «El sábado pasado llamé al 911 por el robo a un vecino y tardaron 50 minutos en atender, no se puede vivir así«, decía una hombre.
Además, dirigían sus críticas a la Comisaría: «Apartaron al comisario», debería estar dando la cara, ¿dónde está ahora? ¿Dónde lo mandaron?». Son las preguntas que se repiten, entre la decena de vecinos que quedaron detrás de la valla, mientas los policías seguían formados del otro lado.
Cómo fue el crimen de Uma
Uma murió cuando sus padres -ambos policías federales- estaban saliendo de su casa, en Pío Baroja al 600, para llevarla a un control médico. Los ladrones se desplazaban en un Toyota Corolla negro robado minutos antes a otro vecino y quisieron asaltar a Aguilera.
El padre aceleró para proteger a la nena y los delincuentes reaccionaron a los tiros. Uno de los balazos le dio en la nunca a Uma, que murió horas más tarde en el Hospital Churruca, adonde la habían trasladado en helicóptero tras estabilizarla en el Gandulfo.
Marcha en Lomas por el asesinato de Uma Aguilera. Foto Marcelo Carroll Por el conmocionante crimen fue detenido un sospechoso que se negó a declarar, mientras que los investigadores buscaban a otros tres que ya estarían identificados.
Informe: Claudia Cabrera – Maestría Clarín / Universidad de San Andrés
DS