Los bastones de muzzarella son un aperitivo clásico que conquista a todos: crocantes por fuera, con un centro de queso derretido que se estira al primer bocado. Son ideales para compartir en reuniones familiares, picadas con amigos o como snack para una noche de películas. Prepararlos en casa no solo es fácil, sino que garantiza un resultado mucho más sabroso que cualquier versión industrial.
A continuación, te compartimos la mejor receta para hacer bastones de muzzarella caseros, con un paso a paso detallado y consejos clave para que salgan perfectos.
Ingredientes (rinde aproximadamente 20 bastones)
- 500 g de queso muzzarella (en bloque, no rallado)
- 2 huevos
- 1 taza de harina de trigo común
- 2 tazas de pan rallado
- 1 taza de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal y pimienta negra a gusto
- Aceite vegetal (para freír)
- Salsa marinara o salsa de tomate casera (opcional, para acompañar)
Paso a paso para preparar bastones de muzzarella
1. Cortar el queso
Cortá el bloque de muzzarella en bastones de aproximadamente 1 cm de grosor por 10 cm de largo. Procurá que todos tengan un tamaño similar para lograr una cocción uniforme y evitar que algunos se derritan más rápido que otros.
2. Preparar los ingredientes del rebozado
En un plato hondo, colocá la harina.
En otro, batí los huevos hasta que estén bien mezclados.
En un tercer recipiente, mezclá el pan rallado con el queso parmesano, el ajo en polvo, el orégano, el pimentón, sal y pimienta. Esta mezcla es clave para aportar sabor y textura al rebozado.
3. Rebozar los bastones
Pasá cada bastón por harina, cubriéndolo completamente.
Luego, sumergilo en el huevo batido.
Por último, rebozalo en la mezcla de pan rallado y queso, presionando suavemente para que se adhiera bien.
Tip: Para un rebozado más firme y crujiente, podés repetir el paso del huevo y el pan rallado una segunda vez. Esto crea una doble capa que evita que el queso se escape al freír.
4. Llevar al congelador
Colocá los bastones ya rebozados sobre una bandeja (mejor si tiene papel manteca) y llevá al congelador durante al menos 1 hora. Este paso es fundamental para que conserven su forma durante la fritura y no se desarmen.
Cómo freír los bastones de muzzarella
5. Calentar el aceite
En una sartén profunda o una freidora, calentá abundante aceite vegetal a 180?°C. Si no tenés termómetro, probá con un pedacito de pan: si burbujea al instante, está listo.
6. Freír los bastones
Freí los bastones en tandas pequeñas para evitar que baje la temperatura del aceite. Cocinalos entre 1 y 2 minutos, o hasta que estén dorados por fuera. Usá una espumadera para retirarlos y colocalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir y disfrutar
Serví los bastones bien calientes, recién hechos, para que el interior de queso esté perfectamente derretido. Acompañalos con salsa marinara, salsa de tomate especiada o incluso una salsa picante si te gusta con más carácter.
Consejos y variaciones para personalizar tus bastones
Rebozado más crocante: Sumá panko (pan rallado japonés) a la mezcla para una textura más aireada y crujiente.
Toque de sabor extra: Probá reemplazar parte de la muzzarella con queso cheddar o provolone, ideales para los que prefieren un sabor más intenso.
Versión al horno: Si querés evitar la fritura, horneá los bastones en horno precalentado a 200?°C durante 10-12 minutos, girándolos a mitad de cocción para que doren parejo.
Congelá para después: Podés preparar una tanda grande y conservar los bastones crudos y congelados en un recipiente hermético. Así, solo tenés que freírlos o hornearlos cuando tengas ganas.
El secreto del éxito
La clave para lograr bastones de muzzarella caseros perfectos está en dos pasos fundamentales: el doble rebozado y el congelado previo a la cocción. Esto asegura que el queso no se escape y que el exterior quede bien crocante.
¡Anímate a prepararlos en casa y sorprende a todos con este clásico irresistible que siempre queda bien!