El fuego ha reducido a cenizas en la madrugada de este domingo las 180 hogueras de Alicante, que ha vivido números de récord en su semana grande, que ha dejado más de un millón de visitantes diarios y el cartel de ‘completo’ en la mayoría de los hoteles de la ciudad.
La tradicional palmera de fuegos artificiales lanzada desde el monte Benacantil, la ladera del Castillo de Santa Bárbara, ha dado el inicio a la ‘cremà’, en la que 79 comisiones y la foguera del Ayuntamiento han calcinado los monumentos que, poco a poco, han sido controlados por los 44 equipos de bomberos, que, además, han mojado al público en la ‘banyà’.
Desde las 00.00 horas de este domingo, las más de 150 hogueras se han ido convirtiendo en pasto de las llamas. Lo han hecho en tres fases distintas, pues, ante la necesidad de que los bomberos controlaran la extinción de todas, las primeras se han quemado a las 00.00 horas, mientras que una segunda tanda se ha calcinado a las 1.30 horas y una tercera sobre las 3.00 horas.
La primera de ellas ha sido la hoguera oficial del Ayuntamiento, la ‘Geoda’, que quería ser un homenaje a todos aquellos que integran las Hogueras y que habían demostrado su capacidad de recuperación y de resiliencia durante la pandemia.
Ante una plaza del Ayuntamiento que se ha quedado pequeña y justo después de que la palmera alumbrara el cielo de Alicante, las Belleas del Foc y los cientos de asistentes han observado cómo el monumento obra de Pedro Espadero se calcinaba y cerraba este ciclo de hogueras, que a su vez abre uno nuevo.
Ha durado apenas treinta segundos hasta que el remate del monumento se ha ocultado entre las llamas, que han ido reduciendo a cenizas ninot a ninot y pieza a pieza hasta llegar al caballo que representaba el monumento de la plaza de Luceros, que ha sido el que más ha tardado en quedar calcinado.
Tras ver quemar la hoguera, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha resaltado que estas han sido unas fiestas «sin apenas incidentes», provocados en su mayoría por el calor, al tiempo que ha insistido en que el dispositivo de seguridad para esta ‘cremà’ se había preparado para hasta dos millones de personas «y tenemos que estar ahí, ahí».
«Nos tenemos que haber acercado mucho a esa cifra de dos millones de personas, que es absolutamente un récord, y todo ello sin prácticamente incidencias», ha destacado Barcala, que ha tildado «de récord» estas fiestas, antes de esperar que todos los monumentos se quemen «con la mayor tranquilidad y seguridad».
En ello trabajan durante la noche un total de 750 efectivos de bomberos, policías locales y voluntarios de Protección Civil que se han ocupado de la seguridad, ha explicado a EFE el concejal de Seguridad de Alicante, Julio Calero, que ha incidido en que son hasta 44 equipos de bomberos los que han participado en la extinción de estas obras.
Así, ha indicado que los 44 equipos se dividen en seis zonas para que la cremà se desarrolle de manera progresiva «y no haya incidentes en ningún sitio».
«Además, tenemos la cobertura de la palmera desde el castillo de Santa Bárbara, que conlleva un dispositivo muy específico para evitar que se pueda incendiar la ladera del castillo y para lo que ha habido nueve equipos de policía, tres de extinción de bomberos y 35 personas del equipo de parques y jardines, con equipos autónomos para cualquier incidente que pudiera ocasionar la palmera», ha subrayado Calero.
Ha expuesto que este dispositivo se alargará hasta las 4 horas de la madrugada de este domingo, «aunque puntualmente se demora algo más por alguna barraca que hay que trasladar a otro lugar para que se pueda quemar de manera correcta», ha concluido Calero.